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En los últimos treinta años, la innovación tecnológica (impulsada también por el surgimiento de la World Wide Web) ha sido exponencial y ha transformado por completo el mundo si lo comparamos con décadas anteriores.
En el panorama editorial contemporáneo, Wired destaca como la revista que no solo ha seguido el ritmo de la revolución tecnológica y digital, sino que ha ayudado a impulsarla y a hacernos reflexionar sobre su importancia.
Su lema es «donde el futuro se hace realidad» y, sin duda alguna, ha sido la publicación que mejor se ha adaptado al contexto de las últimas décadas, tanto por contenido como por diseño estético.
La revista se fundó en 1993 en San Francisco, aprovechando la ola de la gran innovación tecnológica que se estaba gestando en California, sobre todo en Silicon Valley. Su nombre significa «conectado» y prometía abordar temas como las nuevas fronteras de lo digital, de la web, de la tecnología y de la innovación, no solo desde un punto de vista técnico, sino también analizando su impacto en la sociedad, entrando incluso en temas de pura especulación filosófica.
En los inicios de internet, Wired no tardó en convertirse en la revista que hablaba del futuro, intentando anticiparlo y reimaginarlo, en vista de las nuevas tecnologías que estaban surgiendo. Además, contó con la participación de figuras muy influyentes: desde Negroponte hasta Obama.
Algunos artículos, como el de Chris Anderson sobre la «larga cola», y algunas historias o entrevistas, como la de Edward Snowden, han dejado huella en la historia del periodismo, haciendo que Wired no solo sea una revista atractiva en lo estético, diseñada para atraer a los nuevos abanderados de lo digital, sino también capaz de contar y analizar la época en la que vivimos de manera muy innovadora.
Para contar la innovación, hay que ser innovador
Una revista dedicada a la innovación no puede permitirse el lujo de parecer convencional. Por este motivo, desde su primer número, Wired ha hecho todo lo posible por destacar en el panorama mundial del diseño editorial. Después del rediseño de 2003, la revista empezó a liderar la innovación gráfica y visual, y ha llevado siempre las posibilidades del diseño a otro nivel.
Por ejemplo, la revista utiliza hasta seis tipos de fuentes tipográficas, de las cuales una, la Courier, se usa para dos letras del logo y para los titulares. Esta fuente en particular, que nos recuerda a los clásicos caracteres de las máquinas de escribir, nos demuestra que todo puede tener un aire moderno y futurista en el contexto de Wired.
La estructura de la revista permite una gran flexibilidad en el diseño de las páginas, gracias a una compleja cuadrícula gráfica de 14 o 15 columnas. Además, la gran variedad de artículos cortos de una o dos páginas favorece la experimentación y permite tratar cada artículo como un proyecto independiente.
Por otro lado, los detalles siempre han estado muy cuidados: los encabezados, las líneas divisorias, los números de página y los recuadros se usan como elegantes elementos decorativos para las páginas, sin dejar de ser funcionales y legibles.
Portadas disruptivas
Las portadas de Wired destacaron en el mercado editorial de los años 90 porque aprovecharon al máximo las posibilidades gráficas y de impresión de la época.
Cada portada presenta la fotografía de un personaje importante, en primer plano, a menudo tratada con filtros y efectos de color, y con un uso muy creativo de la tipografía y de los colores. Algunas portadas incluso adoptan un estilo punk, en línea con las tendencias gráficas londinenses.
A menudo utilizan juegos tipográficos, basados principalmente en frases llamativas, como la infame (y desastrosa) «The web is dead», publicada en 2010.
El encabezado, es decir, el logo de la revista, se caracteriza por incrustar las letras en cuadrados, lo que las hace parpadear durante la lectura, según los diseñadores.
Las ediciones europeas de Wired se distinguieron por sus experimentos gráficos, especialmente en Italia, donde la revista probó de manera obsesiva las técnicas de impresión más avanzadas y experimentales, bajo la dirección creativa de Davide Moretti: relieves, barnices, efectos de neón, efectos espejo, inserciones, ampliaciones y todo lo imaginable, en una especie de catálogo de posibilidades tipográficas de los años 2000, como si quisieran demostrar que las publicaciones impresas nunca sucumbirían ante lo digital, sino que disfrutarían de las innovaciones tecnológicas.
