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Las tranquilas y corrientes ciudades estadounidenses esconden inquietantes misterios, mientras bajo esa aparente serenidad se desencadena un incendio de impulsos y deseos: esto es lo que parece recordarnos cada película de David Lynch, director famoso por la serie de televisión de culto Twin Peaks y por sus obras oníricas, angustiosas y fuera de lo común.
Quienes hayan visto Twin Peaks difícilmente olvidarán el aire ambiguo y angustioso de los créditos iniciales de los episodios. Desde aquí, nos hemos preguntado: ¿en qué forma influyeron las decisiones tipográficas en las demás obras de David Lynch? Desde historias de ciencia ficción como Dune hasta la onírica Mulholland Drive, pasando por Terciopelo azul y el grotesco Eraserhead (Cabeza borradora) … ¡Aquí tienes algunas curiosidades sobre el lettering y los tipos de fuente elegidos para cada una de sus películas por el director del misterio!
Eraserhead (Cabeza borradora)
Eraserhead (Cabeza borradora), el primer largometraje de David Lynch estrenado en 1977 después de seis años de producción, es una grotesca obra maestra en blanco y negro que ha llegado a convertirse en una película de culto. Podría ser una obra normal en la que el director habla de las preocupaciones de un hombre por el nacimiento de un hijo al margen de una relación estable, pero el director en cuestión es David Lynch, por lo que en la película el recién nacido en lugar de ser un niño normal es una horrible criatura mutante que emite inquietantes ruidos (dicen los rumores que Lynch usó un conejo o un feto de ternero para crear tan horrenda criatura).
También la tipografía escogida para los créditos iniciales refleja esta extraña perspectiva gótica desde la que se narra toda la historia. El título aparece en color blanco sobre negro, siguiendo la tradición de las películas de terror de principios del siglo XX. Lynch opta por usar aquí el carácter más ordinario posible, pero lo modifica estirando las letras verticalmente. Este pequeño toque es suficiente para conferir al título la justa sensación de alienación por la que se caracteriza el resto de la película.
Este tipo de letra tan común es Times New Roman , en su versión condensada: se trata de una de las fuentes más usadas del mundo, entre otros motivos, porque durante mucho tiempo ha sido la fuente estándar de Microsoft Office. Ya desde sus inicios, la fuente fue diseñada para tener una legibilidad perfecta; de hecho, fue diseñada por el tipógrafo Stanley Morison para el periódico londinense The Times, que comenzó a usarla en 1932. Al año siguiente, la fuente estará disponible para uso comercial por parte del público, poniendo de esta forma en marcha su amplia difusión.
Terciopelo azul
Más conocida por el título original Blue Velvet — en homenaje a la conocida canción de Bobby Vinton —, la película de 1986 es una de las muchas variaciones dentro de los temas favoritos de David Lynch: la vida burguesa ambigua y aparentemente tranquila de provincias que esconde un subterráneo de erotismo, violencia y deseo.
Este lado idílico de la sociedad y de nuestra psique se materializa en la película en las cuidadas casitas con jardín, la excesiva cordialidad, los saludos y sonrisas de los vecinos. Y, también, en el tipo de letra utilizado para el título.
Los créditos iniciales aparecen sobre un fondo de terciopelo azul suave en Snell Roundhand, una fuente clásica y extremadamente elegante con florituras muy acentuadas. Probablemente Lynch no lo sabía, pero curiosamente la historia de esta tipografía también presenta cierta ambigüedad. La base de la Snell Roundhand es una cursiva inglesa creada por el maestro calígrafo Charles Snell, quien en el siglo XVII quiso inspirarse en los ideales puritanos, pero al mismo tiempo obtener un lettering eficaz y esencial apto para la desenfrenada burguesía inglesa de la época. Sin embargo, no fue hasta 1965 cuando la Snell Roundhand se convirtió en una auténtica tipografía gracias a Matthew Carter, que logró desarrollarla a partir de la cursiva inglesa de Snell empleando los últimos avances técnicos en composición fotográfica.
«Twin Peaks»
Twin Peaks. Mencionar este nombre es suficiente para que muchos de nosotros sintamos un extraño escalofrío por la espalda.
