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Recordaremos el verano de 2023 por muchas cosas, entre ellas por un color: el rosa Barbie.
¿Quién no conoce a Barbie? La muñeca —o mejor dicho la línea de muñecas—, que fue creada en 1959 por la empresa estadounidense Mattel, es probablemente el juguete más famoso del mundo. Ahora, gracias también al éxito mundial de la película Barbie dirigida por Greta Gerwig, ha conseguido convertirse en un icono transgeneracional.
Tanto en la producción de la película como en la intensa campaña promocional que acompañó su estreno, reinó el color oficial de Barbie: el rosa Barbie. Se ha utilizado tanto que algunos artículos periodísticos advirtieron sobre una escasez mundial de rosa. «¡Ya no hay rosa en el mundo!», gritaban alarmados algunos diseñadores, mientras que fans entusiastas se vestían de rosa Barbie para ir al cine, Google honraba el estreno de la película con un huevo de Pascua rosa, los bancos de algunas paradas de autobús en Los Ángeles y Sídney se estaban volviendo rosas y muchas otras marcas —como la serie de consolas de videojuegos Xbox de Microsoft— seguían la colorida tendencia del momento para promocionar sus productos.
¿Pero sabías que Barbie no siempre ha sido tan rosa? ¿Y ese rosa en el siglo XVIII lo llevaban hombres y mujeres por igual, como hoy en día? ¿Y te imaginabas que el rosa Barbie es en realidad uno de los colores más antiguos de nuestro planeta? Conozcamos más sobre la historia de este color icónico, el rosa Barbie, y el uso que le ha dado la marca Mattel.
¿Qué color es el rosa Barbie?
El rosa Barbie tiene su propio código Pantone, el sistema internacional de clasificación de colores para impresión. El código Pantone para el rosa Barbie es 219 C, es un tono entre rosa y magenta. De hecho, es casi fucsia.
Leatrice Eiseman, directora del Pantone Color Institute, lo describió como «Un rosa cálido, un descendiente del “color madre” rojo, del que adquiere algo del dinamismo, la energía y el aspecto teatral del rojo, pero mitigado para que no sea tan agresivo». En definitiva, según muchos, es un rosa que no se puede ignorar.
Se suele decir que el rosa Barbie es propiedad de Mattel. Esto no es exactamente cierto, al menos por el momento. De hecho, Mattel ha intentado registrar el rosa Barbie, pero aún no lo ha conseguido (a diferencia, por ejemplo, del turquesa registrado por la marca de joyería Tiffany & Co.). Sin embargo, es la única empresa que puede utilizar este color concreto para lo relacionado con el mundo de las muñecas y sus complementos.
En cualquier caso, también gracias a la película de 2023, el carácter distintivo del rosa Barbie ha alcanzado su apogeo, hasta el punto de que algunos carteles publicitarios solo mostraban la fecha y el color icónico de Barbie.
Mattel ha intentado por todos los medios proteger el uso exclusivo de este color: en 1997 demandó al grupo musical Aqua por utilizar el rosa Barbie en su vídeo, pero la demanda acabó en nada. ¿Las cosas serían diferentes hoy?
Barbie no siempre ha sido rosa
Curiosamente, Barbie no siempre ha estado asociada al color rosa, o al menos no de forma tan preponderante como para convertirse en su color icónico. El uso extensivo del rosa Barbie para la famosa muñeca Mattel no comenzó hasta la década de 1970.
La primera Barbie llegó a las tiendas en 1959: concretamente el 9 de marzo fue presentada en la feria del juguete de Nueva York al precio de venta de 3 dólares. Para la época, era una muñeca de alta gama y su apariencia también tenía «clase»: Barbara Millicent Roberts, conocida como Barbie, vestía un elegante traje de baño de una pieza en blanco y negro.
En los años setenta del siglo XX el packaging empezó a lucir de manera predominante el famoso rosa. La elección estuvo dictada por el marketing, con el objetivo de llegar a un mercado aún más definido de niñas preadolescentes. En particular, la primera Barbie totalmente rosa fue la Barbie Superstar y posteriormente los accesorios se volvieron cada vez más rosas: su coche, por ejemplo, un impresionante Corvette rosa, y el mobiliario y la arquitectura de la casa de sus sueños. Así, a partir de 1990 el universo Barbie era increíblemente rosa.
Fue a partir de ese momento que Barbie y el rosa comenzaron a convertirse en sinónimos. El largometraje Barbie de 2023 corona esta exitosa combinación. En la película, el rosa —como subraya la directora Greta Gerwig— es fundamental y está diseñado para ser tan brillante que resulte «casi excesivo». Sarah Greenwood, la diseñadora de la película, contó que los responsables de la paleta de colores mezclaron más de cien tonos diferentes hasta llegar a la paleta final de la película, que tiene alrededor de 10 rosas diferentes.
Sin embargo, hay un elemento de Barbie que es rosa desde el primer momento: el logo. Aunque ha tenido varias transformaciones de tonalidad desde su primera versión en 1959, el logo diseñado por Mattel muestra el color simbólico de la muñeca.
El rosa es un color controvertido
La elección del color por parte de la marca Barbie y su uso masivo no parece tan evidente si repasamos la historia de este color. La asociación entre el color rosa y la feminidad es, de hecho, una novedad del siglo XX. Pero empecemos desde un poco más lejos.
Aunque el rosa es probablemente uno de los colores más antiguos de nuestro planeta (algunos científicos han descubierto una roca de color rosa Barbie que data de hace más de mil millones de años), fue en el siglo XVIII, concretamente en la corte francesa, cuando el color se puso de moda por primera vez, tanto para hombres como para mujeres.
A principios del siglo XX el rosa y el azul aún no tenían una connotación de género clara: algunas encuestas de la época citan el azul como el color que debían llevar las niñas. Es solo durante el siglo XX, también gracias a las campañas de marketing y al uso del color por parte de las marcas, cuando el rosa se convierte en un color para las niñas y el azul para los niños.
Hoy día la identidad del rosa vuelve a ser cuestionada por las propias marcas, demostrando la vivacidad de este color difícil de encasillar. A mediados de la década de 2010, por ejemplo, floreció la tendencia del rosa milenial, un rosa entre salmón y melocotón que se afianzó en todas las formas y para todos los géneros, convirtiéndose en 2016 en el color del año para Pantone.
Ahora que has descubierto su historia, ¿te gustaría utilizar el rosa Barbie en uno de tus proyectos?