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Después de acompañaros este verano por los museos más interesantes del papel en Italia, hemos decidido traeros hoy un poco más al norte, a la nación que vio nacer una de las invenciones más importantes de la época moderna: la imprenta.
Seguro que ya lo habréis captado. Sí, estamos en Alemania. Aquí, en la ciudad de Maguncia, a mediados del siglo XV, el orfebre alemán Johannes Gutenberg imprimió las primeras copias de la Biblia y lo hizo gracias a las matrices en las que se colocaron —recubiertos de tinta— unos caracteres móviles: bloques de metal hechos por él con una aleación de plomo, estaño y amonio especialmente resistente.
Desde la invención de la imprenta con caracteres móviles, las innovaciones se fueron sucediendo, continuamente, para aumentar la velocidad y la calidad de impresión y con ellas evolucionó, de manera sorprendente, el arte tipográfico y editorial. Os vamos a acompañar a descubrir esta historia a través de 5 importantes museos dedicados a la imprenta en Alemania: desde Maguncia hasta Leipzig, pasando por Weimar, Offenbach y Hamburgo.
1. El Museo Gutenberg de Maguncia
La ciudad natal de Johannes Gutenberg tenía necesariamente que albergar un museo dedicado a su ilustre ciudadano y a su invención. Puede que sus conciudadanos se sintieran en el deber de reparar el hecho de que Gutenberg, en su ciudad, murió solo y en la pobreza más absoluta. El caso es que en 1900 —500 años después del nacimiento del tipógrafo— se fundaba en Maguncia el Museo Gutenberg.
El museo, en la actualidad, custodia dos ejemplares de la Biblia impresa por el propio Gutenberg. Una reconstrucción del taller del orfebre os permitirá ver personalmente las técnicas de impresión originales aquí reproducidas. Pero el museo alberga también prensas y herramientas de diversas épocas procedentes del resto de Europa y del mundo.
Echadle un vistazo también a la biblioteca, la cual contiene una colección especial de exlibris, ediciones raras y valiosas, y libros de artista.
2. El Museo de las Artes de la Imprenta de Leipzig
Dejamos las orillas del Rin para desplazarnos hasta la parte oriental de Alemania. Estamos en Leipzig, ciudad sajona con una amplia tradición en libros e industria editorial. A esta rica área comercial, a mitad del siglo XVIII, se transfirió también el centro del comercio editorial alemán, lo cual impulsó un intenso desarrollo de la industria editorial en la ciudad.
Este es solo uno de los motivos por los que, hoy en día, en Leipzig, se encuentra el Museum für Druckkunst, dedicado al arte de la imprenta. La gran mayoría de las 100 máquinas de impresión y prensas conservadas en el museo todavía funcionan y se usan para mostrar al público las técnicas más importantes de impresión: como la impresión en relieve o las impresiones planográficas (la litografía, por ejemplo).
Una curiosidad: aquí podéis asistir a la creación, a mano o con máquina, de un auténtico carácter: el bloque de aleación de metal tipográfico utilizado para la impresión.
3. El Museo Klingspor de Offenbach
Vamos ahora a la zona central de Alemania. Estamos en Offenbach del Meno, a las afueras de Frankfurt, que es hoy en día centro editorial por excelencia gracias también a la Buchmesse: la feria internacional del libro más importante de Europa.
Nacido en 1953 de la biblioteca y colección privada de la fundición de los hermanos Klingspor —especializada en la realización de caracteres tipográficos—, el Museo Klingspor es en la actualidad un importante centro para el arte del libro, la tipografía y la caligrafía de los siglos XX y XXI. Es muy interesante la rica colección de caracteres tipográficos que abarcan las creaciones más importantes de tipógrafos alemanes como Paul Renner (el inventor del carácter Futura), Georg Trump, Jan Tschichold, Hermann Zapf o Adrian Frutiger.
La colección es tan amplia que se muestra al público solo una parte cada vez. Por tanto, os aconsejamos echarle un vistazo al variado programa de exposiciones temporales para entender lo que os espera.
4. El Pavilion de Prensas en Weimar
Weimar se asocia inmediatamente a la escuela de diseño Bauhaus del siglo XX. Nosotros, en cambio, nos referimos a ella por el Pabellón de la Imprenta, un original museo en el corazón de la ciudad.
En realidad, el nombre del museo es por un edificio que se encuentra justo al lado: un maravilloso pabellón de estilo rococó. En la misma zona, en el pasado había también una antigua imprenta y, a partir de mediados del siglo XIX, toda la zona se convirtió en un floreciente centro para la imprenta y la industria editorial, hasta la reunificación alemana de 1989-90.
El museo tiene una importante colección de caracteres de madera y metal, algunos ejemplares de prensas y máquinas de impresión que siguen funcionando y una extensa biblioteca especializada. Os aconsejamos las visitas guiadas (en alemán y en inglés) para que, a través de objetos y herramientas de la época, comprendáis la historia del desarrollo de la imprenta a partir del siglo XV.
5. El Museo del Trabajo de Hamburgo
El ampliamente pertrechado Museo del Trabajo de Hamburgo tiene una gran sección dedicada al arte de la impresión: basta con subir a la primera planta del edificio.
A través de auténticas rarezas —como una prensa basculante de madera fechada en 1780 o la Columbia, una prensa manual de hierro con un complejo sistema de palancas y pesos para aumentar la presión ejercida—, la colección nos cuenta los efectos de la mecanización en el trabajo del impresor.
Desde el museo, gracias a una cámara web, podéis admirar el trabajo de la «Maschine 2», una máquina de impresión de 3,64 m de ancho que, en una hora, elabora unas 12 toneladas de papel imprimiendo una superficie de 196 560 m², el equivalente a 27 campos de fútbol. Uno se puede hacer una idea al saber que las hojas se mueven, a través de la máquina, a una velocidad que llega a los 60 km/h. Este «monstruo de la impresión» está en acción en la cercana imprenta Prinovis-Ahrensburg, con sede en Hamburgo.