Imagina que estás saliendo de la Universidad de Princeton y, por casualidad, te cruzas con un profesor con el pelo despeinado y la mirada absorta. Te paras a hablar, está interesado en lo que haces (tal vez eres un fontanero) y te dice que lo llames en los próximos días. Te da su tarjeta de visita, la que la Universidad proporciona a todos los profesores.
En ese momento, al leer la tarjeta, te das cuenta de que tu impresión era la acertada: acabas de hablar con Albert Einstein.
La tarjeta de visita es un objeto mucho más antiguo de lo que se cree. Las primeras pistas de lo más parecido a una tarjeta de visita se encuentran hoy día en China, alrededor del año 1500 d. C. Por aquel entonces, y hasta 1800, con la llegada de las grandes industrias, la tarjeta de visita tiene la función de tarjeta «de visita», es decir, sirve para concertar citas, escribir mensajes y realizar invitaciones. Es una herramienta que forma parte de una especie de rito ceremonial que tiene lugar cuando dos personas con intereses (profesionales) comunes se conocen.
A pesar de la digitalización, la era de internet y los teléfonos inteligentes, la tarjeta de visita resiste y no parece para nada un fósil de otra era. Sigue el ritmo del paso del tiempo e interacciona estupendamente con el mundo de las redes sociales, pues es precisamente una herramienta social, dado que se entrega de mano a mano, antes del apretón de manos de despedida.
¿Pero cómo son las tarjetas de visita de personas que ahora son famosas?
Esta es la famosa tarjeta de visita de Mark Zucherberg, primer ejecutivo de Facebook. Divertida. Puede que exagerada, pero sencilla y clara.
Steve Jobs, antes de volver a Apple, fue presidente de NeXT Inc., empresa californiana de innovación tecnológica. Nada que muestre la personalidad volcánica y las grandes cualidades de uno de los principales innovadores del siglo XX.
Esta es una tarjeta de visita de una de las empresas de Donald Trump. La fuente dorada se presenta resaltada, como si se tratase del letrero de entrada a un palacio. Todo el texto está en mayúsculas.
El estilo de la tarjeta, aunque sencillo, refleja el carácter fuerte, el amor al lujo y la escasa elegancia del nuevo presidente de Estados Unidos.
Completamente diferente es la tarjeta de visita que el actor cómico y escritor Steve Martin regalaba (con autógrafo) a los que conocía. Nada de números de teléfono, ¡solo para fans!
Y los artistas y los creativos… ¿tendrán una tarjeta de visita más… creativa?
¿Cómo se presentan las personas cuya gran creatividad es conocida en todo el mundo?
El artista Andy Warhol tenía una fantástica tarjeta de visita escrita a mano, en dos colores y con fondo verdoso. La información es clara y la letra es absolutamente original y muy bonita.
Es una tarjeta de visita que nunca habrá pasado desapercibida.
Desde entonces muchos artistas y diseñadores han elegido la vía de la escritura a mano.
Esta tarjeta de visita era del gran músico de jazz Sun Ra, pianista, compositor y filósofo. En la tarjeta incluía sus ideas musicales, las cuales eran realmente innovadoras para la época.
Pero con un diseño sencillo, una fuente para nada moderna y papel de color marfil con tipografía de barrio.
Saul Bass fue uno de los grandes directores de arte, diseñadores gráficos y animadores del siglo XX. Hizo trabajos emblemáticos para el cine, para las Olimpiadas y para todas las grandes marcas estadounidenses. Su estilo diferente y sus elecciones únicas lo caracterizaban. Y, sin embargo, su tarjeta de visita era de una sencillez extrema: solo la maquetación asimétrica reflejaba la originalidad de su enfoque.
Y las empresas de creatividad más famosas del mundo, ¿cómo actúan?
¿Tienen tarjetas de visita especialmente innovadoras?
Estas son dos tarjetas de visita recientes de Pixar, probablemente los estudios de animación más importantes del mundo. Juegan a sustituir la letra I por un personaje como en los títulos de sus películas.
Con respecto a otros sectores creativos, estas son las tarjetas de visita del estudio de arquitectura de (entre muchos de sus proyectos está el museo MAXXI de Roma). El proyecto gráfico de la tarjeta es perfecto para pasar de las manos del director a las de clientes de altísimo nivel. Un diseño sencillo (aunque la fuente es más elaborada) y después el máximo espacio a soluciones de impresión y de formato que hacen resaltar la búsqueda de la belleza y de la sencillez típicas del enfoque de la gran arquitecta iraquí (fallecida el año pasado).
Para terminar, una de las tarjetas más singulares que se pueden encontrar en la web es la de Harry Houdini, el más grande ilusionista de todos los tiempos.
En los primeros años del siglo XX, era uno de los personajes más famosos del mundo y su tarjeta de visita reflejaba la idea de un hombre realmente fuera de lo común.
Entre otras cosas, la forma de triángulo de su tarjeta recuerda a una pirámide, símbolo del conocimiento, y daba la idea de algo de otro mundo o de una sabiduría de otras épocas.
(Probablemente la tarjeta en cuestión era una invitación a uno de sus espectáculos, pero era perfecta para el propio Houdini).
CONCLUSIONES
Lo que resulta más obvio de esta selección de tarjetas de visita es que los personajes famosos o importantes no necesitan nada más que su nombre. En general, todos nosotros necesitamos, en cambio, captar la atención de quien está delante con nuestra tarjeta de visita, ya que podría ser nuestra única oportunidad. El otro aspecto que podemos destacar es que todas las tarjetas de visita contienen la información necesaria y se lee, además, de manera clara e inequívoca. De hecho, el primer objetivo de esta ágil herramienta de promoción personal es proporcionar información de contacto, un poco como la página Contacto de nuestro sitio web.
En conclusión, podemos decir que los requisitos necesarios para crear una buena tarjeta de visita son sencillez, claridad y un toque de originalidad. Y la tarjeta debe reflejar de alguna manera el enfoque o el carácter de su propietario. Por lo tanto, debería ir siempre pegada a su portador.
¡Buen diseño!