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Si pudieras volver atrás en el tiempo desde 1990 hasta la actualidad, apenas reconocerías la vida diaria de un diseñador gráfico. Aunque, en esencia, seguimos creando diseños e imágenes para atraer a clientes, la forma de hacerlo ha cambiado muchísimo.
Diseño gráfico en la universidad en 1990
Imagina esta escena: una clase de diseño gráfico en una facultad de Bellas Artes del Reino Unido en 1990. ¿Qué ves? Si quieres, te lo cuento yo, que estuve allí. Lo que se ve es una sala llena de mesas de dibujo, cada una con una caja de herramientas llena de rotuladores, lápices y pinturas. Y ningún ordenador a la vista.
Aunque la industria del diseño se había digitalizado unos años antes, las universidades tardaron en ponerse al día y los costes eran altos. Teníamos una sala de ordenadores con unos 15 ordenadores con pantallas diminutas en blanco y negro que compartíamos con la mayoría de la facultad de Bellas Artes, que calculo que eran varios cientos de estudiantes. Por aquel entonces, el sector del diseño usaba el software de diseño Quark Xpress, pero la universidad solo tenía una copia con la que los profesores estaban aprendiendo.
Para añadir texto generado por ordenador a un diseño creado a mano, usábamos un software llamado Freehand (similar a Adobe Illustrator), pero no había impresora en color para imprimirlo. En su lugar, se imprimía el texto en blanco y negro y luego se usaba la máquina Omnicron. Se trataba de un extraño artilugio que parecía un poco un laminador. Cogías una hoja de color de Omnicron y la colocabas sobre tu impresión en blanco y negro. Luego, la ponías en la máquina y el color se pegaba al negro. Bueno, esa era la teoría, porque a menudo te quedaba un efecto de en colores y negro ligeramente irregular.
Cualquier fotografía que necesitaras para tu diseño, la tomabas con una cámara de 35 mm: si estaba en blanco y negro, tú te encargabas de revelarla en el cuarto oscuro. Y, como alternativa, tomabas una película en color para un procesador de fotografías.
Ser un diseñador gráfico novato en 1992
Conseguí mi primer trabajo como diseñador gráfico en 1992 en el departamento de Marketing de la universidad. Directo hasta el final y con mi propio ordenador. No solo no tenía que compartirlo con nadie más, sino que además no sabía cómo usarlo.
Como he mencionado antes, Quark Xpress era el principal software de la época y rápidamente me enseñaron los conceptos básicos para poder empezar a trabajar con él. Mi Mac de Apple era un trasto con una diminuta pantalla redondeada, aunque, si mal no recuerdo, esta era a todo color, lo que ya era un paso más. Pero no tenía capacidad para ejecutar Photoshop, ya que requería mucha capacidad de procesamiento.
El primer trabajo para cualquier diseñador gráfico siempre es desalentador, y a eso hay que añadirle que pasé de tener 6 semanas para diseñar un póster a mano a 6 horas para crear uno en un ordenador que no sabía cómo usar.
El mercado laboral de mediados de la década de 1990
Buscar un trabajo a mediados de la década de 1990 era muy diferente a cómo es ahora. Las cosas eran mucho más sencillas y los requisitos eran bastante estándar. Siempre y cuando tuvieras algo de experiencia en diseño, el único software que necesitabas conocer era Quark Xpress, para diseño de páginas, Photoshop e illustrator/Freehand. Internet todavía no estaba muy difundido: de hecho, mucha gente —incluido yo— ni siquiera había oído hablar de él.
No había anuncios para diseñadores gráficos ni ninguna de las carreras relacionadas que surgieron más tarde, por lo que los anuncios de trabajo eran simplemente para diseñadores gráficos de diferentes niveles u operadores de Mac. Generalmente, se consideraba que los operadores de Mac eran quienes sabían cómo usar un Mac y el software, pero que no necesariamente tenían talento para el diseño. Podían trabajar en proyectos una vez que el diseñador hubiese hecho el trabajo conceptual inicial.
