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¿Qué colores visualizas en tu mente cuando piensas en marcas como Ferrari, Coca-Cola, Post-it y Tiffany? Son colores muy específicos a los que corresponden códigos que, en muchos casos, son marcas registradas.
Exactamente como el logotipo o el nombre, el color puede convertirse en un elemento identificativo de la marca, capaz de evocar la marca incluso en ausencia de esta. En este artículo vamos a recorrer la historia de cuatro colores que han asegurado el éxito de marcas conocidas.
Amarillo Post-it
El amarillo canario, el color con el que las hojas de 3M se hicieron famosas, se atribuyó a la marca por pura casualidad. Esa casualidad, a decir verdad, ha sido el motor de los treinta años de historia de la marca. Vamos a verla brevemente aquí.
El «padre» de los Post-it es Spencer Silver, ingeniero de 3M. En 1968 inventó un pegamento ligero que se adhería a cualquier superficie y podía pegarse, despegarse y volver a pegarse sin dejar ningún rastro. Este descubrimiento fue fruto de la casualidad; es más, fue fruto de un error. Spencer Silver descubrió su pegamento ligero mientras estaba tratando de obtener uno con una adherencia muy distinta. Al principio, ni siquiera sabía qué hacer con él. Fue su colega Art Fry quién intuyó su potencial.
Art Fry cantaba en el coro de la iglesia y tenía dificultades para gestionar la partitura: metía trozos de papel entre las páginas para señalar, pero los papeles se acababan cayendo al suelo siempre. Así que decidió fijarlos en la hoja con el pegamento ligero descubierto por Silver. Y así fue como nacieron las primeras notas Post-it. La gran producción comenzó en 1980 en Estados Unidos y, gracias a la contribución de muchas otras mentes, las pequeñas hojas amarillas dieron la vuelta al mundo.
Pero ¿por qué precisamente el color amarillo? Muchos podrían pensar que la elección de este color es el resultado de estudios e investigaciones. Además, el amarillo destaca entre las hojas blancas del escritorio, es un color activador que estimula los procesos mentales y facilita la memorización de los apuntes. Sí, todo eso es plausible, pero no fue así como sucedió: para realizar las primeras pruebas, Spencer Silver se dirigió al almacén de la empresa 3M para buscar muestras de papel y allí solo encontró «Canary Yellow». Nació así, por pura casualidad, el icónico color de las notas Post-it.
Rojo Coca-Cola
Cuando pensamos en Coca-Cola, nos viene a la mente un rojo brillante. Este color no aparece en ningún registro Pantone, pues se trata de una combinación de tres tonalidades de rojo diferentes. El rojo Coca-Cola es, según James Sommerville —vicepresidente de Diseño global en The Coca-Cola Company—, «la segunda fórmula secreta» de la empresa.
¿Quién decidió que el rojo sería el color de la empresa? Para descubrirlo, habría que dar un buen salto atrás en el tiempo hasta llegar a 1886, el momento en el que Frank Mason Robinson diseñó el logotipo de Coca-Cola con la icónica fuente Spencerian script y eligió los colores: rojo y blanco, una combinación que le gustaba particularmente. A lo largo de la historia, el logotipo se ha mantenido casi sin cambios, salvo la adición del disco rojo que acompaña a la marca desde 1948 y refuerza todavía más el vínculo entre la marca y el color.
Una pequeña curiosidad: aunque muchas personas lo creen, no fue Coca-Cola quien vistió de rojo a Papá Noel. La empresa solo contribuyó, a partir de 1931, a difundir la imagen de Papá Noel con su famoso traje. Ya antes de esta fecha circulaban imágenes del tradicional traje rojo.
Rojo Ferrari
Enzo Ferrari: «Pídele a un niño que dibuje un coche y seguramente lo hará rojo».
En el imaginario colectivo, el prototipo de coche deportivo rápido y lujoso coincide con un Ferrari rojo. Rojo es el color del uniforme del equipo Ferrari de Fórmula 1 y también es el color más solicitado entre los clientes de la empresa. Entre todas las tonalidades de rojo (existen muchas en la casa Ferrari), hay una que la empresa considera icónica: el «Rosso Corsa» (rojo Ferrari).
¿Cuál es la historia de este color? Desde los años treinta, el automovilismo deportivo internacional estaba regulado por una normativa que asociaba a cada país un color representativo, y el de Italia era el rojo. El color fue adoptado por la casa Ferrari y, con el tiempo, se convirtió en un aspecto imprescindible de su identidad de marca. No olvidemos tampoco que el rojo es el color del fuego, del poder, de la pasión, de la lujuria, de la riqueza y de la vitalidad. Según estudios de psicología del color, el rojo produce energía, excitación, alegría y felicidad. En resumen, es un color que representa en todo a la casa Ferrari.
Azul Tiffany
Es un turquesa inconfundible que hace saltar de alegría a muchas mujeres: hablamos del azul Tiffany, un Pantone con código PMS 1837. Un color que se ha convertido en la marca.
Tal vez también lo recuerdes: en enero de 2017, Michelle Obama entregó un regalo a la nueva primera dama Melania Trump. El momento fue inmortalizado por algunas fotografías que muestran la caja de un regalo de un color azul inconfundible. Todos, antes incluso de que abriera el regalo, sabían que provenía de la lujosa joyería Tiffany & Co. Se trataba de un marco de plata.
¿Cuál es la historia del azul Tiffany? Fue Charles Lewis Tiffany, el fundador de la joyería, quien eligió este color para la portada del catálogo anual de su colección de joyas, publicado a partir de 1845. El turquesa elegido era una mezcla entre el color del huevo del petirrojo y el color de la flor nomeolvides. Más tarde, el azul Tiffany se utilizó también para la icónica caja que alberga cada joya (marca registrada), para la bolsa y para todo el material publicitario.
En este caso, la elección del color no fue precisamente casual: el turquesa era el color preferido de las esposas victorianas que, en el día de su boda, solían regalar a sus invitados un broche de turquesas con forma de golondrina. Además, este color es símbolo de elegancia y refinamiento, exclusividad y lujo. ¿Qué mejor color para Tiffany?