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¿A qué nos referimos con escribir un librojuego? Quiere decir mezclar los trucos de la narrativa con los del diseño de juegos, ¡y de ahí extraer un producto particular que se encuentra a medio camino entre esos dos universos! Así nos describe el oficio de escritor de librojuegos Mauro Longo, autor italiano de librojuegos, cuentos, novelas y ensayos traducidos a varios idiomas.
Hace ya tiempo, contamos la historia y el resurgimiento de este género, cuya época dorada se produjo en los años 80. Pues bien, hemos decidido darle la palabra a un autor profesional para que nos ayude a comprender cómo se hace un librojuego, cómo debe moverse un aspirante a escritor y qué se espera del futuro para este género en plena expansión.
Aquí encontrarás el blog de Mauro Longo.
Hola, Mauro. ¿Cómo llegaste al mundo de los librojuegos?
Todas las publicaciones y el trabajo actual se derivan de la pasión de un niño de diez años que cogía la bici a escondidas para recorrer varios kilómetros hasta los quioscos que vendían los libros Escoge tu aventura de Indiana Jones para poder hacerse con todos ellos. Todo lo que hago ahora viene de esa pasión incontrolable, que más tarde se convertiría en la voluntad de comunicar, mediante blogs y artículos, y, por último, en la voluntad de escribir y publicar.
Por tanto, soy un fan absoluto de los librojuegos, de la narrativa fantástica y de los juegos de rol antes que de cualquier otra cosa.
Hagamos una clasificación: dinos tus tres librojuegos preferidos.
Os cito tres clásicos que me encantaban de niño. Adoro el genio y la locura de Brujos y Guerreros, la serie inglesa de grim fantasy creada por Steve Jackson en cuatro pequeños volúmenes que considero inseparable, en cuanto a la valoración y al recuerdo, de las acertadísimas portadas y las ilustraciones. De los cuatro libritos, mi favorito es el primero, «Las colinas de Shamutanti», pero la serie es realmente un todo en uno prácticamente indisociable.
También es espléndida, de entre todos los títulos que publicó en Italia la editorial Edizioni EL, la aventura en solitario «La hija del califa» de la serie The Dark Eye, con sus atmósferas cálidas y orientales.
De entre las historias de encrucijadas, destacaría un pequeño volumen de la serie de Indiana Jones que ya he citado: «El tesoro de Gengis Khan», ambientado entre Venecia y el Desierto de Gobi.
Volvamos a tu trabajo como escritor. ¿Cómo surge la idea para un librojuego?
Al principio, mis libros nacieron por emulación de las historias que me encantaban de niño: aventuras fantásticas con el estilo de los viejos clásicos. Después, con el tiempo, también me apeteció experimentar con estilos, estructuras y géneros nuevos.
Actualmente, diría que el truco está en empezar por pensar en cómo se utilizarán los librojuegos y, después, trabajar volviendo atrás: si se escribe un libro que terminará en formato kindle o si se prevé crear una serie para jugar sobre la mesa con dados y lápices, toda la estructura del librojuego cambia completamente.
¿Hay técnicas de escritura y de organización de la escritura particulares?
¡Por supuesto que sí! Escribir narrativa lúdica quiere decir mezclar los trucos de la narrativa con los del diseño de juegos y extraer de ahí un producto particular que se encuentre a medio camino entre estos dos universos.
Con los años, las estructuras, los gráficos, las técnicas, la dinámica de juego y los géneros de los librojuegos se han ido estudiando al detalle y ahora ya se conocen muchísimos secretos. Por suerte, el autor actual no tiene por qué empezar desde cero, sino que puede aprovechar todos los conocimientos acumuladosy los consejos de los autores del pasado.¿Qué consejos le darías a un aspirante a escritor de librojuegos?
Para empezar, conocer bien la materia: no obstante, sin caer en obviedades, sino documentándose sobre todo lo que ya se ha creado antes de empezar. Puede pasar que las genialidades que parecen más originales e innovadoras ya se hayan inventado en los años 80, y consultar esos títulos nos permitirá empezar más rápidamente a desarrollar nuevas versiones de esas ideas.
En segundo lugar, partir de proyectos pequeños y, después, si acaso, ir redimensionándolos poco a poco. A día de hoy, en Italia hay concursos, sitios web y portales que permiten publicar pequeños librojuegos incluso autoeditados y conocer la valoración de expertos y apasionados del tema. Antes de lanzarse a redactar libros de 800 párrafos, conviene practicar un poco con textos cortos o de longitud media.
A la hora de escribir un librojuego, ¿alguna vez te has dejado influir de alguna manera por la competencia con los videojuegos u otras formas de entretenimiento populares, como por ejemplo las series de televisión?
No se trata de competencia, porque los medios de comunicación son muy distintos, sino más bien de inspiración. Después de todo, muchas reglas del diseño de juegos moderno son aplicables a los juegos de mesa, los librojuegos y los videojuegos… Por tanto, resultan beneficiosos tanto la contaminación entre distintos géneros como el uso de dinámicas parecidas, en ocasiones adaptadas expresamente.
Parece que, en los últimos años, los librojuegos han vivido una especie de renacimiento. ¿Estás de acuerdo o piensas que quizás nunca desaparecieron? Y ¿cómo ves el futuro de este género?
Seguramente, han experimentado un gran resurgimiento casi desde cero a partir de 2013 en Italia. En los últimos dos años, se ha convertido en un fenómeno en gran expansión en nuestro país, sin embargo solo en el mundo de los juegos, no en el de las editoriales dedicadas a los libros.
En otras palabras, ya no estamos en la época de las tiradas de 20 000 ejemplares por volumen de las viejas glorias de los años 80 y 90, sino en la de los 500-1 000 ejemplares de los pequeños editores, con una distribución en tiendas de juegos.
El futuro, en mi opinión, es halagüeño, al menos para los próximos 2-3 años. Veo una grandísima expansión de este sector, que no tiene visos de detenerse. Hasta entonces no descubriremos adónde nos llevará ese «renacimiento», y dependerá de cómo hayamos sabido aprovechar esta oportunidad.
Si hay aspirantes a autor, les animo a atreverse con editoriales y proyectos: ¡nunca ha habido tanta demanda de librojuegos originales como ahora!