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Más de 150 millones de copias vendidas y traducida al menos a 38 idiomas: El señor de los anillos, la trilogía fantástica de aventuras de J. R. R. (John Ronald Reuel) Tolkien, es uno de los libros más exitosos que jamás se haya escrito.
El profesor de filología anglosajona Tolkien difícilmente habría imaginado este futuro para su obra y para el universo que creó, tan rico en detalles que tiene, entre otras cosas, múltiples lenguas y una compleja mitología propia. Incluso la primera editorial tuvo dificultades para comprender el potencial de El señor de los anillos, hasta el punto de que decidió publicar la obra en tres libros (decretando así el nacimiento de la legendaria trilogía) para limitar los riesgos económicos de lo que parecía una obra destinada a unos pocos aficionados.
Las cosas, por suerte, resultaron diferentes.
En las décadas siguientes, las ediciones de El señor de los anillos se multiplicaron en todo el mundo y fueron de todo tipo: para coleccionistas, extensas, no autorizadas y económicas (no especialmente queridas por el autor).
Hoy contamos la historia de El señor de los anillos a través de sus portadas: desde las más icónicas hasta las más inesperadas.
La portada de la primera edición de El señor de los anillos
La primera edición de El señor de los anillos salió en tres volúmenes publicados entre julio de 1954 y octubre de 1955, tras una génesis que fue todo menos lineal.
De hecho, Tolkien trabajó desde 1937 hasta 1949 en varias fases en su obra, que no fue pensada como una trilogía sino como un único libro. Sin embargo, la editorial George Allen & Unwin no tenía la misma idea: temerosa de que una obra de tan gran tamaño pudiera resultar un fracaso, decidió dividirla en tres libros para limitar los riesgos y repartir mejor los costes de impresión.
Tolkien, que llegó a temer no ver nunca publicada su obra, decidió aceptar. Y al menos pudo consolarse con la portada minimalista y elegante que muestra una ilustración del propio Tolkien: el ojo de Sauron, rodeado de runas élficas y el Anillo Único.
Las particulares portadas holandesas de Cor Blok
Si lo primero que te viene a la mente al pensar en El señor de los anillos es su típica estética fantástica, entonces te sorprenderá la portada de la edición de bolsillo holandesa de 1965.
El holandés fue el primer idioma extranjero al que se tradujo la legendaria trilogía, aunque la primera edición no fue un gran éxito. Para una mayor difusión, hubo que esperar a la edición de bolsillo de Het Spectrum, adornada con las maravillosas y sutiles ilustraciones de Cor Blok.
Cor Blok, ilustrador y profesor de historia del arte moderno, optó por un estilo sencillo, evocador y mítico. Creó así dibujos que dejan mucho espacio a la imaginación y se alejan de la estética típicamente fantasiosa en la que se plasmó la obra en las décadas siguientes.
J. R. R. Tolkien siempre fue muy crítico con las ediciones de bolsillo, pero en este caso quedó tan impresionado con las ilustraciones de Cor Blok que se compró dos.
La portada «no autorizada»
En 1965, la editorial Ace Books en Estados Unidos publicó una edición de El señor de los anillos que hoy gusta especialmente a los coleccionistas: se trata de la edición «no autorizada».
Durante más de un año esta fue la única edición en el mercado, contribuyendo a la gran fama de Tolkien en Estados Unidos. Pero la cuenta bancaria del autor se benefició poco, al menos al principio, dado que la editorial se las apañó para pagar lo mínimo a J. R. R. Tolkien explotando un vacío legal en la ley de derechos de autor.
No obstante, las portadas de esta edición en particular quedaron grabadas en la mente de toda una generación de estadounidenses. Sobre el fondo de los tres colores primarios destacaban las ilustraciones de Jack Gaughan, colaborador de la editorial Ace Books durante mucho tiempo y para la que ilustraba libros de ciencia ficción.
Independientemente de la controversia editorial, J. R. R. Tolkien mostró cierto reconocimiento por las portadas de la edición no autorizada. No se puede decir lo mismo de otra edición estadounidense…
Las extrañas portadas de Barbara Remington que hicieron enfadar a Tolkien
«¿Por qué emúes? ¿Y qué es esa cosa en primer plano con los bulbos rosas?». Estas fueron las no demasiado amables palabras con las que el autor de El señor de los anillos recibió la portada de la primera edición de bolsillo autorizada en Estados Unidos, publicada por la editorial Ballantine en 1965.
