Table of Contents
Ser reconocible significa contar con medios que, desde el primer momento, permitan comprender lo que somos y recordar a los usuarios despistados que, en el pasado, tuvieron una experiencia positiva con nosotros. Que te perciban como creíble y como una autoridad en la materia desde el primer momento es mejor que tener un gran número de seguidores que no saben quiénes somos.
Hay un «secreto» que acompaña a todos aquellos que a través de la promoción personal o empresarial logran conseguir ventas, respuestas y oportunidades. No es en absoluto un secreto, obviamente, pero es como si lo fuese, porque muchos lo ignoran o no lo consideran fundamental. Esta actividad básica es lo que llaman en inglés «Branding», que consiste en construir y saber promocionar una marca. Tanto a nivel personal como empresarial, en ambos casos se produce un fenómeno buscado por los que se dedican a la comunicación. En otras palabras, se crea una familiaridad inicial con el nombre o la marca que, con el tiempo, se transforma en autoridad y confianza.
¿Cómo se consigue la confianza?
La confianza es un conjunto de percepciones positivas sobre una empresa o una persona que adquieren los que ven nuestra comunicación, si saben asimilarla. Este valioso elemento se nutre de otros componentes nada fáciles de crear. Vender significa convencer a alguien de que el dinero que está gastando es una inversión, un intercambio beneficioso para él. Para alimentar esta convicción, debemos ofrecer un producto o servicio excelente, con todas las garantías necesarias. También es necesario que las percepciones sobre nosotros o el producto en sí estén reforzadas por mensajes sólidos y persuasivos.
Si en Facebook publicamos solo fotos de gatos y de las vacaciones, es difícil que alguien se haga una idea profesional, seria y respetable de nosotros. En las redes sociales debemos transmitir nuestra profesionalidad mostrando nuestros conocimientos a través de contenidos en los que ayudamos a los clientes y colegas en dificultades.
Vender online no es tan diferente de vender en tienda física. Nuestra identidad, aquello que decimos y que dicen de nosotros fortalecen las percepciones que llevan al cliente a confiar.
Para conseguir seguidores en las redes sociales o en nuestro blog, tenemos que atraer a gente satisfaciendo sus necesidades. La gente está buscando continuamente información que le ayude en el trabajo y en el día a día. Si sabemos responder a esta necesidad con contenidos comprensibles y útiles, conseguiremos captar su interés en nosotros y nuestro trabajo. En LinkedIn, por ejemplo, los perfiles más seguidos son los de profesionales que cada día proporcionan noticias útiles para su sector. Y es que no se consiguen seguidores sin compartir conocimientos y no se percibe un valor añadido en quien no demuestra, de hecho, su propia preparación. «Autoridad» significa compartir lo que el mercado desea obtener. Cuánto más se enriquezca el que lee (o ve el vídeo) con nuestra información, más posicionamiento conseguiremos como authority en nuestro sector. Tal y como afirma Philip Kotler:
«El marketing no es el arte de encontrar formas inteligentes de despachar lo que has producido, sino el arte de crear un valor auténtico para el cliente. […] El marketing consiste en añadir valor a tu marca. Si no eres una marca, eres un producto y si solo eres un producto, solo puedes vencer a la competencia a través del precio».
Ser una marca y no solo un logo significa, en palabras del conocido bloguero Davide Pozzi, lo siguiente:
- Trabajar hasta que tus ídolos se conviertan en tu competencia.
- Trabajar hasta que ya no necesites presentarte.
- Trabajar hasta que tu cuenta bancaria tenga la misma cantidad de cifras que tu número de teléfono.
El último punto es el más complicado, pero se consigue siguiendo correctamente los dos primeros. Aprende a comunicar como lo hacen tus mayores competidores y aísla sus mejores estrategias tratando de mejorar tu marca y convertirte en un punto de referencia de tu sector. Si lo haces, todos los que te aprecian y te piden consejo, sabrán ya que eres una autoridad y estás cualificado. Y, como consecuencia, la venta será mucho más fácil.
El objetivo del Personal Branding no es el de hacerse famoso, sino el de posicionar nuestra Brand, es decir, nuestro aspecto o nuestro nombre. El mercado compra en base a las percepciones que tiene, quiere garantías.
Nuestra economía ya no es de necesidades. Es una economía de deseos. La gente ya no busca el mejor producto al precio más bajo. Busca la experiencia, la pasión y el servicio. ¡Busca a otros como ellos!