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#BrandVolution. La historia de LEGO, su nombre y su logo
Gracias a sus pequeños ladrillos, hemos podido materializar todas nuestras fantasías. Hoy vamos a contaros la historia de una empresa que trabaja con creatividad para fomentar la creatividad: LEGO. Descubrámos cómo nació esta gran empresa, cómo se ideó su nombre (y qué significa) y cuál ha sido la evolución de su logo (porque, durante todos estos años, ha cambiado mucho).
¿Cómo nació LEGO?
Podéis ver la historia del nacimiento de LEGO, en forma de cuento, en este maravilloso vídeo animado. Pero, mientras, vamos a ver algunas de sus etapas más importantes.
Corría el año 1932 cuando el carpintero Ole Kirk Kristiansen abrió su local en el pueblo danés de Billund. Ole tenía cuatro hijos que mantener y su taller de carpintería (donde se fabricaban, sobre todo, escaleras, taburetes y tablas de planchar) era demasiado pequeño para mantener a toda la familia. Así, tanto por necesidad como por mantenerse ocupado, empezó a fabricar juguetes de madera para sus hijos. La excelente confección de los juguetes, cuidados hasta el más mínimo detalle, los hizo muy populares, así que Ole Kirk Kristiansen pensó que lo mejor era empezar a venderlos.
Si damos un salto a 1946, llegamos a un punto de inflexión importantísimo en la historia de la empresa: Ole decide invertir sus ganancias en una máquina de moldeo por inyección y crea sus primeros ladrillos de plástico. De esta manera, su pequeña empresa empieza un proceso de crecimiento que lleva a ser conocida en todo el mundo: una empresa llamada LEGO.
Y hablando del nombre… ¿sabíais que hasta eso se creó encajando piezas? Ole se inventó el nombre en 1934 uniendo dos palabras: leg y godt, que en danés significa «juega bien». ¿Y el logo? Veamos cómo ha ido evolucionando con el tiempo.
Evolución del logo de LEGO
El primer logo iba impreso en todos los materiales de correspondencia y en las etiquetas de envío de la empresa. Para verlo en los juguetes, habría que esperar hasta 1936. Es un logo sencillo, en blanco y negro, muy alejado del logo rollizo y colorido que conocemos a día de hoy.
Entre 1939 y 1940, el logo se rediseña y adquiere un efecto más tridimensional, como subrayando la consolidación de una empresa que no para de crecer.
En 1949 se fabrican los primeros ladrillos, los Automatic Binding Bricks (que más adelante pasaron a llamarse simplemente LEGO Bricks), los precursores de los ladrillos LEGO. El nuevo logo aparece en los catálogos con diferentes colores. Esta es la versión que, desde el punto de vista cromático, más se aproxima al actual: letras gruesas que parecen dibujadas a mano y un estilo lúdico e infantil que pasa a formar parte de la identidad de la empresa.
1960 es el año en el que el logo adquiere un aspecto que nos es más familiar: se mete dentro de un rectángulo (precursor del cuadrado actual) y se añaden los colores rojo, blanco y amarillo (colores que hoy asociamos con la marca).
En 1973, el rectángulo se cambia por un cuadrado, una forma mucho más básica y compacta. Las letras son más pulcras y regulares, y el símbolo de marca registrada aparece junto al nombre. El año en el que LEGO llega a Estados Unidos, la empresa se expende y se consolida, y el logo reafirma dicha solidez.
Por último, en 1998 se realiza un pequeño retoque en el logo de LEGO y obtenemos el logo que conocemos hoy. El cambio fue tan pequeño que casi ni se aprecia: ¿veis que las letras están un poco más juntas? Este retoque era necesario para poder reproducir mejor el logo digitalmente.
Y así, ladrillo a ladrillo, hemos reconstruido la historia de esta gran empresa. Si os apasionan las historias de las marcas, podéis echar un vistazo en nuestro blog con el hashtag #BrandVolution: ¡hay muchas más!