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Cuando, en un verano anónimo de finales de milenio, aparecieron en las estanterías de las librerías londinenses los escasos ejemplares de un nuevo libro infantil, pocos mostraron interés. Y, sin embargo, esas páginas contenían un universo que acabó conmoviendo a millones de personas, cautivando a generaciones enteras de adultos y niños.
Ese libro fue Harry Potter y la piedra filosofal, el primer libro de la exitosa saga creada por la autora británica Joanne Rowling, más conocida como J. K. Rowling desde entonces.
Traducida a más de ochenta idiomas, incluidos el latín y el griego antiguo, la saga de Harry Potter es una auténtica serie de culto editorial: el primer libro ha vendido más de 120 millones de ejemplares y la saga completa más de 600 millones. Aprovechando este éxito mundial, hemos examinado los siete libros que componen la saga para explorarlos en sus innumerables diseños de portada.
Desde la primera portada, creada por un joven y entusiasta ilustrador, hasta la portada china elegida por concurso. Desde las portadas estadounidenses con un título diferente hasta las delicadas ediciones japonesas con las ilustraciones de un ex corredor de maratón: he aquí las portadas de Harry Potter más sorprendentes.
La primera portada, creada por un ilustrador en ciernes
Comenzamos con la primera e icónica aparición de Harry Potter en las librerías. El periplo de la saga comenzó en 1997 en el Reino Unido: el 26 de junio, la editorial Bloomsbury publicó Harry Potter y la piedra filosofal (el título original en inglés: Harry Potter and the Philosopher’s Stone).
La tirada fue muy reducida, alrededor de 500 ejemplares. Quizás por eso también se confió la portada a un joven ilustrador novato: Thomas Taylor. Con solo 23 años, Taylor se encontraba en su primer encargo oficial como ilustrador: su trabajo principal en aquella época era de empleado en una librería infantil. Para su nuevo encargo, como cuenta en su página web, Thomas Taylor compró unos lápices nuevos y una cerveza belga para celebrarlo. En dos días tuvo lista la primera versión de la portada de Harry Potter. La entregó en mano, era un boceto a lápiz, coloreado en acuarela y repasado con tinta.
Por su sencillez, la portada tuvo tanto éxito que también se utilizó en las primeras ediciones de Canadá, Australia e India, lo que la convirtió en un éxito mundial.
Desgraciadamente para Thomas Taylor, la editorial Bloomsbury optó por otros ilustradores con más experiencia para los siguientes libros de la saga —Cliff Wright, Giles Greenfield y Jason Cockcroft—. Para entonces, el libro ya era un superventas mundial.
Pero Thomas Taylor, que actualmente es también un exitoso autor de libros infantiles, solo se arrepiente de una cosa: no haber comprado ningún ejemplar de la primera edición, que hoy tienen un valor de unas 40 000 libras esterlinas.
La primera edición estadounidense, con otro título
La primera edición estadounidense apareció en 1998 y fue publicada por Scholastic. Como se puede apreciar inmediatamente en la portada, el título fue cambiado a Harry Potter and the Sorcerer’s Stone (en inglés, sorcerer significa «mago» o «hechicero»; término elegido en lugar de philosopher). El editor Arthur Levine creía que el término «filosofal» sonaba demasiado arcaico para el público estadounidense.
Las ilustraciones de las portadas de los siete libros de la saga fueron confiadas a la artista estadounidense Mary Grand Pré. Las portadas se convirtieron al instante en un «clásico», permanecieron en circulación durante unos 20 años y son la representación de Harry Potter para toda una generación de estadounidenses.
Entre otras cosas, fue la artista estadounidense quien también inventó lo que hoy se puede considerar el logo de Harry Potter: la «P» de Potter que se convierte en una especie de rayo. La creación del lettering no estaba prevista en el encargo, fue más bien una intuición afortunada de Mary Grand Pré, que experimentó con esta solución como buena apasionada de la tipografía que es.
Esa intuición de la artista resultó acertada hasta el punto de que el nombre Harry Potter con el rayo fue adoptado para el logo de las adaptaciones al cine y en muchas otras ediciones: incluidas la finlandesa y la indonesia, ¡e incluso se trasladó al cirílico!
