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La imagen corporativa: uno de los secretos del éxito duradero en el mercado
Imágenes corporativas tan fuertes que permanecen en el imaginario colectivo. Algunos ejemplos actuales de imágenes corporativas de éxito
Todo diseñador gráfico que lleve un tiempo en el sector conoce bien el término «imagen coordinada». Es lo que viene a ser la imagen corporativa, esto es, la imagen de la empresa cuyo diseño gráfico debe estar coordinado en todos sus elementos.
En efecto, la imagen corporativa está formada por todo lo que se ve de la empresa (comunicación visual, de producto) e influye en la identidad corporativa, de la que es una parte muy importante.
Por tanto, la empresa habla y se comunica a través de su propia imagen, y lo hace principalmente usando el diseño gráfico.
En este artículo vamos a ver 5 ejemplos de buen diseño de imagen corporativa empresarial que están entre los más interesantes de los últimos años (¡y que todavía no están en los libros de diseño gráfico!).
Mailchimp: la combinación perfecta entre lo hecho a mano y lo tecnológico
Mailchimp es uno de los servicios de «email marketing» (marketing por correo electrónico) más importantes que existen en el mundo. ¿Cuántos de nosotros hemos mandado, aunque solo haya sido una vez en la vida, un correo electrónico con el servicio del monito sonriente?
Hasta hace pocos meses, la imagen corporativa de la empresa estaba basada en el monito con gorra, un color celeste y el logo corporativo rediseñado, con un elegantísimo «hand lettering», creado por la estrella del diseño gráfico Jessica Hische.
Luego vino la revolución: se mantuvo el mono, pero llegó el color amarillo y, sobre todo, los dibujos y las ilustraciones que contrastan con la estética de la negrita, lo geométrico y lo tecnológico que impera, sobre todo en los servicios de correo electrónico. Con esto se creó un nuevo estándar para el futuro de la marca.
Entre otras cosas, dado que la imagen de la empresa se transmite principalmente online, también se confió en el uso de animaciones y gifs, además de ilustraciones estáticas.
Puedes ver la historia, muy eficaz, de este rediseño en el sitio web de Mailchimp: https://mailchimp.com/design/
Merck: una gran farmacéutica más humana y creativa
Merck, el coloso farmacéutico alemán, confió hace unos años su cambio de imagen a la agencia Futurebrand y obtuvo un resultado excepcional y revolucionario en su sector.
Axel Löber, responsable de la comunicación de Merck, contaba así las razones del cambio de imagen, presentado a finales de 2014: «La ciencia es muy emocionante, así que ¿por qué utilizar un montón de imágenes aburridas y tristes?».
Los colores y el «lettering» del nuevo logotipo nos llevan a un mundo celular, que es el territorio de exploración de los fármacos, y, sobre todo, nos recuerdan mucho la creatividad de la empresa, que destaca entre todas las demás del sector.
Lo explica muy bien Löber en un comunicado: «Cuando miras las marcas de este sector, todas usan las mismas convenciones: batas de laboratorio en ambientes de alta tecnología produciendo cosas en áreas muy reguladas y ordenadas. No se puede mostrar el producto, así que la solución es mostrar el proceso de producción, algo difícil para empresas como la nuestra que están muy especializadas y no dominan el mercado. Por ello, hemos ido más allá de lo que todos se esperaban con nuestro cambio de imagen».
Así, la elección recayó sobre un proyecto que se puede considerar orgánico, compuesto por varios colores y por formas que se intercambian, haciendo que la imagen coordinada resulte muy pop, pero también flexible y adaptable fácilmente a más formatos, incluso digitales.
Incluso en este caso, la imagen corporativa es tan creativa que puede dictar fácilmente pautas también para la publicidad y el diseño de productos.
MUDEC: un museo para la gente
El Mudec (Museo de las Culturas) de Milán es un gran ejemplo de cómo la imagen corporativa está estrechamente relacionada con el ambiente al que se refiere. El Mudec nació en 2015 y se impuso rápidamente como uno de los museos más importantes de Milán y de todo el norte de Italia; el ayuntamiento recuperó los espacios posindustriales de loa talleres Ansaldo y los transformó en un museo vanguardista, donde diseño y arquitectura dialogan entre sí a la perfección.
El proyecto es muy italiano: de él se encargó Studio FM Milano, que creó una imagen coordinada modulable y, como en el caso anterior de Merck, capaz no solo de identificar el museo, sino también de hablar de él y promoverlo.
