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Después de hablar de «personal branding» o marca personal en el artículo anterior, donde presentamos los fundamentos útiles para cualquier profesional o estudiante que quiera tenerla, vamos a ver aquí cuáles son las herramientas necesarias para crear una buena imagen profesional de uno mismo.
La Marca Personal En La Web
Ningún profesional que quiera adentrarse en el mercado laboral puede renunciar a tener un sitio web propio bien hecho. Una estadística de hace algún tiempo reveló que la mitad de las pequeñas y medianas empresas italianas no tenían un sitio web, mientras que la mayoría tiene un smartphone y lo usa, entre otras cosas, para hacer búsquedas en Internet.
Tener un sitio web significa invertir una parte (a menudo pequeña) de tu presupuesto anual y de tu tiempo para tener algo que pueda hablar de ti y presentarte de la mejor manera posible y, sobre todo, de la manera que tú quieres.
Sí, porque la mayoría de nosotros suele olvidar que ya estamos presentes en Internet, sobre todo si tenemos profesiones que están relacionadas con empresas, campañas publicitarias y creatividad. Basta con hacer una búsqueda en Google para comprobarlo.
El sitio web es el centro de tu marca personal: será tu mejor presentación y, como tal, guiará todo lo que podemos llamar tu «imagen coordinada personal».
Invertir en escribir contenidos y en crear imágenes para el sitio web te servirá después para lograr que el resto de tu material promocional sea más homogéneo, coherente y eficaz.
La Marca Personal Y Las Redes Sociales
Uno de los errores más comunes entre profesionales y pequeñas empresas es creer que basta con una página en Facebook o un perfil en Instagram para garantizar su presencia online, crear una comunidad de fans, encontrar clientes potenciales y fidelizar a los que ya han adquirido su producto o servicio.
Las redes sociales son atractivas e invitan a participar, pero son entornos no controlados, cuyos comportamientos son impredecibles y nada transparentes. En pocas palabras, se puede decir que no somos propietarios de lo que se publica en las redes sociales (¡de hecho, no pagamos nada!) y sí lo somos de lo que publicamos en nuestro sitio web (que sí que pagamos).
Por tanto, los contenidos que publicamos en las redes sociales llegan a ser importantes si se incluyen en una estrategia que los relacione con el sitio web y por un tiempo limitado, basado en la duración media de un contenido diferente por cada plataforma.
El Porfolio: Refuerza Tu Imagen Personal
Para cualquier profesional creativo, es fundamental mostrar lo que se hace y cómo se hace. Con demasiada frecuencia, visitamos sitios web cuyos contenidos parecen contar una historia diferente de lo que realmente se produce. Este tema necesitaría mucha más profundización, pero no podemos abordarlo todo en este artículo. Reúne tus mejores trabajos, aquellos de los que te sientes orgulloso o que te han aportado una gran satisfacción y resultados reales, y elige si quieres mostrarlos todos, en una sección dedicada en tu sitio web, o si prefieres destinarlos a un porfolio privado para enviarlo cuando sea necesario. Lo importante es que se vea de manera clara tu papel o contribución en el proyecto. Por tanto, no basta con indicar simplemente el proyecto en el que has trabajado, sino que deberás
también escribir alguna que otra línea para aclarar en qué fases del trabajo interviniste y de qué manera. De esta forma, ayudarás al observador a hacerse una idea de tus capacidades y a comprender si puede interesarle trabajar contigo.
Material Promocional: La Marca Personal Fuera De Internet
Como ya sabemos, Internet no es suficiente. Hay una actividad que desarrollar «offline» —fuera de Internet— que es fundamental para desarrollar la marca personal. Los más cínicos la llaman «la vida real»: sin duda, tenemos que seguir haciendo llamadas telefónicas, estrechando manos y repartiendo sonrisas.
Y, junto a las sonrisas y los apretones de manos, tenemos que tener lista en todo momento una bonita tarjeta de visita.
Ya hemos hablado de la tarjeta de visita, pero merece la pena recalcar que es muy
importante. Es, a menudo, la primera y única herramienta de contacto, lo único que queda de nosotros para una persona y que puede ayudarle a recordarnos.
Los costes de estos productos han bajado muchísimo en los últimos años, ¡pero eso no significa que debamos imprimir las más baratas!
Si elegimos el papel y el formato adecuados, podemos tener tarjetas de visita muy bonitas y eficaces a precios igualmente bajos.
Otra herramienta a menudo demasiado pasada por alto es el folleto, del tipo que sea (dependerá de cuántas páginas necesites para hablar de tu empresa).
El folleto estará compuesto por una o varias hojas. Serán varias si necesitas transmitir información más detallada sobre ti o tus servicios, a veces también sobre algún trabajo de tu porfolio.
Al tener ya preparado el sitio web, puedes usar los textos adaptándolos a los espacios del folleto.
Hasta hace unos años, uno de los indispensables de la imagen coordinada era el papel con membrete, que ya no es realmente necesario, pero sí que es necesario tener diseños digitales que poder usar para escribir cartas, rellenar documentos o enviar facturas y presupuestos.
Otro producto imprescindible para los creativos son las tarjetas tipo postal. Son ideales para promover ofertas temporales o servicios específicos o para llamar la atención de los contactos.
Aquí también vale el mismo consejo que el de las tarjetas de visita: se pueden conseguir excelentes resultados eligiendo el papel adecuado. Para fotógrafos e ilustradores, la postal es una de las herramientas promociones más adecuadas. Está hecha para ser girada como un naipe: en una cara está la imagen y en la otra están los textos con la información.
¿Qué Puede Ayudar A Promocionar La Marca Personal? Imprimir
Una de las reglas de la marca personal está en centrarse en la singularidad, que en algunos casos significa hacer algo que pueda hacernos destacar del resto.
Por ello, no hay reglas para todo lo que pueden transmitir nuestra identidad profesional y nuestros proyectos.
El consejos es que cada proyecto promocional tenga un alma, un sentido y una coherencia; no basta con hablar de uno mismo, debemos captar la atención y, para ello, necesitamos ser interesantes, atractivos y útiles.
Para ello, podrías pensar en repartir boletines de noticias en papel, como se hacía antes, crear tu revista (grapada, en blanco y negro o en colores, según los contenidos y el público de referencia), imprimir un catálogo con tus obras, crear pequeñas narraciones jugando con los pliegues de un folleto, realizar sellos, pegatinas o etiquetas para caracterizar lo que produces, imprimir camisetas o bolsas de tela y un largo etcétera.
En conclusión, la promoción de la marca personal es un espacio abierto a la experimentación y a las ideas originales: toda inversión bien hecha dará sus frutos.