Portadas de Harry Potter «para adultos»
El creciente éxito de Harry Potter involucró no solo a los jóvenes, sino también a muchos adultos. Fue por ello que en el Reino Unido la editorial Bloomsbury decidió publicar una versión de la saga con portadas expresamente diseñadas para adultos.
Contraviniendo el dicho «No juzgues un libro por su portada», lo único que cambió la editorial entre la versión infantil y la de adultos fue, precisamente, la portada.
Si bien es cierto que las portadas fotográficas de la primera edición para adultos no eran precisamente apasionantes, Bloomsbury publicó en 2013 una nueva e impresionante edición realzada con los increíbles grabados de Andrew Davidson, un reconocido artista británico especializado en xilografía. El resultado es sorprendente.
Las portadas de linograbado coleccionables
Otra serie de portadas que incluyen una particular técnica de impresión artística es la creada por la artista escocesa Clare Melinsky para la edición especial de la saga de Harry Potter publicada en Gran Bretaña en 2010.
Las originales portadas están realizadas con la técnica del linograbado: un tipo de impresión en relieve que, como sugiere el nombre, utiliza un fino bloque de linóleo.
Instalada en su cabaña en el suroeste de Escocia, Clare Melinsky creó coloridas y elegantes ilustraciones, que se centran de forma más o menos metafórica en la progresión de la historia.
La misteriosa portada italiana con un ratón gigante
En Italia, el primer libro de la saga salió en 1998. Fue publicado por la editorial Salani, que encargó las ilustraciones de la portada a Serena Riglietti.
Pues bien, esta portada siguió siendo un misterio para la propia J. K. Rowling durante mucho tiempo: el joven mago está representado con un extraño gorro en forma de ratón, jugando una partida de ajedrez con una rata gigante.
Ninguno de estos elementos particulares está en la trama. Incluso la autora lo comentó en las redes sociales: «Siempre me ha encantado esa portada porque es muy rara. ¿Por qué el sombrero con la cabeza de ratón? ¿Por qué el ratón gigante con el fular?».
La respuesta la reveló la ilustradora en una entrevista: como ocurrió con muchas otras portadas controvertidas y famosas, Serena Riglietti no había leído el libro en el momento del encargo. «Harry Potter es un niño en una escuela de magia donde los estudiantes pueden traer consigo un ratón o un búho». Ese fue el breve resumen que aportó la editorial y que contribuyó a la génesis de esta icónica portada.
Pese a estos detalles, la edición fue un notable éxito y, en su particularidad, la portada italiana quedó grabada en la memoria de muchos niños y niñas italianos. La misma ilustradora diseñó todas las demás portadas de la saga para la editorial Salani hasta 2007.
La portada china elegida por concurso
Algunas de las portadas más inesperadas de la saga de Harry Potter se encuentran en China, en una edición especial para coleccionistas.
Las intrigantes ilustraciones fueron el resultado de la colaboración de varios artistas que ganaron un concurso organizado específicamente por la editorial. Aunque a algunos aficionados no les gustaron por un spoiler, son indudablemente originales en comparación con muchas otras ediciones internacionales de la saga de Harry Potter.
Las elegantes portadas de la edición japonesa con ilustraciones de Dan Schlesinger
Una serie de anécdotas se esconden detrás de las portadas de la primera edición japonesa de la saga de Harry Potter, en las que destacan las maravillosas ilustraciones del pintor estadounidense Dan Schlesinger.
El pintor —que en su larga y polifacética carrera también ha sido un destacado corredor de maratón y un abogado formado en Harvard— tiene una conexión larga y estable con Japón. Estaba en Japón aprendiendo técnicas tradicionales de grabado cuando una editorial poco conocida se acercó a él en busca de nuevo material para publicar.
En aquel entonces, el hijo de Schlesinger estaba leyendo un libro recién publicado y que todavía no era tan famoso en el extranjero. ¿Adivinas cuál? Exacto: Harry Potter y la piedra filosofal. Así es como Dan Schlesinger, después de haber recomendado el exitoso libro a la editorial, acabó creando también las portadas de toda la saga, utilizando sutiles y misteriosos dibujos a lápiz y a pastel.
Quién sabe en qué otras maravillosas portadas se encarnarán las siete obras maestras escritas por J. K. Rowling que ya son todo un clásico. ¿Qué piensas tú? ¿Cuáles son tus portadas favoritas de Harry Potter?