Mediados de la década de 1990 como diseñador gráfico
A mediados de la década de 1990 todavía no había una forma sencilla de obtener la aprobación de tus diseños. El correo electrónico todavía no estaba muy implantado. Cuando tenías diseños o modificaciones que mostrar a tu cliente, tenías 3 opciones:
- Reunirte con el cliente y mostrarle el trabajo en persona.
- Enviar el trabajo a tu cliente por correo postal o mensajería.
- Enviarle el trabajo por fax.
Enviarlo por fax era una opción horrible: la mitad de las veces, el cliente no podía verlo bien todo. A veces, incluso tenías que hacer una versión del trabajo adaptada para fax, quitando imágenes para que se pudiera ver más fácilmente.
Hasta ahora, si querías imágenes para tu proyecto de diseño (antes de la era de Internet), podías crear tus propias ilustraciones o encargarlas a un ilustrador, contratar a un fotógrafo o crear un diseño de solo texto y color. Fue por esta época cuando emergieron los catálogos de imágenes libres de derechos: con solo echar un vistazo rápido al catálogo, podías encontrar imágenes libres de derechos que eran válidas para tus proyectos. Usar cada imagen costaba unas 200 £. Si optabas por recurrir a un fotógrafo, normalmente te entregaban diapositivas, que después tenías que enviar para el escaneado profesional.
Muchos proyectos de esta época se diseñaban en uno o dos colores, ya que era mucho más barato de imprimir por aquel entonces. Aún se hacía muy poca impresión digital. Antes de enviar un trabajo a imprimir, iba a la empresa de reproducción, donde los archivos se convertían en películas, que más adelante se usarían para hacer placas de impresión. Estas eran grandes láminas de acetato con tinta negra impresa. Había una película para cada color. A veces, los clientes no estaban dispuestos a pagar por una prueba de color, por lo que tenías que intentar localizar los errores en las películas, una tarea nada fácil.
De mediados a finales de la década de 1990 como diseñador gráfico
Aún recuerdo el momento en el que descubrí que Photoshop tenía capas: fue como un milagro. Eso fue después de que mi jefe me explicara lo que eran exactamente las capas. Antes de eso, cualquier cambio que hacías en Photoshop era permanente. La única forma de evitarlo era guardar un montón de versiones de tu trabajo en sus diferentes fases. Incluso aunque las capas eran un avance enorme, los Mac de la época seguían teniendo problemas para hacer frente a la capacidad de procesamiento que era necesaria. No era raro mover una capa y luego ir a por una taza de té mientras esperabas 15 minutos para que el ordenador terminase el trabajo.
También fue en esta época cuando Internet estaba empezando a usarse más y el diseño web comenzaba a convertirse en una nueva área de desarrollo. Por aquel entonces, los sitios web se creaban con contenido estático con HTML y seguía siendo un área bastante especializada. Recuerdo que, en 1998, la empresa de diseño para la que trabajaba me compró un módem como regalo de despedida y pensé: «¿Para qué narices quiero yo esto?». Teniendo en cuenta que no había experimentado nunca con la Web, descubrí las maravillas de la conexión a Internet por acceso telefónico y, aunque era lenta hasta la frustración, pude ver que tenía mucho potencial.
De 2000 a 2005 como diseñador gráfico
Por esta época el correo electrónico era cada vez más habitual entre las empresas de diseño. En las empresas de diseño en las que trabajé, normalmente lo hacía solo en los ordenadores de quienes se encargaban de la comunicación con los clientes.
También era el momento de las primeras cámaras digitales de bajo coste. 1 o 2 megapíxeles, era un gran avance para crear efectos visuales. Si querías la fotografía de un edificio, solo tenías que salir y tomarla, sabiendo que más adelante podrías contratar a un fotógrafo profesional. En esta época, los fotógrafos también se estaban pasando a las cámaras digitales de alta resolución, que aceleraban el proceso y reducían la necesidad de escanear.
