¡Feliz cumpleaños, «Topolino»!
Con ocasión de sus primeros 70 años, hemos entrevistado al director Alex Bertani. La revista «Topolino» (así es como llaman los italianos a Mickey Mouse) entretiene con ligereza, pero siempre ha ido un paso por delante y hemos intentado desvelar algunos de los secretos que la han convertido en la revista semanal impresa más famosa y querida por los italianos. ¡Disfrutad de la lectura!«Topolino»: 70 años de balances
¡70 años son una bonita cifra! Coinciden con la edad de la jubilación, del relax, del disfrutar de lo que se ha creado a lo largo del tiempo y de cuidarse a uno mismo. ¡Pero no parece ser su caso y vive su tercera juventud! Es un joven con una sonrisa permanente y con muchísima energía. No obstante, también habrá aprovechado este importante cumpleaños para hacer balance.
Setenta años de historias, risas, exploración y reelaboración de un mundo que ha cambiado radicalmente. ¿Cuáles son los puntos fuertes inalterados que mantiene «Topolino», aquellos que todavía la hacen una revista única en su género y que siguen siendo parte de su éxito? Y, por el contrario, ¿qué ha cambiado radicalmente en estos setenta años de honorable trayectoria?
Alex: En el caso de una revista como «Topolino», que se vende en los quioscos desde hace setenta años, los «balances», como tú dices, se deben hacer cada semana, midiendo la popularidad entre los lectores de lo que la revista propone. Si ha sido capaz de superar indemne tantos cambios (el mundo de hace 70 años parece ahora una lejana era geológica), quiere decir que ha tenido la capacidad de saber evolucionar y cambiar con el mundo, semana tras semana.
Cuestionarse a uno mismo es una gran «medicina» que vale generalmente para las personas, pero, en este caso, también para una revista que, a su manera, está viva de alguna forma y vive de un sistema de relaciones. «Topolino» se ha convertido en un clásico, forma parte del imaginario de todos, patrimonio también de la gente que quizá ya no la lee (muy mal que hace J) pero que sabe perfectamente lo que es, qué propone y cuál es su gran valor, tanto a nivel de entretenimiento como a nivel formativo.
¿La identidad impresa? Imperecedera
Nosotros nos dedicamos a la imprenta, por lo que parecerá que estamos a favor, pero… creo que leer «Topolino», como leer un buen libro, es un privilegio que se disfruta con toda la calma y el placer que solo la lectura profunda e inmersiva del papel impreso puede ofrecer. La historia está ahí, fijada en un material aparentemente inmóvil. Y, sin embargo, en cuanto posamos la mirada sobre él, toma vida ante nuestros ojos sin necesidad de enlaces, desplazamientos o compartir.
¿Percibe «Topolino» la continuidad de este «milagro» a lo largo del tiempo? ¿Se ha cuestionado alguna vez su identidad impresa? ¿Se ha preocupado de establecer nuevos puentes y conexiones con sus lectores, partiendo del papel y llegando hasta el mundo digital? ¿Qué escenario está desarrollando para sus lectores?
Alex: «Topolino», el cómic en general, en realidad, tiene esta gran capacidad de comunicar, de hacer que figuras inmóviles cobren vida ante nuestros ojos, de convertir secuencias, es decir, acciones, viajes… en magia. El cómic sabe cómo transportarnos a mundos y tiempos lejanos o, simplemente, nos hace mirar mejor nuestro presente. Sabe divertirnos, apasionarnos e intrigarnos. El cómic es un arte de síntesis, usa un lenguaje moderno que combina imágenes y palabras, transforma lo imaginado en «visual». Quizá por esto mismo está resistiendo mejor a este momento de gran crisis de la lectura y del papel impreso, porque usa sobre todo códigos comunicativos modernos, sofisticados, híbridos y llenos de alusiones a otras artes visuales y narrativas.Por lo demás, el cómic sigue muy ligado a su identidad impresa. La experiencia de vivir un cómic es algo todavía muy táctil, ligado al tipo de papel, a los olores, al resultado de los colores y al producto en el sentido físico. Todas las pruebas realizadas en otras direcciones, al menos por ahora, no han llegado muy lejos.
«Topolino» y la lectura… de la realidad
«Topolino» siempre me ha parecido una excelente clave de lectura de la realidad que nos rodea. En sus historias, siempre aparecen elementos contemporáneos para poner a sus personajes en la cotidianidad de los lectores y para parodiar o tratar temas actuales en clave irónica. Ahora que tiene que ver con «nativos digitales» por un lado y con «lectores maduros» por otro, ¿en qué ha cambiado su forma de concebir las historias? ¿Trata de buscar la combinación perfecta de temáticas para hablar a ambos o apunta más a una síntesis universal que los implica de manera unitaria? ¿Cómo de complicado y estimulante es dirigirse a públicos tan distintos tratando de satisfacer a ambos?
