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Volta Press fue cofundado por Laureen Mahler y su marido John en Oakland (California) en 2007. Laureen había estudiado escritura creativa y John estudió literatura. Ambos empezaron a imprimir en 2004 en el California College of the Arts (CCA) porque estaban muy interesados en los libros, la creación de libros y en la literatura. Laureen trabajaba como diseñadora autónoma en aquella época: no fue hasta más tarde cuando el diseño y la tipografía se entrelazaron realmente para ella. Comenzaron su negocio por su interés en los métodos de impresión y la composición tipográfica, especialmente en el contexto de los libros de arte.
Tuve la oportunidad de conocer a Laureen en su precioso estudio y tienda en Berlín y hablar con ella sobre la impresión como forma de artesanía o arte, nuevos métodos de tipografía y mucho más.
¿Cuál es la historia del estudio? ¿De dónde eres y cómo llegaste a trabajar y a vivir en Berlín?
Nuestra primera incursión en la tipografía profesional vino en forma de una revista literaria que empezamos cuando estaba en el California College of the Arts. Básicamente, lo que queríamos era publicar trabajo que nos gustaba de gente que conocíamos, pero queríamos hacerlo de una manera única. Beeswax Magazine nació de esa idea y publicamos 8 números, cada uno con una portada con impresión tipográfica y una encuadernación cosida a mano.
Poco después de terminar mi Máster en Bellas Artes, John y yo empezamos a imprimir en una Vandercook SP15 en el patio trasero de una de mis asesoras de tesis, Betsy Davids (fundadora de Five Fingers Press). Poco tiempo después, en 2007, empezamos oficialmente Volta Press y nos trasladamos a un espacio propio en Oakland, California, donde nos dedicamos tanto a la impresión de trabajos como a la tipografía más experimental. Siempre ha sido importante para nosotros lograr un equilibrio entre los trabajos que pagan nuestras facturas (de los que también disfrutamos) e imprimir para nosotros.
En 2010, tuvimos la oportunidad de ayudar a poner en marcha el plan de estudios de tipografía en el San Francisco Art Institute, donde posteriormente enseñamos hasta que nos fuimos a Berlín en 2014. Enseñar tipografía en una escuela de bellas artes fue una experiencia importante para nosotros porque tuvimos estudiantes de una gran variedad de disciplinas que se aproximaron a la impresión desde una perspectiva de intensa experimentación y de diversión a la vez. Nos enseñó a buscar constantemente las formas en las que la tipografía tradicional y la «nueva» pueden coexistir e incluso formarse mutuamente.
Siempre habíamos tenido la idea de salir de EE. UU. y, en 2014, decidimos hacer las maletas y hacerlo realidad. Teníamos algunos conocidos aquí en Berlín, así como una vaga promesa de un trabajo de docencia a tiempo parcial; pero, más allá de eso, simplemente estábamos listos para algo nuevo. Berlín tiene una vibrante comunidad creativa, además de una sólida base para la artesanía tradicional, y nos dimos cuenta de que este equilibrio estaba en sintonía con lo que ya estábamos haciendo.
Desde que nos mudamos, hemos restablecido Volta Press en el barrio Moabit de Berlín y yo sigo enseñando tipografía y diseño de libros en una universidad de bellas artes de aquí.
En tu opinión, ¿ha habido avances recientes en el campo de la impresión?
Una respuesta obvia es el uso de láminas de nailon con reverso adhesivo, aunque no es algo necesariamente reciente. En Estados Unidos, Boxcar Press popularizó el uso de estas láminas hace más de 10 años. Básicamente, permitieron el movimiento libre entre los archivos diseñados digitalmente y los métodos de tipografía tradicionales, además de ofrecer un registro y una reutilización más fáciles.
Más recientemente, ha habido un cierto resurgimiento en la disponibilidad de nuevos tipos de madera, tanto en Estados Unidos como en Europa. Ahora es posible diseñar un tipo de letra y crearlo en madera con un presupuesto asequible para imprentas más pequeñas e impresoras independientes. Creo que estas posibilidades solo aumentarán a medida que la impresión 3D y otros métodos de impresión de formas prevalezcan más.
