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En 2010, se anunció el cierre de Newsweek, una de las revistas estadounidenses más vendidas del país. Apenas tres años antes, Ann Moore, consejera delegada del grupo Time, había hecho el siguiente anuncio: «Lamento anunciar que, a partir del 20 de abril de 2007, dejaremos de publicar Life Magazine».
La llegada de la edición digital parecía que había destinado al mundo de las revistas impresas a la ruina. Se creía que ningún lector querría volver a hojear una revista en papel porque todos acabarían usando dispositivos digitales para leer. El futuro parecía escrito.
Quince años después de aquel anuncio, podemos decir que sí, muchas revistas han tenido que cerrar sus puertas. Pero también muchas otras han crecido y, sobre todo, en el submundo de las revistas independientes, de los nichos de interés, de las comunidades, de lo «underground» y de otros muchos tipos de publicaciones considerados como marginales y demasiado pequeños para el mercado editorial, han surgido revistas originales, valiosas, bien acabadas e innovadoras que, poco a poco, han ido ganando popularidad y, de hecho, han tenido mucho éxito.
En concreto, con esta serie de artículos, nos vamos a centrar en esas revistas que nacieron un poco por diversión y un poco por pasión, y que han logrado dar vida al mundo de las revistas, creando nuevos estándares y, en algunos casos, nuevos mitos.
Vamos a ir en busca de las revistas más creativas, coloridas y locas, pero también de las más populares de los años 2000.
El problema de la sostenibilidad de las revistas: cubrir costes
En 2006, se estrenó en el cine «El diablo viste de Prada», una especie de referencia bastante obvia a las grandes revistas de moda estadounidenses, en particular a Vogue y su explosiva y autoritaria directora, Anna Wintour.
Este tipo de revistas tenían unos costes de producción elevadísimos. La prueba es que la película está ambientada en una redacción ubicada en un lujoso rascacielos de Manhatan. Estas revistas marcaban la historia de la moda, creaban tendencias, dictaban leyes e influenciaban en el gusto de la gente a nivel mundial. En estos artículos, no vamos a hablar de este tipo de publicaciones, pero es importante comprender que, en esos años, el modelo de negocio que tenían no era sostenible para la mayoría. De hecho, la gran mayoría de revistas de moda de todo el mundo que aspiraban a ser como Vogue terminaron sepultadas por sus propias deudas: costaban demasiado. Y eso mismo ocurrió con muchísimas revistas de información que, debido a las escasas ventas y a los elevados costes de producción (no solo de impresión, sino también de redacción y de colaboración), cerraron sus puertas. Mientras que en EE. UU. cerraba Life, en Italia cerró L’Europeo, además de otras muchas revistas que tuvieron que reducir el número de páginas, la calidad de impresión y, a veces, la de la redacción.
Lejos de todo el ruido generado por estos fracasos, muchas personas curiosas e impulsadas por su pasión por los distintos campos del mundo creativo, como el dibujo, la ilustración, el diseño, la sastrería o la literatura, decidieron crear, con sus propios medios, revistas nuevas que ninguna tienda vendería, pero que, gracias a internet, se podían vender en todo el mundo. Y fue así como estos pequeños proyectos, nacidos algunos incluso hace veinte años, han resistido hasta hoy, creando estilos nuevos y comunidades de fans en todos los continentes.
Diez revistas increíbles que no fracasaron (al contrario)
Para demostrar que las profecías más nefastas no siempre se cumplen, te dejamos una lista de diez revistas que no solo nacieron en este siglo por pasión, por ganas, por locura o por aburrimiento de algunas personas, sino que también han sobrevivido a la gran crisis de las publicaciones impresas superándola con creces, convirtiéndose incluso en pequeños (o grandes) éxitos editoriales. Vamos a empezar con una de las más antiguas, en circulación desde hace casi veinte años.
Hi-Fructuose
En 2005, los artistas Attaboy y Annie Owens decidieron fundar una revista para explorar el arte contemporáneo, mezclando éxitos y fracasos, y, sobre todo, abriéndose a presentar a artistas emergentes que enviaban sus obras a la revista. El enfoque de Hi-Fructose fue innovador para su época y permitió que un simple blog se convirtiera en una verdadera revista, con versión en papel.
Juxtapoz
Una historia similar es la de Juxtapoz, cuya fundación como grupo de trabajo es aún más «antigua», nada más y nada menos que de 1994. El punto fuerte de esta revista trimestral, que desde el 2009 ha superado en ventas y prestigio a la gran mayoría de revistas de arte contemporáneo como Art News o Artforum, es que se enfoca en el arte callejero, en la ilustración o en la psicodelia, además de en estilos ya establecidos como el pop art, el arte conceptual o el minimalismo.
