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En los años setenta, aparece en Estados Unidos una fantástica historia ambientada en un futuro lejano y en un exótico planeta arenoso. En él hay inquietantes gusanos gigantes y una población indígena con intensos ojos azules cuyo destino parece estar gobernado por una especia psicodélica. El nombre del planeta es Dune.
Dune de Frank Herbert es a día de hoy uno de los libros de ciencia ficción más exitosos del mundo, con más de 20 millones de copias vendidas y traducido a 20 idiomas. También es uno de esos libros que ha superado el formato impreso para pasar a convertirse en una parte integrante de nuestro imaginario colectivo, inspirando recientemente la aclamada trilogía cinematográfica de Denis Villeneuve.
En definitiva, Dune lleva más de cincuenta años apasionando a generaciones de lectores y lectoras. Pero ¿sabías que inicialmente Frank Herbert ofreció su libro a más de veinte editores que lo rechazaron? ¿Y que una especie de maldición se cernió sobre cualquiera que intentase llevarlo a la gran pantalla?
Hoy repasamos la historia editorial de Dune —desde la primera aparición en una revista de ciencia ficción hasta la publicación de una saga completa que cosechó un gran éxito— siguiendo como de costumbre el hilo conductor que tanto apreciamos: las cubiertas de los libros de Dune. Las mejores, vintage y… anecdóticas.
¡Bienvenido al planeta de arena!
Las primeras portadas de Dune, en versión revista
Inicialmente, Dune no apareció en forma de libro, sino de revista. En particular, fue Analog Science Fiction and Facts (a menudo abreviada como Analog) —una de las revistas de ciencia ficción más longevas, publicada desde 1930 y todavía activa— la que serializó la obra de Frank Herbert en varios volúmenes que aparecieron entre 1963 y 1965 bajo los títulos «Dune World» y «The Prophet of Dune».
Permítenos una excepción a la regla: esta vez queremos hablarte de las portadas de una revista. Y por un motivo muy concreto: quien las diseñó fue John Schoenherr, un artista naturalista estadounidense de gran talento.
John Schoenherr realizó todas las ilustraciones de Dune —adjudicándose por este trabajo el Premio Hugo al Mejor Artista— y las portadas de las primeras ediciones. No debe haber sido fácil ser el primer diseñador en poner el pie en un imaginario tan potente y complejo como el creado por Herbert. Al parecer, Schoenherr no tuvo el más mínimo problema en conseguirlo: ahora, cincuenta años más tarde, el planeta Dune —en sus múltiples encarnaciones contemporáneas— es a grandes rasgos aquel que trazó el artista estadounidense.
El proprio Frank Herbert quedó extremadamente satisfecho con aquella representación gráfica de su Dune, hasta el punto de que en los años ochenta comentó: «No me puedo imaginar una representación visual de mi mundo más perfecta que las atentas y exactas ilustraciones de John Schoenherr».
La primera portada de Dune, en formato libro
Dune fue publicado por primera vez en formato de volumen único por la editorial estadounidense Chilton Books. Y también existe una anécdota en relación con esta historia.
Resulta que, hasta entonces, Chilton Books había publicado sobre todo manuales de automóviles y revistas de negocios. Cabe señalar que en esos años Frank Herbert había propuesto su libro a una veintena de editores que, sin embargo, habían rechazado la obra. Hasta que un editor de Chilton Books pensó que era el texto adecuado para poner en marcha una nueva colección de narrativa.
¿Qué pasó? Los primeros resultados comerciales de Dune fueron pésimos y el editor que había elegido el manuscrito, despedido. De hecho, la saga no se hizo famosa hasta algunos años después.
Esta es la explicación de por qué la cubierta de la primera edición de Dune no parece la de un libro de ciencia ficción: ¡es que esa no era la especialidad del editor! El lettering que se utiliza en la cubierta podría dar la idea de que se trata de una novela de fantasía, mientras que el nombre del autor aparece relegado a una esquina. Por su parte, la ilustración es la que hizo John Schoenherr y que ya se había empleado en uno de los números en serie de Dune publicados por Analog.
Si nos fijamos en ella hoy, la cubierta mantiene en cualquier caso un cierto encanto vintage… ¡cosa que no está mal para una editorial de manuales de automóviles!
Las cubiertas psicodélicas diseñadas por Bruce Pennington
Una vez que Dune tuvo finalmente el éxito que se merecía, Frank Herbert se ocupó de expandir el universo que había creado produciendo una auténtica saga de ciencia ficción. A partir de 1969 publicó otros cinco volúmenes pertenecientes al ciclo Dune, a los cuales se sumaron en la década de 2000 otras dos novelas escritas por su hijo, Brian Herbert. Por tanto, la saga de Dune se compone de un total de ocho libros.
En los años setenta, otra de las editoriales que publicaron los volúmenes de la saga fue la británica New English Library, especializada en libros de ciencia ficción, fantasía y misterio. Las cubiertas fueron encomendadas a Bruce Pennington, pintor británico famoso por sus cubiertas de ciencia ficción (entre ellas, las de los libros de Isaac Asimov) y libros de género.
Para Dune, Pennington se desligó de la senda marcada por John Schoenherr y optó por una interpretación claramente libre del texto. El resultado son magníficas cubiertas que —gracias, entre otras cosas, al carácter tipográfico escogido— dan a los volúmenes un cierto aire exótico y psicodélico que casa muy bien con el mundo ideado por Frank Herbert.