En 2010, la prestigiosa SPD, es decir la Society of Publishing Designers, que ya había premiado a IL en años anteriores, incluyó a Wired Italia entre las 10 revistas mejor diseñadas del mundo.
Sin embargo, hacia 2014, la edición italiana sufrió una crisis que redujo su presupuesto, pasando de ser una revista mensual a una cuatrimestral, lo que la convirtió en un producto más «normal», aunque estuviese igual de cuidada.
La infografía para contar, informar y entretener
Una de las innovaciones más notables de la revista es el uso masivo de infografías. No solo las utilizan para mostrar datos científicos, es decir, cuantitativos, sino también para contar historias y presentar información cualitativa, como pruebas, comparaciones y encuestas.
La revista también utiliza muchos diagramas, ilustraciones técnicas con secciones, reconstrucciones o fotografías recortadas que, con leyendas, flechas y líneas, se convierten en gráficos de información.
El uso descarado, divertido y exagerado de este tipo de gráficos hace que la revista sea agradable, ya que combina la lectura de artículos con el aprendizaje de conocimientos y datos útiles para su público.
Además, el uso de este tipo de contenido visual limita el uso de ilustraciones editoriales que, sin embargo, eran una de las características más visibles del mercado editorial del nuevo siglo.
En Wired, cada imagen es funcional para la narrativa y lo es de una manera innovadora.
Un estilo nuevo más inclusivo
Una de las críticas al antiguo rumbo de Wired era que casi todos los protagonistas que salían en portada eran, en su mayoría, hombres. Incluso el contenido interno parecía dirigirse principalmente a un público masculino, de entre 30 y 50 años, apasionado por las nuevas tecnologías. Con el rediseño de 2013, el aspecto general de la revista se volvió más similar a las revistas de estilo de vida, con letras en negrita, colores alegres y opciones gráficas muy llamativas. De esta manera, se quería hablar a un público más amplio, involucrando no solo al femenino, sino también a aquellos que se acercaban al mundo digital sin ser expertos, marcando así una diferencia sustancial con todas esas revistas de tecnología para nerds que aún llenaban los estantes de los quioscos a principios de los años 2000.
Innovar lo es todo
El diseño gráfico de Wired llevó a los software de DTP (Desktop Publishing) de hace treinta años a su límite técnico, acelerando la revolución gráfica del mundo editorial.
Su uso masivo e inteligente de las infografías contribuyó a popularizarlas como medio de comunicación, desarrollando las bases de lo que se sería el periodismo gráfico.
Los diferentes gráficos para cada sección, o incluso para cada artículo, llevaron la experimentación visual al gran público, haciendo que los nuevos actores y usuarios del mundo digital se proyectaran en un mundo revolucionario y diferente al tradicional al que estábamos acostumbrados.
Los colores atrevidos, los contrastes acentuados y el uso de tintas especiales contribuyeron a crear una especie de psicodelia digital en el imaginario común que ha sobrevivido hasta nuestros días.
El uso cuidado de las fotografías hizo que la narrativa visual se actualizase, creando narrativas e investigaciones impactantes.
En conclusión, Wired fue el estandarte de una gran revolución visual en el periodo más innovador y disruptivo de la nueva era digital. Propuso imágenes y diseños que se distanciaban del frío estilo informático (al estilo de Tron, por así decirlo), yendo más hacia la cultura pop y alternativa de los años 80, y creando así un nuevo lenguaje visual que inspiró a toda la industria cultural hasta los años 2000.
¿Quién sabe qué revista podría considerarse, en un futuro próximo, la nueva Wired, disruptiva y al día con los tiempos de un mundo digital cada vez más entrelazado con la IA?
¡La esperaremos con mucho gusto!
P. D.: ¿Y si siguiese siendo Wired?
Fuentes de las imágenes:
https://www.wired.com/story/favorite-25-covers
https://godfreydadich.com/work/wired
https://www.itsnicethat.com/articles/andrew-diprose-10-years-wired-publication-030519
https://fontsinuse.com/uses/4902/wired-2013
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