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Ya sea por sus atributos multisensoriales -el color, el chasquido, la sensación en la boca o la complejidad de sabores y aromas- o bien porque nos produce momentos de placer, lo cierto es que el chocolate siempre ha sido uno de los alimentos preferidos en todo el mundo.
La diferencia es que ahora el consumidor reclama disfrutar de este producto de manera saludable y sin dañar al planeta ni a su gente. Así, el 67 % de los consumidores globales quieren saber más acerca de dónde viene su chocolate y qué contiene, según el informe ‘Tendencias del chocolate 2022’, del fabricante Barry Callebaut.
La industria del cacao está realizando un enorme esfuerzo para transitar hacia prácticas sostenibles de cultivo y comercialización de esta materia prima, que promuevan la conservación de la biodiversidad y mejoren las condiciones de vida de los agricultores. Y eso incluye desde la calidad y el origen del cacao o el azúcar hasta el embalaje utilizado, como veremos en los siguientes ejemplos de iniciativas de diferentes partes del mundo.
Envoltorios naturales con diseños de premio
De una factoría en las montañas de Utah (Estados Unidos) salen las deliciosas barras de chocolate de Ritual, elaboradas con cacao cultivado orgánicamente -protege tanto la biodiversidad como la variación genética- y pagando salarios justos a los productores. El objetivo en la fábrica es alcanzar el 100 % de residuos cero y de energía solar. Los embalajes, compostables y reciclables, han sido rediseñados con un nuevo logotipo y delicadas líneas en los bordes, las ilustraciones y los textos para relacionarse de manera más auténtica con la ubicación montañosa de la fábrica, en la que se pueden hacer visitas y degustaciones de chocolate.
También se puede ver el proceso de fabricación del chocolate a través de los cristales del obrador a pie de calle de Casa Cacao, esta vez en el entorno urbanita de la ciudad de Girona (España). Los famosos hermanos Roca revisitan la pastelería clásica con chocolate procedente de pequeñas comunidades de Perú, México, Venezuela, Colombia o Ecuador, a quienes compran directamente y siempre a un precio justo. El envoltorio de las tabletas de chocolate negro y las cajas de bombones está elaborado con papel de cacao del Museu Molí Paperer de Capellades. Para las habas de cacao y el chocolate a la taza se emplea una bolsa textil elaborada por una entidad que trabaja para la inserción laboral. Y el packaging de Bean To Bar, ha ganado el premio Gold Winner 2021 “Brand Experience” del Academy of Chocolate.
Arte y humor para desafiar los códigos tradicionales
Los fundadores de Le chocolat des Français están decididos a revelar el conocimiento del chocolate francés al mundo, y para ello buscan los mejores ingredientes y maestros chocolateros del país. Pero probablemente lo más destacable de la marca es que rompen con los códigos tradicionales del chocolate artesano con creatividad y humor. Los envases de tabletas, chocolatinas, calendarios de adviento, etc., están ilustrados por cientos de artistas bajo una consigna: “su mejor representación de la cultura francesa”. Todos son ediciones limitadas impresas únicamente con los colores Panton.
El packaging de las tabletas, bastones y bombas de chocolate y galletas, entre otros productos, de COCO Chocolatier (Escocia) también son un lienzo para artistas y artesanos que se atreven a innovar, inspirar y desafiar. En cuanto a la materia prima, colaboran con Luker, una empresa colombiana que trabaja con productores de cacao de todo el país, a los que enseña la mejor manera de cultivar su tierra para obtener mayor rendimiento dentro de una producción ética.
Cambios en el material de los envoltorios
La idea de Peak Chocolate nació de la preocupación de sus creadores ante la avalancha de chocolates llenos de azúcar e ingredientes artificiales en los estantes de los supermercados en Australia. Así que trabajaron con especialistas en nutrición y maestros chocolateros para crear un producto sin azúcar añadido y con suplementos funcionales específicos. Al tener que consumirse en cantidades precisas, el chocolate se envasa en porciones individuales, pero recientemente han reducido la cantidad de material: ahora se comercializan cuatro porciones individuales en un único envoltorio.
El periodista holandés Teun van de Keuken fundó Tony’s Chocolonely tras conocer la dura realidad detrás de la industria del cacao en países como Costa de Marfil y Ghana. Un chocolate libre de esclavitud es el lema de una marca que busca llamar la atención de manera directa a través de la identidad visual, con una tipografía gruesa y retro impresa en papel mate de colores atrevidos. Al igual que Peak Chocolate, la marca ha hecho cambios en los envoltorios, que ahora están fabricadas con aluminio y papel, materiales que se descomponen más fácilmente que el plástico anterior -los consumidores suelen tirar el envoltorio de las chocolatinas a la basura normal en lugar de reciclarlo.
Las raíces tradicionales como fuente de inspiración
El compromiso de Maraná (Perú) con las personas que dedican su trabajo y su vida al cultivo del cacao no solo se demuestra en sus políticas de precio justo o en los programas orientados a mejorar las técnicas de cosecha. También en preciosas ilustraciones que representan escenas de la vida diaria de los cacaoteros peruanos en sus tres colecciones de chocolate. En Piura Collection, por ejemplo, una artista retoma las técnicas y el espíritu de las obras de Pancho Fierro, un pintor que retrató la vida y costumbres de los peruanos del siglo XIX, para plasmarlas en expresivas acuarelas. Y Cusco Collection se inspira en las Tablas de Sarhua, oriundas de los Andes peruanos, a través de las cuales se “narran” historias familiares mediante dibujos en trozos alargados de madera. Cada integrante de la familia aparece realizando sus labores y la tabla es el regalo que el “compadre espiritual” hace a la novia o al novio cuando se casa o cuando la pareja se cambia de vivienda.
Para las seis barras de chocolate ASSAI, elaboradas por las sabias manos de los maestros del chocolate, el estudio creativo italiano Happycentro ha imaginado a seis caballeros intrépidos. El diseño, que es un proyecto, está profundamente inspirado en la tradición siciliana, fusionando el chocolate de Módica con la clásica Opera dei Pupi, una representación histórica de poemas legendarios. Pero la sorpresa llega cuando con los caballeros se pueden transformar en marionetas recortables para emprender sus aventuras.
Ya sea a través del arte, de mensajes de humor, de la innovación o del retorno a las tradiciones, la industria del chocolate mundial está virando hacia el respeto por la biodiversidad y el trabajo de los agricultores tanto a través de la producción como del diseño del packaging.