Table of Contents
Quizás pocos sepan que Alfred Hitchcock, el maestro del suspense, reconocido universalmente como uno de los mejores directores de la historia, comenzó su carrera en el mundo del cine como diseñador de títulos. Por lo que no nos sorprende que los créditos iniciales de sus películas se consideren verdaderas obras maestras, también famosos por la conocida colaboración con el diseñador neoyorquino Saul Bass, quien también trabajó en Hollywood con Stanley Kubrick, Billy Wilder y Martin Scorsese, entre otros.
Desde la icónica «Psicosis» hasta «Con la muerte en los talones», pasando por «Los pájaros», «Crimen perfecto» y «Vértigo», hemos elegido algunas películas de la interminable producción del director británico para contarte cómo Alfred Hitchcock utilizó la tipografía para dar a sus películas un buen comienzo.
Crimen perfecto
Estrenada en 1954, «Crimen perfecto» (título original: «Dial M for Murder») se basa en la obra de teatro de Frederick Knott —que ya estaba muy bien acogida por el público— y fue filmada íntegramente en un apartamento de Londres. Es la primera y única película en 3D de Alfred Hitchcock. El director, de alguna manera, accedió a utilizar esta tecnología que parecía muy prometedora en esos años, aunque en realidad estaba aún demasiado en ciernes.
Quizás el único momento en el que Hitchcock apoyo el uso del 3D fue en los créditos iniciales, donde eligió una tipografía oblicua e irregular (como si estuviese picada con un cuchillo) de color amarillo con una sombra negra, probablemente solo para hacer resaltar mejor el título en su versión estereoscópica.
En el centro del título se encuentra la M roja de un teléfono de disco que anticipa la llamada que será el punto de inflexión de toda la historia. Para esta escena y las siguientes, Hitchcock no usó un dispositivo normal, sino que hizo construir uno expresamente de más de un metro.
Vértigo
«Vértigo» (título original: «Vertigo») se estrenó en 1958 y es la primera de tres películas en las que Alfred Hitchcock colaboró con el diseñador Saul Bass para la realización de los créditos iniciales, que son como una película en sí dentro de la película, como comentó Martin Scorsese, que contribuyeron a definir ese tipo de estética en los años siguientes.
La banda sonora, los cambios de color, los tensos primeros planos contribuyen a crear un ambiente inquieto y provocativamente intrigante que predispone al espectador al tono de la película. Las fascinantes curvas geométricas (las llamadas figuras de Lissajous) que aparecen en las iniciales fueron creadas por el pionero del arte digital John Whitney y algunos las consideran el primer ejemplo de diseño y efectos por ordenador aplicado al cine.
Se utilizan dos fuentes: News Gothic, que también encontraremos en «Psicosis», y Clarendon en el título principal. Clarendon es una de las denominadas fuentes egipcias, un tipo de fuente con remates muy cuadrados que se hizo muy popular en el siglo XIX. La fuente fue creada por Robert Besley en 1845 y es famosa por ser la primera tipografía para la que se registraron derechos de autor. Aunque, hay que decirlo, se hizo tan famosa que muchos impresores hicieron copias de ella en los años siguientes.
Con la muerte en los talones
«Con la muerte en los talones» (título original: North by Northwest) se estrenó en 1959 y es una película de huida y persecución, es una de las más exitosas de Alfred Hitchcock y está considerada una de sus obras maestras.
También en este caso los créditos iniciales fueron creados por el diseñador Saul Bass y se acreditan como la primera secuencia en la que vemos en el cine un ejemplo de tipografía cinética, que es la técnica de animación que mezcla movimiento y texto usando animación de vídeo. Los textos se mueven siguiendo la perspectiva impuesta por la retícula de líneas perpendiculares primero, y luego por la fachada de un rascacielos de Manhattan (un homenaje a esta técnica se puede encontrar en «La habitación del pánico», la película dirigida por David Fincher en 2002).
Las intersecciones de las líneas y los movimientos del texto anticipan la serie de giros y, justamente, de intrigas que el espectador presenciará en la película, mientras que los títulos terminan en una escena que retrata la multitud de personas en las calles de Nueva York, entre las que se puede distinguir al propio Alfred Hitchcock cogiendo un autobús.
Psicosis
«Psicosis», estrenada en 1960, está considerada una de las mejores películas de Alfred Hitchcock y la más exitosa de público. En el imaginario colectivo es ya imborrable la famosa escena del asesinato en la ducha, una pequeña obra maestra de dirección que ha contribuido a establecer nuevos estándares de aceptación de la violencia en la gran pantalla para los espectadores.
Incluso los créditos iniciales, realizados por Saul Bass con el apoyo del artista de lettering Harold Adler, representaron algo claramente innovador para la época: las letras mayúsculas, en los caracteres sans serif Venus Bold Extended y News Gothic Bold, están interrumpidas por líneas verticales y horizontales que fragmentan toda la figura en tres partes, dificultando así la lectura y anticipando la atmósfera angustiosa de la película.
Para crear este efecto, como cuenta el propio Adler, era necesario proceder de forma totalmente artesanal. Las barras que se ven en los créditos eran piezas de madera contrachapada pintadas de blanco que tenían que moverse manualmente, cada movimiento se cronometraba con extrema precisión, pero a menudo las barras se salían del eje y las escenas tenían que rehacerse. Para los textos, se utilizaron copias fotostáticas divididas en tres partes, cada una movida por separado en una dirección y filmada cuidadosamente.
Los pájaros
«Los pájaros» (título original: «The birds») es la película de 1963 que sigue al estreno de «Psicosis»: Alfred Hitchcock ya era universalmente reconocido como el maestro del suspense.
También en este caso, los créditos iniciales anticipan esa sensación de locura total con la que el espectador se encontrará solo una vez avanzada la película, y contrastan fuertemente con las serenas escenas iniciales: una primera versión de los créditos, posteriormente rechazada por Hitchcock, hubiera tenido delicados estampados chinos de pájaros, por lo que hubiera estado más acorde con la tranquilidad del íncipit.
Los créditos seleccionados, creados por James S. Pollak de nuevo con la ayuda de Harold Adler para el lettering, muestran en cambio un texto frío y casi antinatural en color cian sobre un fondo hecho de sombras de pájaros revoloteando inquietos y amenazadores. Los textos se destruyen constantemente, como picoteadas por los pájaros. Curiosamente, no hay créditos de cierre, como si no quisieran poner fin al terror desarrollado durante la película.
Como hemos podido ver, los créditos iniciales son un detalle sumamente importante en la cinematografía de Alfred Hitchcock. Muchos de los créditos son, de hecho, películas en sí mismas que fueron pioneras en técnicas innovadoras y establecieron nuevos estándares para los años venideros.
Los títulos evocan en el espectador las emociones que encontrará durante la película, pero sin hacer explícito ningún contenido. ¿Cómo se consiguió? Más que en la elección de la propia tipografía, Hitchcock y sus colaboradores jugaron con las transformaciones y los movimientos aplicados al texto y con la composición entre fuentes, color y otros elementos gráficos y sonoros.