Istockphoto fue creado en 2000. Lo descubrí unos años más tarde (antes de que lo comprara Getty Images). Antes de Istockphoto, si querías una fotografía para tu diseño, tenías dos opciones: o hacerla tú o pagar más de 200 £ por una imagen libre de derechos de autor. Istockphoto proporcionaba imágenes libres de derechos de autor por 1 $ cada una. Esto las hizo lo suficientemente económicas para usarlas en trabajos visuales en lugar de las fotografías de baja resolución con marca de agua de otros sitios. Sin embargo, aunque esto facilitó mucho la vida a los diseñadores, también tenía su inconveniente: significaba que todos los diseñadores estaban usando las mismas imágenes en lugar de crear las suyas propias. Personalmente, pasé de producir una gran cantidad de ilustraciones a muy pocas. Cuando el tiempo y el presupuesto eran ajustados, los clientes optaban al final por una imagen libre de derechos decente y barata en lugar de pagar por una fotografía o ilustración a medida.
Otra cosa importante que también recuerdo muy bien de esta época es que Quark Xpress empezó a perder fuerza en el mercado del diseño de páginas. InDesign 1 fue lanzado en 2000, pero no despegó de inmediato. Cuando se incluyó en Photoshop e Illustrator, los diseñadores comenzaron a usarlo. Probé una de las primeras versiones de InDesign, que no funcionaba muy bien, y eso me echó para atrás durante mucho tiempo. Cuando entiendes mucho de software, siempre desmoraliza empezar de cero, sobre todo cuando estás enviando trabajo para imprimir, lo que significa que los errores pueden salirte caros.
Cuando me hice autónomo en 2003, la banda ancha todavía no estaba disponible donde vivía y los archivos de material gráfico tenían que enviarse a los clientes en CD. ¡Se hacían un montón de visitas a la oficina de correos! La llegada de la banda ancha unos años más tarde hizo que esto pasara a formar parte del pasado.
WordPress se creó en 2003 y ha aumentado en popularidad desde entonces. No solo facilitó la vida a la gente que no entendía de tecnología y quería montar una web, sino que también funcionaba bien para los diseñadores. Algunos diseñadores también crearon negocios en torno a este programa, diseñando plantillas y frameworks para WordPress. En los anuncios de puestos de trabajo también se empezó a pedir experiencia en web y en Quark, Photoshop e Illustrator.
De 2005 hasta ahora como diseñador gráfico
Las cosas han cambiado mucho incluso en los últimos 15 años. Los smartphones y las tabletas han creado nuevos puestos de trabajo para diseñadores gráficos en las áreas de diseño de juegos, experiencia de usuario (UE) e interfaz de usuario (UI). Ahora, los diseñadores de webs tienen que diseñar teniendo en cuenta el móvil tanto o más que los ordenadores. Y, por si eso fuera poco, también hay que aprender sobre gráficos en movimiento y de vídeo. El cambio de Adobe a un servicio totalmente basado en suscripción para su software en 2013 significó que ahora los diseñadores tenían una gran cantidad de diferentes opciones de software incluidas en sus suscripciones a Creative Cloud.
Con la creciente popularidad de los iPads y las tabletas, emergieron nuevas aplicaciones de diseño móvil. Nunca olvidaré el pincel de Apple que te permitía crear ilustraciones en alta resolución al dibujarlas en la pantalla, algo que yo busqué durante mucho tiempo.
Ahora ya no tienes que pagar por imágenes libres de derechos. Sitios web con imágenes libres de derechos como Pixabay y Unsplash ofrecen imágenes gratis que habrían costado un par de cientos de libras hace veinte años.
Lo genial de ahora es que todo lo que necesites aprender, lo puedes hacer con una búsqueda rápida en Google o apuntándote a un curso online. ¡Cómo me hubiera gustado que ese hubiese sido el caso en 1992 cuando conseguí mi primer trabajo con un software que no sabía usar!
El futuro
¿Qué les depararán los próximos 30 años a los diseñadores gráficos?