En su defensa, la autora de estas portadas, la pintora estadounidense Barbara Remington, dijo que no había leído El señor de los anillos y que había trabajado en una rápida descripción de la obra por parte de la editorial. Una polémica similar rodeó también la portada de El hobbit, la obra de Tolkien para niños que inspiró su trilogía más famosa. En la portada de El hobbit, Barbara Remington añadió un león. Tolkien exigió a la editorial que lo retirara inmediatamente, de manera que solo aparece en la primera edición y no en las reimpresiones.
Aunque al autor del libro no le gustó el trabajo de Barbara Remington, a muchos aficionados sí. De hecho, en la década de 1960 se puso muy de moda un póster diseñado por la misma ilustradora que combinaba las tres portadas en una gran composición.
Las portadas diseñadas por Tolkien
Quizás para compensar la metedura de pata, la editorial Ballantine decidió utilizar ilustraciones del propio J. R. R. Tolkien para las portadas de las ediciones posteriores.
Las tres ilustraciones realizadas con lápiz, tinta y acuarela ofrecen una excepcional visión de una de las habilidades menos conocidas del autor de El señor de los anillos: el dibujo.
En realidad, la poderosa imaginación de Tolkien a menudo se materializaba en dibujos, ilustraciones, mapas y artefactos que el escritor siempre creaba para acompañar sus escritos. Lamentablemente, muchas de las obras creadas por Tolkien se han perdido.
Las portadas noventeras que inspiraron el largometraje
Quienes leísteis El señor de los anillos en los años noventa del siglo pasado recordaréis las portadas donde relucían las maravillosas ilustraciones de Alan Lee. Las imágenes creadas por Alan Lee —que curiosamente ni siquiera nació en los años en los que Tolkien escribió su obra maestra— son poderosas, imaginativas, monumentales, épicas y, en cierto modo, misteriosas.
Las portadas de Alan Lee fueron utilizadas por primera vez por Harper Collins para la edición ilustrada de 1991 que celebraba el centenario de Tolkien.
Las acuarelas del pintor inglés tuvieron tal éxito que influyeron en la estética ligada a El señor de los anillos en todas las décadas siguientes hasta la actualidad. De hecho, son estas las que inspiraron la famosa y exitosa adaptación cinematográfica de Peter Jackson. El director neozelandés no solo las utilizó como referencia para sus películas, sino que también invitó a Alan Lee a seguir la producción de las películas, ¡que duró unos buenos seis años!
El ilustrador se convirtió así en un importante colaborador del director.
Las extrañas portadas polacas de El señor de los anillos
Si nos trasladamos a países no occidentales, y en su momento pertenecientes al antiguo bloque comunista, comprendemos cómo el imaginario creado por Tolkien es tan amplio y prolífico que consigue los resultados más inesperados. Especialmente en lo que respecta a las portadas.
Un ejemplo son las ediciones polacas de El señor de los anillos. En 1981 apareció una edición cuyas portadas presentaban rostros extraños e inquietantes. Se trata de las ilustraciones de Jerzy Czerniawski, artista especializado en la creación de pósteres y carteles en el contexto de la contracultura polaca de los años setenta del siglo XX.
La elección del diseño de estas portadas probablemente también esté dictada por el intento de escapar a la censura. De hecho, dentro del bloque comunista, la trilogía de Tolkien fue vista con sospecha. No obstante, en Polonia se siguen publicando portadas sui géneris incluso en tiempos más recientes. Por ejemplo, en una edición de bolsillo de 2006, la portada presenta algunos detalles extrapolados de las pinturas del misterioso pintor flamenco Hieronymus Bosch.
Las portadas soviéticas de El señor de los anillos
En Rusia, durante la Guerra Fría, la lectura de la obra maestra de Tolkien podía ofrecer resultados y portadas aún más sorprendentes a los ojos de un lector occidental.
Un ejemplo son las ilustraciones del artista ucraniano Sergei Iukhimov, utilizadas en las ediciones rusas de 1993 de El señor de los anillos y que se encuentran, según los estudiosos, entre las más complejas y ricas en matices hasta la fecha.
En sus poderosas imágenes, Iukhimov combina motivos medievales y modernos, embellecidos con una técnica que imita los antiguos mosaicos cristianos. El resultado es algo único.
Los aficionados y entusiastas podrían despreciar estas interpretaciones tan alejadas de la estética más comúnmente vinculada a la obra maestra de fantasía de Tolkien. Por otro lado, este particular recorrido por el mundo a través de portadas nos cuenta cómo el poder de la imaginación es en realidad mucho más amplio de lo que creemos. La obra de Tolkien, tan rica en detalles y tan llena de magníficos vislumbres imaginativos, ha sabido estimular los rincones más ocultos de las mentes y los corazones de editores, ilustradores y lectores de todo el mundo.
¿Qué opinas tú? ¿Cuál es tu portada favorita de «El señor de los anillos»?