La cubierta de Dune usada para otro libro más
Existe una anécdota curiosa relacionada con una de las cubiertas creadas por Bruce Pennington paraDune. La cubierta en cuestión es la del primer libro del ciclo, republicado en 1972 por New English Library. La ilustración de Pennington muestra a un habitante del planeta Dune con sus típicos ojos azules: el peculiar color es un efecto secundario de la «especia», una sustancia estupefaciente que otorga poderes particulares a quienes la consumen habitualmente.
Resulta bastante raro volver a encontrar algunos años después la misma portada idéntica pero empleada por otra editorial para un libro totalmente distinto. A día de hoy, aún no se sabe bien por qué motivo el editor estadounidense de libros de bolsillo Manor Books decidió en 1978 usar justo la misma cubierta para Los tres estigmas de Palmer Eldritch, un libro de ciencia ficción de Philip K. Dick —autor que creó obras maestras de la ciencia ficción que inspiraron éxitos cinematográficos como Blade Runner—.
Las cubiertas con los temibles gusanos de arena
Además de la ya citada «especia», otra de las invenciones más afortunadas de Frank Herbert son los gusanos de arena. Estos seres angustiosos que viven en el planeta Dune se desplazan bajo tierra y se ven atraídos por las percusiones habituales que se producen sobre el suelo: por este motivo, los habitantes del planeta han aprendido a adoptar una extraña manera de andar.
Una imagen tan icónica —los gusanos de arena miden más de 400 metros y tienen una boca enorme y dientes afilados— difícilmente podía librarse de aparecer en la cubierta. Por tanto, hemos sacado dos ejemplos excelentes al respecto. El primero es la cubierta de 1974 diseñada por Don Ivan Punchatz y utilizada en la edición publicada por Ace Books, la editorial más antigua de EE. UU. dedicada a la ciencia ficción.
El otro es la cubierta de la primera edición ilustrada en color y en blanco y negro de Dune, por John Schoenherr, publicada en 1978 por Berkley Windhover Books.
Dos cubiertas minimalistas de Dune: una, muy buena; la otra… ¡menos!
El complejo mundo creado por Frank Herbert está repleto de ecos exóticos, invenciones fantásticas y sugerencias enigmáticas. Asimismo, hasta finales de los años ochenta (y después), las cubiertas de Dune fueron abundantes y evocadoras, de acuerdo con el típico estilo de la ciencia ficción de ese período.
No obstante, en las décadas siguientes alguien intentó desligarse de todo esto y ofrecer cubiertas minimalistas de Dune, con un éxito dispar. La cubierta creada por Francis O’Connell para la edición del 50.º aniversario (publicada en 2015 por la editorial londinense Hodder&Stoughton) es un ejemplo muy apreciado. Retoma el motivo del gusano de arena, que en este caso solo está presente mediante su silueta, que crea una referencia al mundo arenoso de Dune. Por su parte, la fuente con gracias empleada supone un guiño a una estética más habitual para el género.
Por su parte, resultó mucho menos acertada y apreciada la cubierta minimalista de la edición de 1990 (y relanzada en 1999), publicada por Ace Books. Sobre un fondo principalmente negro, se ve el desértico planeta en un pequeño recuadro.
Las geométricas cubiertas de Dune con el título en vertical
A partir de 2018, Ace republicó los seis libros del ciclo de Dune escritos por Frank Herbert. Para esta ocasión, encomendó la realización de las cubiertas al diseñador gráfico e ilustrador Jim Tierney, quien, bajo la dirección artística de Adam Auerbach, decidió optar por un curioso título vertical.
La fuente utilizada es una actual paloseco que rompe con muchas de las decisiones tipográficas del pasado. Las ilustraciones de colores vivos completan el trabajo de «modernización», dando en última instancia a la saga de Dune un toque extremadamente contemporáneo. Estas cubiertas ya son un clásico de colección.
Las cubiertas de Dune que anuncian la película
«Pronto, un gran largometraje», o «Ahora, una película que supera cualquier imaginación»: a partir de los años setenta, en las cubiertas de Dune era fácil encontrar una franja en la que se anunciaban adaptaciones cinematográficas futuras o presentes.
Lo cierto es que el fantástico mundo de Dune siempre atrajo a Hollywood. No obstante, con frecuencia resultó ser una especie de maldición para los directores y productores que intentaron emprender la realización de una película sobre el árido planeta arenoso.
Por este motivo, tras muchas de estas menciones en la cubierta en realidad nunca llegó a producirse ninguna película, al menos no hasta muchos años después. Por ejemplo, en los años setenta el director de cine y artista chileno Alejandro Jodorowsky intentó convertirlo en un largometraje. El fantasioso proyecto, entre cuyo reparto se encontraba el mismísimo pintor Salvador Dalí, naufragó: lo que queda de él es un documental. Otro que volvió a intentarlo fue el productor italiano Dino De Laurentiis, que dejó la película de Dune en manos de David Lynch. A pesar de ello, el larguísimo trabajo, que duró casi una década, dio como resultado una película poco apreciada.
Actualmente, la maldición de las películas de Dune parece haber sido superada por la exitosa trilogía de Denis Villeneuve. Y, lógicamente, las cubiertas de las últimas ediciones siguen este esperado y merecido resurgir de popularidad. He aquí, por ejemplo, una edición de Dune de 2021, publicada por Ace Books, que reproduce en la cubierta la imagen de la última película de Denis Villeneuve.
¿Y a ti qué te parece? ¿Prefieres las cubiertas de Dune más vintage o aquellas más al estilo de Hollywood?