La idea de que la imagen corporativa sea una cosa viva, un sistema dinámico y en evolución, es un concepto moderno que el diseño gráfico de hace un tiempo no comprendía.
Por tanto, el espacio a las posibles variaciones sobre el tema de la «M» mayúscula, que recuerda a una máscara ancestral, se convierte en una oportunidad para juegos gráficos y arquitectónicos.
De la misma forma que la fuente elegida se convierte en una herramienta para narrar las exposiciones y la colección permanente, la imagen se transmite no solo a través de folletos, sino más bien a través de una experiencia más completa que quien entre en contacto con el museo.
Tiffany: la elegancia de la sencillez
Una de las identidades de marca más famosas del mundo, gracias también a la famosa e inolvidable película con Audrey Hepburn, es la marca de joyas neoyorquina Tiffany & Co.
Su característico color aguamarina y su elegante «lettering» la convierten en una de las marcas más reconocibles del mundo: todo el diseño gráfico de la imagen coordinada sigue estos dictados de la elegancia y el minimalismo, con una atención máxima a los (pocos) detalles.
Aunque ya contaba con un buen diseño gráfico, el aumento de la competencia en el mercado del lujo llevó a la empresa a llamar a Pentagram —probablemente la mejor agencia de diseño gráfico del mundo— para ver en qué podía mejorar su imagen coordinada.
Pentagram actuó de una manera casi imperceptible a los ojos de los consumidores, pero creando una armonía entre los elementos de la imagen que antes no tenía.
Por ejemplo, rediseñó a mano la fuente para que pareciera estar creada con una matriz tipográfica de metal. Luego, trabajó en el packaging y, sobre todo, en el tamaño del logotipo en sobres y cajas, reduciéndolo en un 40 % y realizándolo con impresión térmica en lugar de con impresión tipográfica.
Nike: la marca moderna por excelencia
Nike ya es una marca histórica y, a esta empresa estadounidense, debemos la idea de que el logotipo es más importante que el producto. Como sostenía Naomi Klein en «No logo», Nike nos vende continuamente su imagen como si, por cada producto que compramos, tuviésemos la sensación de adquirir un pedazo del muro de Berlín.
Cada vez que tratabas con la marca Nike, entrabas en contacto con su idea del deporte: una actividad para todos que iba más allá de la competición para poder desarrollar lo mejor de cada uno de nosotros, siguiendo el lema «Just do it» («Simplemente hazlo»).
Todo esto siempre se ha recogido en un isotipo realmente minimalista y enigmática como el «Swoosh».
Toda la imagen coordinada de Nike gira en torno a su marca: la fuente es minimalista y acompaña al Swoosh sin quitarle protagonismo; la primera elección fue la fuente Futura; ahora es Trade Gothic.
Los colores de base son el blanco y el negro, a los que se añaden de vez en cuando, según el proyecto y el producto, otras paletas de colores, manteniendo la sencillez y claridad.
Sus folletos y catálogos mantienen la sobriedad y la claridad: lo que habla son las fotografías de los productos o testimonios (otro invento de Nike que basa la comunicación en las sensaciones de los atletas, mejorando la imagen, como pasó con Michael Jordan) y las frases de efecto, magnificadas y escritas siempre en grande (como si gritasen o estuviesen esculpidas en una roca).
La atención al minimalismo y a la limpieza de la comunicación son indicaciones aplicadas a todas las distintas sucursales de la empresa dispersas por el mundo. El cuidado de los materiales, de las proporciones del logotipo y del equilibrio de los elementos hace que el amplísimo sistema gráfico de Nike sea sólido y siempre coherente: su sencillez facilita la adaptación y la creación de variantes para eventos y proyectos.
CONCLUSIONES
Diseñar una buena imagen coordinada no es sencillo, pero la sencillez siempre ayuda. Cuanto más complejo sea el sistema al que nos enfrentamos, más debemos simplificar para poder mantener una imagen corporativa coherente y sólida. Basta con dar una vuelta —no por Internet, sino por nuestra ciudad— para ver cómo muchas empresas no tienen el control de su propia identidad visual y año tras año realizan cambios y variaciones perjudiciales que les debilitan, haciéndolas menos reconocibles y transmitiendo una imagen confusa de sus objetivos.
Todo diseñador, a su manera, siempre debe intentar que los clientes entiendan la importancia de una imagen coordinada, porque la imagen de una empresa (o de un profesional) también se crea en función de lo que se muestra de sí mismo.
La imagen coordinada (o imagen corporativa) es un poco como la cara de la empresa.
¡Por eso hay que cuidarla!