Table of Contents
Madera traslúcida, tejas fotovoltaicas, hormigón de esporas vivas, vidrios inteligentes.
En los últimos años, estamos asistiendo a una auténtica explosión de nuevos materiales para la construcción gracias al avance imparable de la tecnología. Por eso puede que sorprenda que el simple cartón, el de las cajas para mudanzas y envíos de paquetes, sea uno de los más innovadores. En efecto, se utiliza, por ejemplo, para fabricar casas, como la Wikkelhouse, recubierta con 24 capas de cartón corrugado.
Además de un diseño modular flexible -se puede ampliar en cualquier momento-, la estructura de esta mini vivienda es reciclable, se instala en un solo día y puede durar hasta 100 años por tan solo a partir de 30.000 euros, transporte y montaje aparte. Los clientes de Fiction Factory, el estudio holandés que está detrás del invento, las adquieren como casas de vacaciones o para invitados, showrooms, espacios para ferias, oficinas, etc.
El uso de cartón para fabricar estructuras y mobiliario es una tendencia al alza, pero a nivel particular sigue siendo bastante desconocido. Por increíble que parezca, cualquiera puede equipar una vivienda solo con muebles de este material tan versátil.
Diseños de cartón como crítica al sistema capitalista
En la década de los 60 del siglo XX, en pleno auge del capitalismo, algunos diseñadores fueron más allá en busca de creaciones más sostenibles como crítica al sistema de producción industrial. Uno de los grandes exponentes de esta corriente es Frank Gehry, que ya en la década de los 70 lanzó la serie Easy Edge con la intención de crear muebles de diseño para todos los bolsillos.
Hasta ese momento, el cartón no podía competir con materiales como la madera y el plástico en términos de robustez, pero el arquitecto canadiense logró piezas tan resistentes como espectaculares en su estética. Irónicamente, la serie tuvo tanto éxito que los precios se encarecieron, así que Gehry acabó siendo víctima del mercado al que pretendía criticar. De ahí que acabara renegando de esta etapa.
Un material resistente, sostenible y fácil de usar
Hoy en día, empresas de todo el mundo están actualizando los referentes. En España, por ejemplo, Cartonlab, dedicada a la arquitectura y el ecodiseño, comercializa varios modelos de sillas y mesas, expositores para productos, stands modulares, elementos de decoración como árboles gigantes y juguetes infantiles. También son distribuidores de la Bed 2.0, una cama de cartón que se monta en menos de un minuto y puede volver a plegarse ocupando el mínimo espacio. La pieza, del estudio alemán Room in a Box, soporta 1.000 kg por metro cuadrado y es 100% reciclable.
La resistencia y la sostenibilidad son precisamente dos de las principales ventajas del uso de cartón para la construcción y el diseño de mobiliario. Parece una paradoja, pero este material tan ligero aguanta grandes cargas tanto por el diseño como por el pliegue del cartón. Ahora que se utilizan herramientas digitales es mucho más fácil conseguirlo. En cuanto a la sostenibilidad, el cartón es fácil de obtener y también de transportar, lo que minimiza el gasto de energía, además de que puede durar años porque se reutiliza una y otra vez.
Tanto es así, que este material se está empleando para la llamada “arquitectura de emergencia”, para fabricar viviendas temporales para los afectados por desastres naturales. En este sentido, uno de los grandes referentes es el arquitecto japonés Shigeru Ban. Uno de sus trabajos más originales es el que llevó a cabo en la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda, azotada por un devastador terremoto en 2012. Para restaurar la catedral, creó una espectacular estructura de 96 tubos de cartón que se unen por encima del altar.
Por último, otra de las grandes ventajas del cartón es que es muy fácil de usar por parte de los clientes, que pueden montar los muebles rápidamente sin necesidad de herramientas ni de un material de conexión como el pegamento. Conscientes de su atractivo, algunos creadores incluso ponen a disposición sus diseños mediante plantillas descargables de forma gratuita o a un módico precio. Las herramientas digitales, además, están facilitando la personalización de los productos, lo que convierte al cartón en un material sumamente atractivo.