En la jerga se llama nesting —que literalmente significa construir un nido— a una estrategia de maquetación que permite a las imprentas organizar las formas de los productos a imprimir dentro del diseño y optimizar así el uso del espacio en la hoja.
En otras palabras… ¿te acuerdas del viejo Tetris? Bien, pues no se aleja tanto de este mecanismo: se juega a encajar en una hoja el mayor número de productos que se vayan a imprimir, reduciendo así al mínimo el espacio en blanco. Si el encajado está bien hecho, ¡se ahorra papel, dinero y tiempo!
Viejo y nuevo nesting
Eso de combinar y encajar varios productos para imprimir en una hoja es una práctica que siempre se ha usado en las imprentas. Antes era una actividad que se hacía a mano: por ejemplo, era normal montar en una misma lámina el anverso y el reverso de un producto para imprimir, ya fuese una postal o un folleto. De esta forma, se ahorraba en el número de láminas producidas y, por tanto, se podía reducir el coste de los productos impresos individuales.
Luego llegaron los programas de software en la década de 2000: un algoritmo evalúa todas las variables en juego y analiza la cola de productos para imprimir para decidir cuáles son las mejores combinaciones, es decir, las que no dejan espacios en blanco en la hoja en la que se vaya a imprimir. Pero, incluso en este caso, siempre hay un control humano.
¿Cómo funciona el nesting?
Pero, ¿cuáles son las variables que debe tener en cuenta un software o un ojo humano experto?
La más importante es una variable fija: el tipo de papel. De hecho, evidentemente, solo es posible agrupar los productos para imprimir en un mismo tipo de papel, ya sean tarjetas de visita, folletos, pósteres o revistas. Luego, obviamente hace falta considerar la altura y anchura del producto impreso, el número de copias que se deben imprimir y la prioridad del trabajo.
Sin embargo, solo hay un secreto para un buen nesting: cuantos más productos haya en cola, más combinaciones se pueden crear y, por tanto, las ventajas aumentan exponencialmente. Por ello, imprentas online como Pixartprinting, al poder reagrupar muchos más pedidos, consiguen crear las mejores combinaciones y, como consecuencia, ahorrar y reducir los precios finales para el cliente.
¿Cuánto se ahorra con el nesting (y a quién le conviene)?
Los tipógrafos de Pixartprinting usan, además, otro sistema que, junto con el nesting, permite ahorrar todavía más papel. Han optimizado las dimensiones de la hoja en la que generalmente se imprime, por norma una hoja de 64 × 88 cm. De esta forma, el nesting deja todavía menos espacio en blanco, permitiendo ahorrar, en un mes, unas 40 toneladas de papel. Esto significa que a la sede de Pixartprinting llegan dos camiones menos, cargados de papel.
De hecho, utilizar menos papel no solo significa menos papel procedente de las fábricas, sino también ¡menos transporte de material y más velocidad en producir los encargos!
Todo esto es beneficioso para el medio ambiente, con menos contaminación por transporte y uso del material; para la empresa, que logra reducir los costes y aumentar la productividad; y, sobre todo, ¡para el cliente! De hecho, gracias a este tipo de prácticas, los precios para el cliente pueden ser muy competitivos y se puede imprimir el producto que se desee en plazos muy breves: incluso de la mañana a la misma tarde.