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La empresa tiene una facturación de más de 100 000 millones al año. Su cofundador, Bill Gates, es uno de los empresarios más ricos del mundo. De hecho, existe un juego llamado Spend Bill Gates Money que invita a la gente a fantasear con todas las compras que se podrían hacer con su inmensa riqueza.
En definitiva, hoy hablamos de Microsoft y de la evolución de su logo. Y es que ha cambiado mucho a lo largo de los años y algunos capítulos de su rediseño son bastante extraños y, quizás, poco conocidos.
La historia de Microsoft
La historia de Microsoft es demasiado larga para contarla en un párrafo, pero también es demasiado fascinante para no contarla en absoluto. Por eso, te recomendamos que la descubras a través de los muy buenos vídeos de archivo de Microsoft, que cuentan la historia entre bastidores de la empresa año tras año. Comienza a partir de 1975, año en que Bill Gates y Paul Allen fundan Microsoft Corporation y lanzan un nuevo software (BASIC) compatible con el primer ordenador personal de la historia, el ALTAIR 8800. Y esto es solo el primer capítulo de una historia épica.
La evolución del logo
Para llegar a la identidad visual que conocemos hoy día, el logo de Microsoft ha realizado un largo y tortuoso recorrido que se prolongó al menos hasta 1987, año en el que se consolidó una identidad visual finalmente reconocible. Antes de la fundación de Microsoft Corporation, la empresa se llamaba Traf-O-Data y comercializaba un ordenador capaz de procesar datos de dispositivos de detección de tráfico. Nuestro viaje comienza aquí.
1972: el logo de Traf-O-Data
El logotipo de Traf-O-Data fue creado en 1972. El monograma es bastante simple, compuesto por tres figuras negras que se parecen a las iniciales del nombre: la «T», la «O» (el círculo negro) y la «D». La sigla TOD va seguida del nombre completo de la empresa, que aparece en una fuente redondeada y de aspecto amigable.
1975: el primer logo de Microsoft
En 1975 la empresa cambió de nombre y el diseñador Simon Daniels diseñó el primer logo para Microsoft: un logotipo monocromático con letras grandes formadas por líneas gradualmente más gruesas. Un ojo atento notará que el espacio entre las letras (kerning) no siempre es homogéneo.
Podríamos definirlo como un logo «a la moda» que refleja la estética de los años setenta y que, también por eso, hoy nos parece tan retro.
1980: el logo metal
Échale un vistazo al logotipo: ¿qué te viene a la mente cuando miras las letras gruesas de la fuente New Zelek? A nosotros nos viene a la mente el logo de Metallica y, más en general, los ochenta y el heavy metal. Una vez más, Simon Daniels diseña un logotipo muy ligado a las tendencias del momento y, quizás también por eso, destinado a tener una vida muy muy corta. De hecho, duró solo dos años.
1982: el tercer logo de Daniels
Las modas no están destinadas a durar para siempre. Por eso, cuando Simon Daniels rediseñó el logo de Microsoft por tercera vez apostó por la sobriedad y la creatividad: la fuente es una sans-serif con líneas limpias y simples, la «O» está rellena con un patrón de círculos concéntricos y rayas horizontales que la hace parecer un CD, o quizás un volante, un sol naciente o, por qué no, una lente. ¿Tú qué ves?
1987: el logo se vuelve reconocible
Estamos en 1987 y el logo empieza a ser más reconocible e icónico. Detrás de este rediseño está el diseñador Scott Baker, quien crea un logotipo muy esencial y fácilmente legible y reproducible en una fuente cursiva Helvetica Black. El toque creativo se puede ver en el corte triangular de la letra «o», que le da movimiento y dinamismo al logo. Fue precisamente este corte lo que le valió al logo el apodo de «Pac-Man» (o «Comecocos», como se conoce en España).
Desde 2012: el logo que conocemos hoy
En 2012 el logo cambió de nuevo para dar cabida a un importante rebranding de la empresa y una consecuente renovación de la identidad visual. El nuevo logo, diseñado por Jason Wells, presenta junto al logotipo (en la fuente sans-serif Segoe UI Semibold) una imagen geométrica en la que 4 cuadrados pequeños de colores forman un cuadrado más grande. La novedad radica en la introducción de los colores primarios en el emblema, que representarían los diferentes servicios que ofrece Microsoft.
Y hasta aquí nuestro artículo. Nos vemos en el próximo capítulo de #BrandVolution. Si quieres seguir curioseando historias como esta, escribe el hashtag #BrandVolution en la barra de búsqueda de nuestro blog.