Estas revistas que han empezado desde abajo son las que permitieron que lo que se consideraban expresiones artísticas menores y marginales, salieran de la oscuridad y fueran cada vez más conocidas y valoradas.
Sirene
Si hablamos de experiencias más recientes, una de las más singulares es la de la revista angloitaliana Sirene, cuyo lema es «the ocean outside, the ocean inside – il mare fuori, il mare dentro» (el océano fuera, el océano dentro).
Su diseño elegante está hecho para los románticos del mar. Está impresa en papel reciclado que se obtiene a partir de algas marinas y sus sugerentes fotos nos sumergen en un profundo y apasionante entorno marino.
El éxito internacional del proyecto fue posible gracias a una campaña de recolección de fondos en Kickstarter.
FUKT magazine
Una de las revistas de arte más bonitas y originales de los últimos años proviene de Noruega. Esta revista se centra por completo en el arte contemporáneo, un tema que atrae a cada vez más artistas y aficionados del mundo entero. Fundada por el artista Björn Hegardt en 1999, desde 2004, y gracias al trabajo creativo de su pareja Ariane Spanier, directora de arte, Fukt ha creado una comunidad de fans que no se pierde ni un solo número de la revista.
La independencia del proyecto, gestionado por un equipo muy pequeño, está garantizada gracias a las suscripciones y a las tiradas limitadas (muchos números están agotados), sin necesidad de recurrir a la publicidad.
Cabe destacar que el gobierno noruego incentiva este tipo de proyectos y cubre parte de los gastos de impresión, lo que da tranquilidad al equipo para poder seguir experimentando.
Toothache
La revista Toothache, que se traduce como «dolor de dientes», no está editada por un grupo de dentistas, sino por chefs profesionales. Se jacta de ser una revista «de chefs, para chefs». Aunque no es muy innovadora en términos de estilo y diseño en comparación con otras publicaciones del sector, sus contenidos de alta calidad le aseguran visibilidad y ventas.
Noble rot
En el amplio y, a veces, un poco repetitivo mundo de la gastronomía, nació hace unos diez años (en 2013) una revista original y con un enfoque totalmente transgresor: Noble Rot, que se traduce como «podredumbre noble».
¿Sobre qué trata? Aborda temas como el vino, la música, la comida y la vida con una perspectiva londinense que ha conquistado a lectores del mundo entero, manteniendo el estilo irreverente, caótico y transgresor que la ha llevado al éxito.
Shelf Heroes
El mundo del cine está plagado de revistas y blogs independientes, pero todos se parecen un poco. Entre las revistas que destacan está Shelf Heroes, que nació como un fanzine impreso de manera ocasional por apasionados del cine y que se convirtió, gracias a sus ilustraciones coloridas y a unos excelentes contenidos, en una de las revistas más divertidas y respetadas del sector.
Real Review
Hay proyectos que nacen de las ganas y la pasión de personas que, por diversas razones, deciden crear una revista. En este caso, el arquitecto Jack Self, gracias a la colaboración entre su estudio de arquitectura y un estudio de diseño, decidió crear una revista que capturase el espíritu de la época, centrándose en lo que significa vivir día a día. En una época de regeneración urbana e innovación social, Real Review ha conseguido conquistar a muchísimos lectores, incluso aunque no sean arquitectos.
Parte de su éxito también se debe a su formato «plegado» que la hace única.
Little Atoms
Esta revista nació como un programa de radio en 2005, en Londres, con el objetivo de hablar en defensa de la ciencia y el racionalismo, además de para abrirse al debate y dejar que el público interviniera libremente. Tras diez años de actividad, primero se creó una página web con los contenidos del programa, que siempre se ampliaban con más entrevistas y contenidos de literatura, política y arte, hasta que se publicó la elegante revista de opinión que sigue viva a día de hoy.
Frankie
El décimo ejemplo es el de Frankie, una revista australiana fundada por las amigas Louise Bannister y Lara Burk, y que trata muchas de sus pasiones: el arte dulce, la ilustración, la costura creativa, la lectura y las fotos bonitas. Refleja un ambiente totalmente femenino, creativo y colorido que, en el momento de su lanzamiento hace quince años, no era tan común.
Al igual que muchas revistas citadas en este artículo, sus espectaculares e interesantes portadas son parte de su éxito.
