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#BrandVolution: la evolución del logo de Pepsi
A lo largo de la historia, ha habido logos que prácticamente no han cambiado nada y otros que han cambiado tanto que casi han dejado atrás su pasado. ¿Un ejemplo? Pepsi. Su identidad visual, desde sus orígenes hasta la actualidad, se caracteriza por un alejamiento progresivo de su máximo rival, Coca-Cola, en búsqueda de una identidad propia y de un posicionamiento diferente. Vamos a repasar esta evolución pasando por sus etapas principales.
La historia de la empresa y el significado de Pepsi
La historia de Pepsi empieza en 1898, cuando Caleb Bradham, un farmacéutico de New Bern (Carolina del Norte), crea una bebida refrescante y digestiva con nueces de cola. Nace así la «Brad’s Drink», por el apellido de su inventor, y que más tarde se rebautizaría como «Pepsi Cola». La primera parte de este nombre viene del término «eupepsia», que significa «buena digestión», para remarcar las propiedades del producto. «Cola», en cambio, se refiere al ingrediente principal de la bebida.
En poco tiempo, Caleb Bradham amplia la producción y, en 1903, funda Pepsi Cola Company, una empresa que invierte mucho en publicidad para difundir su marca por todo Estados Unidos. ¿El punto fuerte del producto? El precio, mucho más bajo que el de su competencia. Entre las dos Guerras Mundiales, es decir, en un periodo de una profunda depresión económica, esta estrategia le permite a la empresa desafiar a su principal rival, Coca-Cola, llevándose gran parte de su mercado. Desde este punto, la batalla entre los dos competidores será incesante: Coca-Cola consolidará su propia identidad, mientras que Pepsi se desmarcará cada vez más de su rival trabando en la suya y, al mismo tiempo, en su imagen. Veamos cómo.
La evolución del logo de Pepsi desde 1898 hasta hoy
Olvidaos de su famosa esfera, de los colores clásicos de la empresa y de la identidad actual de la marca: el primer logo de Pepsi solo estaba compuesto por el nombre «Pepsi Cola» en rojo. La tipografía elegida, muy tortuosa, no era fácil de leer y de memorizar. ¿Notáis alguna semejanza con el logo de Coca-Cola?
El parecido se hace aún más evidente tras el retoque de 1905. Fijaos en la parte final de la letra C de «Cola»: la comparación entre los dos logos es inevitable. Aparte de este detalle, las letras adquieren más cuerpo, se ven más nítidas y los caracteres se leen con mayor facilidad. Sin embargo, la identidad de Pepsi sigue sin hacerse notar: la empresa está demasiado empeñada en emular a su competidor.
Damos un salto en el tiempo y nos vamos al periodo de la Segunda Guerra Mundial, donde el logo sufre un cambio significativo: en este delicado momento histórico, Pepsi decide mostrar su apoyo a Estados Unidos adoptando los colores de la bandera estadounidense. Unos colores que pasarán a formar parte de su ADN.
A medida que la marca va ganando autoridad y confianza en sus propias posibilidades, surge el deseo de distanciarse de su rival para reafirmar su propia identidad. Así, en 1962, el logo de Pepsi cambia por completo de diseño: desaparece definitivamente la palabra «Cola», la tipografía pasa a ser una sans-serif con buena legibilidad y reconocible, se añade al logo el tapón de una botella y los colores se dividen en dos partes, creando un efecto dinámico.
Diseño tras diseño, el tapón se vuelve cada vez más bidimensional hasta convertirse en un círculo. Lo que se puede ver aquí es el logo «encajonado» de 1971.
En 1991, el rectángulo que lo encapsulaba deja de ser parte del logo y la tipografía se inclina ligeramente como si estuviese en cursiva, dándole una sensación de dinamismo. Abajo, a la derecha, encontramos el círculo, que ya no actúa de fondo del logo, sino que se presenta como un elemento independiente.
A partir de este momento, el globo inicia su propio camino hasta convertirse en el símbolo icónico de la empresa. En 2003, desaparece la palabra «Pepsi» y permanece solo la esfera con sombras realistas (que acentúan el efecto tridimensional), cubierta por unas gotas de agua que transmiten una sensación de frescura. Aquí lo tenemos, con un estilo muy de los 2000.
2008 fue el año del último cambio famoso del logo. La esfera, que se rota para crear un efecto de dinamismo, se aplana. La banda central blanca se amplia, sugiriendo una sonrisa: es la forma que tiene la empresa de relacionar la marca con una emoción positiva, de transmitir alegría. La tipografía elegida es muy ligera y tiene un trazo muy fino que encaja bien con la redondez de la esfera. También hay un pequeño homenaje a logos anteriores: si os fijáis bien en la letra E, podéis apreciar una pequeña ondulación que es un guiño al antiguo tapón, el precursor de la esfera actual. Aquí lo tenéis.
La nueva imagen de la marca la explica Arnell Group, la empresa a la que se le encargó, en un documento en el que nos cuentan sus orígenes y significados. Os recomendamos que le echéis un vistazo si tenéis ganas de saber más sobre esta historia. Desde aquí, esto es todo.