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Rótulos para establecimientos comerciales: ejemplos, ideas y consejos para escoger el más adecuado
La visibilidad, la claridad y la facilidad de reconocimiento son las claves para diseñar un rótulo que funcione. Aquí te mostramos varios tipos de rótulos y te ofrecemos algunos consejos para escoger el más adecuado para tu negocio. ¡Síguenos!
El rótulo de un establecimiento comercial: qué es y para qué sirve
El rótulo es, simplificando mucho, el letrero que indica la existencia de un negocio. Por tanto, también es una herramienta para hacerse publicidad y atraer potenciales clientes. Para que resulte bien visible, suele colocarse en una posición alta, sobre la entrada de la tienda, y presentar el logotipo del negocio. ¿Solo el logotipo? Bueno, depende: en el caso de que el logotipo o el nombre no sean autoexplicativos o bastante conocidos, puede añadirse también la indicación del tipo de actividad. Ejemplo: «Marisa&Paolo» podría tener un rótulo con el nombre y el logotipo de «Marisa&Paolo» acompañados de la explicación «Servicios de planchado».
Pero, para entender mejor cómo se crea un rótulo, veamos algunos ejemplos.
Ideas y ejemplos de rótulos para tiendas
Los rótulos se dividen en dos grandes categorías que se distinguen por el precio y el grado de visibilidad.
Los rótulos luminosos
Son rótulos con un sistema de iluminación incorporado que aumenta su visibilidad incluso de noche, o en plazas o calles muy concurridas; si, por ejemplo, la tienda está cerca de una gran intersección, un rótulo luminoso puede conseguir que destaque más. El clásico ejemplo es la cruz de la farmacia, visible incluso de lejos y en plena noche.
Evidentemente, un rótulo de este tipo tiene un coste mayor respecto a un panel no luminoso, dado que es más complejo de producir.
Pero ahora demos un paseo por los principales tipos de rótulos luminosos que podemos encontrar en nuestras ciudades, porque hay muchos.
Los bloques luminosos
Son paneles dotados de iluminación LED interna. ¿Su principal ventaja? Que son muy visibles, incluso de lejos.
Las letras luminosas
Pueden fabricarse en aluminio, acero o plástico y dentro contienen una iluminación LED que las hace visibles incluso de noche. A nosotros nos gustan porque tienen un aire retro.
Los rótulos retroiluminados
Se iluminan mediante luces LED colocadas en la parte trasera. El efecto es muy elegante, ya que el rótulo queda envuelto en un halo de luz velada.
Los tótems luminosos
Son rótulos verticales iluminados desde dentro que se colocan en el suelo, cerca de la entrada de la tienda. Pros: garantizan una gran visibilidad, ya que los transeúntes que pasean por la acera se ven obligados a pasar justo delante de estos rótulos —¡es realmente imposible no verlos!—. Contras: su instalación ocupa mucho espacio. Además, no sustituyen al clásico rótulo colocado al nivel del techo, sobre la entrada del establecimiento, ya que los tótems no son muy visibles desde lejos.
Los rótulos no luminosos
Son rótulos que no poseen un sistema de iluminación integrado y que, normalmente, tienen precios de fabricación más modestos. No garantizan el mismo grado de visibilidad que un rótulo luminoso; no obstante, si tu tienda está bien iluminada, puedes tener en cuenta esta idea. Existen realmente muchísimas soluciones entre las que escoger: aquí te mostramos algunas.
También están los rótulos impresos en un panel rígido (de Forex®, metacrilato, aluminio o polipropileno), que te ofrecen amplísimas posibilidades de personalización.
Si quieres dar a tu negocio un aire retro, puedes recurrir a un rótulo grabado: sobre una placa de mármol o sobre un panel de madera.
O puedes optar por un rótulo tipo bandera de hierro forjado, como es costumbre en Francia.