Alex:«Topolino» es una revista semanal que crece, que evoluciona continuamente, que siente las influencias, los cambios del pensamiento común y de las evoluciones tecnológicas. A lo largo del tiempo siempre ha sabido introducir elementos capaces de acercarla a las nuevas generaciones. Tener a un público de lectores tan heterogéneo (la mitad son niños y la otra mitad son adultos) es un reto que en papel puede palidecer, pero, para esta revista, se ha convertido en una constante… tal vez, al final, en su gran riqueza, su gran singularidad, el origen de su gran fuerza comunicativa, porque desde hace tiempo se ha visto obligada a desarrollar contenidos utilizables en distintos planos de lectura: uno más ligero y de evasión, más relacionado con los chistes y la simpatía de los personajes, y otro más estructurado, quizá no siempre tan superficial y llamativo, pero capaz de tratar temáticas sólidas y capaz de estimular y apasionar también a un público más maduro. Cuando logras reflejar con eficacia esta dualidad, en general, has creado una obra maestra.
Familiarizarse con el mundo
La actualidad es especialmente prolífica en cuanto a ideas para posibles historias. El vanidoso mundo de las redes sociales, el problema de las noticias falsas, el cambio climático, la globalización… son solo algunos de los posibles temas «candentes» que estamos viviendo. Dado su tradicional valor divulgativo, ¿se siente «Topolino» capaz de abordar y explicar algunos de estos temas a su manera? ¿Está listo para aceptar el reto, una vez más, y explicar a los jóvenes y no tan jóvenes lo que está sucediendo en nuestra realidad, aunque sea particularmente confusa e intrincada?
Alex: «Topolino» lo hace desde siempre, pero no de una manera didáctica o demasiado directa. «Topolino» no debe olvidar que su función principal es entretener y divertir, a pesar de que nunca dejó de tratar temas importantes y relacionados con nuestra actualidad, como el futuro de nuestro planeta, la sensibilidad «verde», el acoso, las redes sociales y muchos más.Muchos de nosotros afirmamos haber «aprendido a leer» con «Topolino». En realidad, también aprendimos mucho más, empezamos a familiarizarnos con el mundo que nos rodea y lo hicimos de una manera segura y «protegida», algo que, por desgracia, no sucede con muchos de los nuevos sistemas de comunicación y divulgación a disposición de los más pequeños, que están a menudo bastante indefensos ante los estímulos externos.«Topolino» ayuda a desarrollar espíritu crítico
«Topolino» es una revista divulgativa, ¡pero también educativa! Me gusta pensar en ella como la edición ilustrada de las famosas «novelas de aprendizaje» del pasado. Esos textos a través de los cuales los jóvenes recorrían las etapas evolutivas que conducían a la edad adulta. ¿Se siente «Topolino» como un educador? ¿Como uno de esos maestros simpáticos, cercanos y especialmente capaces de dirigir a los alumnos hacia un mayor conocimiento de sí mismos y del mundo? Aparte de la actividad divulgativa, ¿sigue queriendo educar a los jóvenes proponiéndoles ciertos valores importantes?
Alex: En realidad, la función de la revista «Topolino» no es ni educativa ni divulgativa. Perdona si me repito, pero «Topolino» es una revista nacida para entretener y divertir. Sin más. Pero no hay duda de que siempre ha tenido esta gran habilidad para reunir sus principales particularidades con una gran capacidad para divulgar y educar. Es innegable el fuerte valor «formativo» que esta revista ha sabido encarnar en estos 70 años y que todavía forma parte de su ADN.Quien ha leído «Topolino» a una temprana edad, ha demostrado a menudo haber desarrollado curiosidad y una capacidad crítica hacia el mundo que lo rodea, con todas las «herramientas» que, desde ese momento, le serán muy útiles para desenvolverse bien en el transcurso de la vida.
Un verano… ¡misterioso!
«Topolino» se presta sobre todo a los ratos de lectura veraniega. El verano es un momento especial para compartir las historias entre padres e hijos en la playa, la montaña o de viaje. ¿Qué podemos esperar de «Topolino» para este verano? ¿Hay alguna sorpresa en camino? ¿Volverá algún regalo, en honor a aquellos tan espectaculares que aún conservamos celosamente? ¿Nos puedes anticipar algo?Alex: Los regalos de «Topolino» son algo que los lectores agradecen mucho. Ahora se ofrecen a intervalos durante todo el año y ya no es solo un gran regalo en serie en verano, como ocurría hace años. De todas maneras, el verano de 2019 reservará a los lectores de la revista una gran sorpresa. Una larga saga por entregas que durará todo el mes de julio y que tratará sobre un gran misterio y una repentina desaparición. Aparte del personaje Topolino (Mickey Mouse), la saga tendrá algunos ecos también a otras colecciones mensuales, como «Zio Paperone» (Tío Gilito) y «Paperino» (Pato Donald).
La saga, dada su importancia, se desarrollará tanto en Patolandia como en la ciudad de Mickey, cuyos habitantes unirán sus fuerzas para resolver todos juntos este complejo caso. Lo divertido es que también se invitará a los lectores a participar y a ayudar a sus héroes a encontrar la clave y la solución de este enigma y, al hacerlo, competirán también en un concurso con premio. Así que, ¡preparaos todos para sacar al Sherlock Holmes que lleváis dentro! 🙂