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En 1949, tras la firma del Tratado de Londres, se funda el Consejo de Europa. Esta organización internacional nace con el objetivo de evitar que se repitan los sucesos de la Segunda Guerra Mundial y, a día de hoy, con 47 Estados miembro, promueve la democracia, los derechos humanos, la identidad cultural europea y la búsqueda de soluciones ante los problemas sociales.
El Consejo de Europa no debe confundirse con la Unión Europea (organización política y económica de tan solo 27 Estados miembro) o con Europa (región geográfica del mundo, normalmente considerada un continente).
Entre el año de su fundación y 1955, se enviaron al Consejo más de 150 propuestas de forma espontánea para elegir la bandera que representaría a la Europa unida. De hecho, nunca hubo un anuncio oficial y las distintas propuestas llegaron de personas de todo el mundo (aunque sobre todo de Francia y de Alemania) tras escuchar el asunto en la radio o haberlo leído en los periódicos.
Después de que varios comités de evaluación analizasen las propuestas, en 1955 se aprobó y se oficializó el diseño que todos conocemos hoy. Jonas von Lenthe nos cuenta la historia y nos muestra muchas de las propuestas rechazadas en el libro Rejected: Designs for the European Flag, publicado en noviembre de 2020.
Jonas es un fotógrafo e investigador que vive en Berlín, que colabora en exposiciones de arte y que publica libros con contenidos realmente específicos y fascinantes. Se interesó por la bandera europea en 2016, cuando el símbolo empieza a extenderse en contextos culturales y en la moda. Cuando investigó el origen del diseño de la bandera, y sabiendo que hubo cientos de propuestas rechazadas, Jonas contactó con el archivo del Consejo de Europa que compartió con él el material.
Jonas se quedó bastante impresionado por la variedad y la calidad de las propuestas, en las que vio ilusión por un futuro mejor. Si bien todos los proyectos comparten la idea de una Europa unida como modelo para el futuro, a nivel gráfico había una gran heterogeneidad.
El libro está estructurado en capítulos después de la introducción: diseños más abstractos y simples caracterizados por fondos planos, propuestas centradas en las letras «e», «eu» o en la palabra «Europa», proyectos que incluyen al sol en sus distintas formas, la cruz suiza como símbolo de paz y multiculturalidad, y, por último, un capítulo final sobre las estrellas, para llegar a la propuesta que finalmente salió elegida. Veamos algunos ejemplos de cada capítulo.
Colores y fondos planos
Letras «e», «eu» o «Europa»
El sol
La cruz suiza
Las estrellas
En el apartado final, encontramos algunas propuestas que incluyen estrellas amarillas dispuestas en un círculo sobre un fondo azul oscuro. Oficialmente, la propuesta elegida se le otorga a Arsène Heitz, un antiguo empleado de la oficina de correos del Consejo, pero varias personas reivindican la autoría parcial de la bandera. Como también afirma Jonas, es muy difícil saber quién fue la persona que realizó primero la propuesta ganadora y puede que sea más bonito pensar que fue fruto de un esfuerzo colectivo.
Rejected: Designs for the European Flag nos cuenta de forma visual la interesante historia de cómo un continente, Europa, creó su bandera en tiempos modernos, un evento bastante raro. En 2006, Ted Kaye, secretario de la Asociación Norteamericana de Vexilología (termino que hace referencia al estudio científico y académico de las banderas) publicó el libro Good Flag, Bad Flag. El libro se desarrolla en torno a cinco reglas y explica la simplicidad y el simbolismo básico que hay detrás de la elección de imágenes, colores o patrones.
Por desgracia, el libro de Kaye no existía en la década de los 50 y el estudio de las banderas no estaba al nivel al que está actualmente. A pesar de la espontaneidad de las propuestas (muchas de ellas fueron enviadas por aficionados de las artes gráficas e ilustrativas), el diseño de la bandera de Europa la hace única y reconocible, además de reflejar los valores que, por desgracia, se están poniendo a prueba en los últimos años por parte del nacionalismo, la crisis económica y la crisis migratoria. ¿Estamos ante el momento de crear un nuevo diseño que nos recuerde los ideales europeos?