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Era una persona extravagante, audaz y tenía una pasión desenfrenada por los tejidos sofisticados.
En 1995, la revista Time lo consagró como el hombre del momento. Sus creaciones las han llevado las top models más famosas: Naomi Campbell, Linda Evangelista, Claudia Schiffer, Carla Bruni y Cindy Crawford, entre otras. Fuera de las pasarelas, estrellas como Elton John, Bon Jovi, Sylvester Stallone, Madonna y Cher también eligieron sus prendas. En 1998, se realizó una exposición en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York dedicada a su marca. Y en 2002, se realizó otra en el Museo Victoria and Albert de Londres.
Hablamos de una marca que simboliza a la alta costura italiana: Versace. Repasamos la historia de su logo, que es diferente e inconfundible.
La maison Versace
Si ya conocéis la historia de la empresa, podéis pasar al siguiente párrafo en el que vamos directamente al grano. Bueno, al logo. Si, en cambio, tenéis curiosidad sobre cómo nació y evolucionó esta gran maison, vamos a repasar su historia brevemente.
Corría el año 1972 cuando el ambicioso Gianni Versace se marchó de Calabria y se mudó a Milán para diseñar una colección para la empresa Florentine Flowers. La colección tuvo un gran éxito y enseguida le llegaron otras colaboraciones importantes con Callaghan, Complice y Genny. Durante este tiempo, el deseo de crear una firma propia que representase en todos los sentidos al hombre, diseñador y emprendedor que era Gianni Versace fue en aumento. De esta forma, en 1978, sale la primera colección firmada por el diseñador. En 1988, su hermana pequeña Donatella se unió al proyecto para dirigir la marca Versus, la línea joven de Versace.
Sobre la «tragedia de Versace» se ha escrito y se ha hablado muchísimo. En Netflix, puedes encontrar incluso una serie, «El asesino de Gianni Versace», que relata el brutal asesinato que tuvo lugar el 15 de julio de 1997. Ese día, el asesino en serie Andrew Cunanan asesinó a Gianni Versace en su villa de Miami Beach. El asesino se suicidó dos años después.
Tras la muerte del diseñador, la empresa tuvo que afrontar una gran crisis. El suceso provocó que el nombre de la marca también saliese herido: desaparece el nombre de Gianni y queda solo el apellido, Versace. Incluso a día de hoy, el legado del diseñador continúa gracias a Donatella Versace, que asumió el papel de directora creativa de la maison.
El logo de Versace: cómo ha cambiado con el tiempo
En 1980, dos años después de la fundación de la marca, Gianni Versace presentó el primer logo que se eligió para su casa de moda. Puede que alguno de vosotros lo recuerde todavía.
Se utilizó la fuente Avant Garde light, el texto presentaba una apariencia compacta y las letras se acercaban tanto la una a la otra que parecían eslabones de una cadena. Mirad, por ejemplo, cómo se compenetran la «C» y la «E». El efecto es elegante, no cabe duda. En 1990, se sustituye esa fuente por una «Radiant medium», que es muy diferente a la anterior: la línea es más limpia, pero, sobre todo, es más incisiva y marcada, quiere poner de relieve una identidad fuerte y consolidada.
¿Y la emblemática cabeza de Medusa? Para verla, hay que esperar al logo de 1993.
A partir de este momento, solo se realizan pequeños cambios en el logo de Versace. Se reduce el grosor de las letras y se aumenta el espaciado. En cambio, la imagen de la cabeza de Medusa se mantuvo prácticamente igual, como para recalcar su estilo clásico. Y da lo mismo que no aparezca el logo, Medusa siempre está presente: echadle un vistazo a la página de Versace y ya veréis como la encontráis por todos lados.
Medusa y su significado
Pero ¿por qué eligió Gianni Versace la imagen de Medusa? La elección es bastante singular, qué duda cabe.
Comencemos por una anécdota: Gianni Versace se crió en Roma, una ciudad llena de historia y plagada de mitos. La primera vez que vio la imagen de Medusa era solo un crío. La vio representada en el suelo de una antigua casa romana, en la que jugaba con sus hermanos. Por alguna razón, aquella imagen le impactó incluso antes de conocer la historia de Medusa y se le quedó grabada en la cabeza.
Y ahora, vamos a recordar el mito: la historia cuenta cómo la hermosa Medusa seduce a Poseidón en el templo de Atenea, provocando toda su ira. Atenea se venga transformando a Medusa en un temible monstruo, con serpientes en el pelo y colmillos en lugar de dientes. Desde ese momento, su mirada petrificará a cualquiera que la mire a los ojos.
Esta historia nos habla de dos vicios: la lujuria y la vanidad. Sin estos dos vicios, el mundo de la moda no existiría. No sabemos si Gianni Versace hizo esta elección de forma consciente, es decir, con una pizca de ironía, o si solo es fruto de los recuerdos y la nostalgia. Sin embargo, lo que es cierto es que esta imagen porta consigo un universo simbólico que no podemos ignorar:
- Está el homenaje a las gloriosas civilizaciones del Mediterráneo, un legado que también se puede apreciar en los ricos y suntuosos diseños de las prendas de Gianni Versace.
- Está el personaje mitológico de Medusa, que es seductora y atractiva, como debe ser la moda.
- Está la lujuria y la vanidad, dos conceptos intrínsecamente relacionados con el mundo del lujo.
Asimismo, no olvidemos que Medusa también es símbolo de buena suerte: viene del griego «Μέδουσα» y significa «protectora», «guardiana». El símbolo, por tanto, tuvo que ser un buen augurio del glorioso futuro de la casa de moda. Y quizá, detrás de la decisión de relacionar la marca con el mito, había algo más: el deseo de hacer que las colecciones sean atemporales, «mitológicas».