El primer episodio de la serie de culto creada por David Lynch junto con Mark Frost se emitió en EE. UU. en abril de 1990. Dos elementos del tema musical resultan inolvidables: la banda sonora de Angelo Badalamenti y el lettering del título. Ambos elementos presentan características similares acentuadas por las imágenes cotidianas de fondo: hay algo de tranquilo y familiar en estos dos elementos, pero también hay algo de profundamente alienante.
La fuente utilizada para el título es ICT Avant Garde Gothic, creada en la década de 1960 para el título de la revista de diseño y diseño gráfico Avant Garde y posteriormente desarrollada por el diseñador de lettering Tom Carnase. Se trata de una fuente extremadamente geométrica que podemos ver en contextos mucho más «relajantes», como el logotipo de Adidas. Sin embargo, en el título de Twin Peaks son el color marrón de las letras y su contorno verde ácido lo que acaba con cualquier tranquilidad que pudiese infundir este tipo de fuente.
Dune
Dune es la película que más se diferencia del resto de la producción de David Lynch. Estrenada en diciembre de 1984, es la adaptación cinematográfica de la visionaria obra de ciencia ficción de Frank Herbert, costó una fortuna a su productor Dino De Laurentiis y terminó siendo la película de Lynch menos apreciada por su público y por los críticos, que la interrumpieron sin demasiadas contemplaciones.
De hecho, es una película muy extraña y a veces incomprensible. Sin embargo, en lo que respecta a los créditos iniciales, esta vez las tipografías escogidas son menos peculiares que en otras películas.
El responsable fue Robert Schaefer —que había trabajado en los créditos de Los Picapiedra y de otros dibujos animados del estudio Hanna-Barbera— y el carácter tipográfico es Albertus. Es una fuente austera y con pequeños remates que encaja perfectamente con la atmósfera alienígena recreada por Lynch para el planeta Dune. Fue diseñada por el alemán Berthold Wolpe en 1932, quien le dio ese nombre en honor del filósofo y teólogo del siglo XIII Alberto Magno. Wolpe era un grabador de metales y quería crear una fuente que recordase a las letras esculpidas en bronce.
El carácter Albertus se utiliza actualmente para indicar los nombres de las calles de Londres, mientras que en el mundo del cine es famoso por ser una de las obsesiones tipográficas del director John Carpenter, que lo ha utilizado ampliamente en sus películas.
Mulholland Drive
Quizás el largometraje más conocido de David Lynch, Mulholland Drive se estrenó en 2001 y supone un desestabilizador viaje al mundo de Hollywood y la psique de una joven aspirante a actriz.
Una vez más, como algunos ya han señalado, el tipo de letra de los créditos iniciales presenta al espectador algo familiar, apropiado y ordinario, que cambiará completamente en el transcurso de la película. En efecto, el lettering utilizado para los créditos es el del famoso letrero de «Hollywood» que puede verse sobre las colinas de Los Ángeles. Son precisamente los misterios y pulsiones más ocultos del lustroso mundo de Hollywood lo revelará que la película.
Pero, para quienes conocen su historia a fondo, incluso el cartel gigante que domina el barrio del cine ya sugiere algo de inquietante. Las enormes letras —miden 15 metros de alto y 9 metros de ancho— se erigieron en 1923 para anunciar una serie de parcelas en construcción en las suaves colinas en las afueras de la ciudad. «Hollywoodland» (el cartel se acortó más tarde) era un barrio donde se podía vivir con tranquilidad, a solo unos pasos de la ciudad. Unos años más tarde, la zona se hizo famosa en todo el mundo por su industria cinematográfica, por ser el centro de atención de los reflectores y por encarnar el sueño de convertirse en una estrella, por lo que se decidió no desmantelar el cartel símbolo del barrio.
De esta forma, hemos visto cómo hay un toque angustioso incluso en las tipografías escogidas para acompañar a gran parte de las películas de David Lynch. A menudo emplean fuentes ordinarias y extremadamente populares, como Times New Roman y Avant Garde Gothic, y letterings familiares como el del cartel de Hollywood. Sin embargo, siempre hay algo más en ellas, como un tono discordante, o un cambio imperceptible, que sugiere que la aparente tranquilidad que debería infundir el crédito en realidad tiene los minutos contados.