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El lenguaje posee una presencia física propia y dicha presencia se expresa a través de las fuentes. Elegir cuidadosamente qué fuente utilizar va más allá de puras cuestiones de gusto personal: tiene más que ver con buenas reglas tipográficas, aquellas por las que se distingue un trabajo profesional.
En este artículo, te hablamos de las curiosidades relacionadas con algunos tipos de fuentes, desde las más queridas por los diseñadores gráficos hasta la peor usada de todos los tiempos (seguro que ya has adivinado de cuál se trata). Pues bien, conocer su historia te ayudará a usarlas con mayor conciencia.
Bodoni, el primer carácter moderno
Empezamos con la compañía de Giambattista Bodoni (1740-1813), una de las personalidades más importantes de la tipografía italiana. Giambattista fue impresor y director de la Tipografía Real de Parma. En 1788 se publicó su obra más importante, el Manual Tipográfico, en el cual se mencionaban las 4 características de una buena fuente: regularidad, nitidez (legibilidad), buen gusto (sobriedad) y belleza. Virtudes que encontramos en el carácter que él creó: Bodoni. Para diseñarlo, partió de módulos geométricos que conferían al alfabeto las características mencionadas.
Podemos definir la fuente Bodoni como el primer carácter moderno, puesto que es sobrio, austero y elegante. Se caracteriza por un fuerte contraste entre los palos (algunos sutiles, otros más gruesos) y las gracias de líneas perpendiculares al trazo, en lugar de curvas como las renacentistas.
Avant Garde, la fuente ideada para una revista
Entre las personalidades más importantes del diseño internacional está Herb Lubalin (1918-1981), el director de arte de la revista Avant Garde. Herb Lubalin diseñó el carácter Avant Garde junto con el diseñador de tipos Tom Carnase. Como habrás imaginado, la historia de esta fuente está entrelazada con la historia de la revista homónima: de hecho, el carácter se creó para su logotipo.
¿Cuáles son las características de este alfabeto sin gracias (sans serif)? Si tuviésemos que asociar a sus caracteres una figura geométrica, esta sería, sin duda, el círculo. De hecho, a partir del círculo se desarrollaron las formas lineales y sencillas de estas letras, claras y fácilmente legibles. Además de poseer más versiones de la misma letra, el alfabeto también comprende una serie de politipos —ligaduras especiales entre dos o tres letras que forman un único carácter— que recuerdan a las inscripciones monumentales de los siglos XVI y XVII. Debido a su estilo retro, Avant Garde se utiliza a menudo en los diseños vintage.
Futura, la fuente en la Luna
En Alemania, en 1927, Paul Renner creó un nuevo carácter tipográfico: Futura. La fuente reflejaba plenamente el espíritu de su tiempo, gobernado por el racionalismo y el funcionalismo de la escuela de la Bauhaus. Futura se caracteriza por una geometría rigurosa, no tiene gracias y las letras se derivan de formas sencillas como el círculo, el cuadrado y el triángulo. Esto confiere a la fuente un diseño esencial, elegante y moderno.
La década de 1950 corresponde al período de oro de Futura, ya que muchísimas agencias publicitarias empezaron a usarla para campañas y titulares. Encontramos esta fuente en el logotipo de algunas marcas —como Volkswagen e Ikea (más tarde sustituida por Verdana)— y en los carteles de películas famosas, como 2001: Odisea del espacio y American Beauty. Sin duda, la conquista más importante de Futura fue la de llegar a la Luna: fue la elegida para la grabación de la placa de aluminio que se dejó en la Luna en 1969 durante la Misión Apolo 11. Posiblemente, Futura, con su nombre y su diseño moderno, ya hablaba de nuevas conquistas.
Helvetica, la fuente 100 % suiza
Helvetica es el carácter tipográfico elegido por Eduard Hoffmann y creado por el diseñador de tipos Max Miedinger en 1957. Eduard Hoffmann, cuando era director de la fundición suiza Haas en Münchenstein, pidió a Max Miedinger que diseñara una nueva fuente sin gracias para contrarrestar la difusión de Akzidenz Grotesk, un carácter creado en 1896 por la fundición alemana H. Berthold AG. Así nació Neue Haas Grotesk, rebautizada después como Helvetica para evidenciar el lugar que la vio nacer: Suiza. Helvetica procede de la palabra latina «Helvetia», que significa, precisamente, Suiza.
Helvetica es un carácter técnico, esencial y superlegible. Se utilizó mucho en la década de 1970: de hecho, la podemos ver en muchísimos logotipos y campañas publicitarias de la época. Hoy en día, no ha perdido terreno, y el mérito es de Macintosh, que en 1984 la introdujo en su sistema operativo, llevándola al éxito. Helvetica es el carácter escogido por Unimark para las señales del metro de Nueva York y también es la fuente de los logotipos de Toyota, Lufthansa, Panasonic, Mattel, Jeep, The North Face y American Airlines.
Comic Sans, la fuente que peor se ha usado
Hemos llegado a la que peor se ha usado de todas las fuentes: la Comic Sans, un carácter desarrollado por Microsoft y diseñado por el diseñador de tipos Vincent Connare en 1994. En 1995 entró en el sistema Microsoft y, a partir de aquel momento, se convirtió en una de las fuentes más populares y usadas. Comic Sans es una Sans Serif sencilla, graciosa e infantil, inspirada en las viñetas de los cómics (de ahí, su nombre).
¿Por qué tanta obsesión con este carácter? Más allá de las valoraciones estéticas, el problema de esta fuente es que a menudo ha sido usada de manera inapropiada. El caso más llamativo del uso incorrecto de Comic Sans proviene del mundo de la ciencia. El «crimen tipográfico» fue cometido por el CERN de Ginebra, cuando presentó uno de los descubrimientos más importantes de la historia —el del bosón de Higgs— con diapositivas que incluían este carácter gracioso e informal. La «partícula de Dios», como se la conoce, merecía, sin lugar a dudas, una fuente más seria.
Y ya hemos llegado al final de este artículo. Esperamos que las curiosidades que te hemos contado te acompañen cada vez que vayas a elegir usar, para tu comunicación, una de estas fuentes.