¿Quieres destacar mucho el rótulo y conseguir que sea bien visible incluso desde lejos? Opta por un cartel tridimensional, con los caracteres o el logotipo realizados en relieve. En este caso, la fabricación será más compleja y los costes, más altos.
Hablando de costes, la pregunta era inevitable…
¿Cuánto cuesta un rótulo?
La respuesta, como suele pasar, es «depende»:
- Depende del tipo que escojas. Ya hemos visto, por ejemplo, que los rótulos luminosos o tridimensionales presentan un coste mayor respecto a los paneles impresos sencillos.
- Depende del coste del profesional al que le encargues el trabajo.
- Depende del coste del impuesto que haya que pagar al Ayuntamiento.
A este respecto, las cosas están claras, ya que se regirán por una normativa local. En el caso de Italia, se trata de la Ley n.º 75, de 24 de abril de 2002, que establece que la tasa por la instalación «no deberá pagarse por rótulos para el ejercicio de actividades comerciales o para la producción de bienes o servicios que se usen para caracterizar el establecimiento en el que se desarrolle la actividad a la que hacen referencia, siempre que ocupen una superficie total de hasta 5 metros cuadrados». Traducción: si el rótulo no supera una superficie de 5 metros cuadrados, no deberás pagar ningún impuesto. Si es más grande, deberás pagar una tasa por su instalación, que dependerá de las dimensiones del rótulo.
¿Qué hay que hacer para exponer el rótulo?
Deberás solicitar al Ayuntamiento la autorización pertinente. Así que, antes de elaborar un proyecto, te aconsejamos que compruebes con la Concejalía de Urbanismo si en tu barrio hay alguna normativa a la que atenerse en cuanto al aspecto y las dimensiones de los rótulos.
Una vez comprobado, podrás encargar tu rótulo. ¿Qué documentos hay que presentar en el Ayuntamiento?
- el proyecto de rótulo;
- el correspondiente formulario rellenado;
- la solicitud de autorización.
Después, deberás esperar a recibir la aprobación. Y, en el caso de que tarde en llegar, siempre podrás exponer un rótulo temporal durante 90 días.
Dado que ya hemos hablado de la tramitación del proyecto, vamos a terminar dejándote unos consejos para escoger un rótulo funcional que transmita de forma elocuente información sobre tu negocio.
Consejos para diseñar un rótulo eficaz
Facilidad de reconocimiento, claridad y visibilidad. Ya hemos comentado que estas son las claves. He aquí un par de consejos para trabajar estos aspectos.
Para un rótulo reconocible:
- Respeta la identidad de la marca. Por tanto, utiliza caracteres y colores que formen parte de la identidad visual de la marca.
- Piensa en el público objetivo: el rótulo debe atraer a tus potenciales clientes.
- Respeta el estilo del establecimiento y, a ser posible, el estilo arquitectónico del edificio en el que se vaya a instalar. Habrá que prestar especial atención en el caso de establecimientos comerciales que deseen instalarse en cascos históricos.
- Estudia a la competencia: esto te permitirá no solo darte cuenta, con un vistazo rápido, de si en el barrio existen determinados parámetros estéticos que se deban respetar, sino también cómo diferenciarte y trabajar en los aspectos por los que tu negocio es único.
Para un rótulo claro y legible:
- Concéntrate en pocos elementos o correrás el riesgo de crear confusión.
- Estudia la dimensión o el grosor de los caracteres y el kerning. El texto debe ser legible desde lejos, en condiciones de poca luminosidad y observándolo rápidamente, al pasar delante a bordo de una moto o un coche. Sin embargo, atento a no «gritar»: unos caracteres mastodónticos podrían resultar poco elegantes.
- Escoge un buen contraste de colores entre la fuente y el fondo, que sea capaz de resaltar el logotipo o el nombre del establecimiento.
Ahora que ya tienes más claro lo que hay que hacer, ¡ya puedes empezar con tu proyecto!