Aunque tal vez menos concreto, es igual de importante que se produzca un cambio en la manera en la que pensamos en la tipografía: pensar que no es solo artesanía industrial o solo para materiales impresos de corta duración, sino que también puede existir en el ámbito de las bellas artes.
Los métodos de impresión que usáis siguen siendo muy prácticos, pero el mundo se está digitalizando cada vez más: ¿de qué forma ayuda la digitalización a los impresores? ¿Cómo ayudó a la impresión?
Como he mencionado antes, el uso de láminas de nailon con reverso adhesivo realmente tendió un puente entre el diseño digital y la tipografía.
Se ha ha facilitado el trabajo de los diseñadores en la tipografía y, a su vez, muchos diseñadores han comenzado a traspasar los límites de las posibilidades que ofrece la tipografía, el registro, el diseño y demás. Esto nos resulta especialmente emocionante, ya que también es un reto para nosotros, como impresores, experimentar en nuestro propio trabajo.
También, algo relacionado con la digitalización es que las comunidades de tipografía en Internet permiten a los impresores conectar más rápida y fácilmente, ya sea para encontrar ayuda para arreglar algo o para compartir información e ideas.
También está el efecto irónico por el que, cuanto más digitalizadas están nuestras vidas diarias, mayor es el interés por la artesanía hecha a mano, como la tipografía. Muchas de las personas (diseñadores y otros) que vienen a nosotros para talleres son superentendidos digitalmente hablando, pero tienen poca o ninguna experiencia con la impresión a mano y el proceso les resulta fascinante.
¿Con qué impresora te gusta más trabajar? ¿Cuál sería la máquina de tus sueños?
¡Tenemos distintas respuestas a esa pregunta! Aprendimos con Vandercooks en Estados Unidos, y John prefiere la Vandercook por su construcción simplificada del rodillo. Por mi parte, yo me he aficionado bastante a la Korrex alemana y la FAG suiza; aunque, de alguna manera, su ingeniería es bastante compleja, tienen un gran número de partes móviles, lo cual dice mucho de mi amor por la mecánica de las prensas. También hemos impreso con Heidelbergs y C&Ps y, sin duda, cabe mencionar la velocidad y eficiencia de las prensas de platina, pero básicamente el control de una prensa de cilindros completamente manual encaja a la perfección con nuestro enfoque de impresión.
La máquina de mis sueños sería una prensa de cilindros con platina doble, una especie de Rube Goldberg con pedales y botones por todas partes. John es un poco más conservador en este aspecto: él elegiría una Vandercook 3 perfectamente conservada, por su sencillez zen y sus guarniciones de latón.
No solo eres impresor, sino también artista. ¿Cuánto de tu trabajo es arte y cuánto es artesanía? ¿Podrías diferenciarlos siquiera?
De hecho, pensamos mucho en esto y hemos conocido a impresores que se posicionan muy claramente a un lado o el otro, ya sea en el de la tipografía como artesanía pura o como una forma de arte. Para serte sincera, creo que el trabajo que hacemos está en ambos campos.
La artesanía es lo que nos inspira. Para mí, eso significa comprender no solo la tipografía como una técnica, sino también su historia, sus orígenes, sus intenciones, sus limitaciones y sus posibilidades. Tenemos en cuenta cómo el diseño, los materiales y los procesos mecánicos trabajan juntos para crear la mejor impresión posible.
Dicho esto, a menudo hacemos impresiones poco convencionales, ya sea mezclando soportes (láminas y tipografía o digital y analógico) o experimentando con técnicas no tradicionales como la impresión a presión. Siempre tenemos un concepto en mente cuando estamos creando un proyecto, pero el éxito de los aspectos artísticos depende enormemente de la artesanía que hay detrás.
No hay muchas mujeres impresoras por ahí. ¿Crees que ser mujer en esta industria es útil o crees que has tenido que luchar más para conseguir llegar a donde estás ahora?
He tenido muchísima suerte en eso: desde el principio aprendí tipografía de grandes mujeres impresoras. En este sentido, mi experiencia durante mi Máster en Bellas Artes y mi formación en tipografía estaba de alguna manera protegida; nunca se me ocurrió en aquella época que ser mujer impresora fuese algo inesperado o menos común. Cuando hice la transición al mundo laboral con mi propio negocio y a la enseñanza, resultó evidente que ser mujer impresora era, en muchos sentidos, la excepción a la regla. Personalmente, esto no me ha parecido nunca útil y, en una industria que ha estado principalmente dominada por los hombres, creo que las mujeres han tenido que luchar más para ser reconocidas como iguales. Pero, ciertamente, esto no se limita al campo de la tipografía. También me complace decir que conozco y trabajo con un buen número de mujeres impresoras que constantemente crean trabajos excepcionales.
El medio analógico ha vuelto recientemente, ya sea en discos de vinilo o en la tipografía. ¿Qué crees que hizo que los productos analógicos de alta calidad volvieran a ponerse de moda?
La fatiga digital juega un papel importante en la popularidad de los productos analógicos, pero, de alguna manera, el acceso a recursos en línea casi ilimitados inspira un anhelo de un mayor conocimiento práctico. Me he dado cuenta de que esto sucede especialmente en el entorno universitario, donde los diseñadores jóvenes están deseando comprender de verdad de dónde proviene su oficio, y este proceso de aprendizaje determina significativamente su producción.
¿Algún medio inesperado que sea nuevo para ti? ¿Qué te ha sorprendido en la industria en los últimos 3-4 años?
Específicamente en la impresión tipográfica, ha sido genial ver un aumento en la popularidad del linóleo y la impresión reducida como técnicas, lo que ha llevado a materiales de talla cada vez más fáciles de usar. Más allá de la tipografía, es divertido experimentar con el resurgimiento de la risografía, sobre todo porque coincide con una tendencia hacia la diversión, tanto en el color como en la forma.
¿Cómo ves el futuro de los productos impresos a mano y la impresión tipográfica en general?
Creemos firmemente que siempre habrá un lugar para los trabajos impresos a mano y mediante tipografía. A pesar de las innumerables opciones y las velocidades rapidísimas que permite la impresión digital, el interés por la tipografía, ya sea en trabajos de impresión o talleres, sigue creciendo. En las universidades están apareciendo cursos de tipografía, los diseñadores digitales buscan la tipografía para mejorar sus habilidades y los clientes buscan continuamente una experiencia realmente tangible.
Pero, para nosotros, el futuro de la tipografía en cuanto a cómo cambiará en los próximos años es una pregunta abierta.
Un concepto muy nuevo es que la tipografía pueda existir como un arte, y con este enfoque vienen nuevas ideas, nuevas técnicas y nuevas formas de usar las herramientas que tenemos para crear trabajos completamente inesperados.
¿Cómo usas las redes sociales para impulsar tu negocio?
Nuestro objetivo con las redes sociales es mostrar no solo nuestro trabajo, sino también comunicarnos con nuestros seguidores y clientes potenciales. Realmente nos esforzamos por mantener cuidadas nuestras cuentas, en el sentido de que lo que publicamos siempre es algo en lo que nosotros mismos estaríamos interesados. Desde que abrimos nuestra tienda en Berlín, hemos tenido varios visitantes que nos encontraron a través de Instagram o Twitter, y siempre es genial ver que la conexión en línea se manifiesta en el mundo real.
¿Cómo te inspiras? ¿Quién te inspira?
Mi primera profesora de tipografía fue Betsy Davids, quien fundó Five Fingers Press y enseñó en CCA durante décadas. No solo fue mi mentora y mi inspiración, sino también mi verdadera guía sobre cómo iniciar una imprenta y sacar trabajo al mundo.
Nuestra inspiración diaria viene de una gran variedad de fuentes, pero nos encanta el trabajo de Karel Martens, Peter Chadwick (This Brutal House), Johanna Drucker, Peter Saville, The Small Stakes, El Lissitzky y Fortunato Depero. Tenemos una colección cada vez mayor de pósteres de películas checas y polacas de los años 60 y nos vuelven locos sus diseños. Por otra parte, encontramos mucha inspiración en nuestro catálogo de tipos: simplemente mirando las cajas de tipos y viendo qué sale al poner letras en la prensa.