#HistoriasDePortadas: «Drácula» de Bram Stoker

#HistoriasDePortadas: «Drácula» de Bram Stoker

Giovanni Blandino Publicado el 5/8/2024

Durante el frío invierno londinense de 1897, un extraño libro amarillo empezó a aparecer en los mercados de la ciudad. En la portada, en grandes letras rojas, solo aparecía el título (Drácula) y el nombre del autor (Bram Stoker).

Así fue como llegó al mundo el primer superventas de terror de todos los tiempos, Drácula, la lúgubre historia del conde de Transilvania, un ser sobrenatural de hábitos misteriosos, y su llegada a Londres. La historia —presentada por el autor irlandés con una increíble técnica narrativa de cartas y relatos de fuerte suspense— captó rápidamente la imaginación de los lectores y despertó su gusto por las historias de terror. En pocos años, Drácula se convirtió en el vampiro por excelencia, pasando a formar parte de la cultura popular.

A lo largo de los años, la figura del siniestro aristócrata no muerto se ha «reencarnado» en adaptaciones cinematográficas, espectáculos teatrales, musicales, cómics, secuelas, mash-ups y spin-offs de todo tipo. Sin embargo, la novela original mantiene su fascinación y fama. Tanto es así que desde su publicación, hace más de un siglo, el libro nunca ha dejado de imprimirse.

Hoy os traemos algunas de las portadas más memorables y originales que han adornado la obra maestra de Bram Stoker a lo largo de los años.

¡Bienvenidos al castillo de Nosferatu!

La portada de la primera edición es toda amarilla para… ¡alertar al lector!

Drácula fue escrito por el irlandés Bram Stoker y publicado por primera vez en 1897 por la editorial Archibald Constable and Company en Londres, ciudad donde vivía su autor. El libro se vendió al precio de seis chelines y estaba envuelto en una cubierta enteramente amarilla en la que aparecían en grandes letras rojas el título y el nombre del autor.

La portada de la primera edición de «Drácula»

Como vimos en nuestro artículo sobre las portadas de Alicia en el país de las maravillas, las portadas de los libros de finales de la época victoriana no eran precisamente muy creativas: las editoriales utilizaban el mismo color para las portadas de todas sus obras para asegurarse de que sus libros fueran inmediatamente reconocibles y, no menos importante, para que se considerasen respetables por la clase media. Sin embargo, el amarillo de la portada implicaba una connotación particular en aquella época: indicaba que el libro era considerado subidos de tono, licencioso o de algún modo erótico. 

Bram Stoker nunca estuvo contento con esta asociación y, afortunadamente, con el tiempo se dejó de usar el color amarillo para la portada del libro.

Una última curiosidad: Bram Stoker cambió el título de su novela en el último minuto. El título original era The Un-Dead (en español sería «El no muerto») y firmó el contrato editorial curiosamente cerca de la fecha de publicación, ¡apenas seis días antes!

La primera edición estadounidense de 1899

La historia editorial de Drácula es tan rica en misterios que rivaliza con los acontecimientos narrados en el libro. Unos años después de su publicación en Londres, aparecieron dos extrañas traducciones de la obra de Bram Stoker en países totalmente inesperados: Islandia y Hungría. Los académicos e historiadores están tratando de descubrir cómo el libro llegó tan rápidamente a mercados tan lejanos e inusuales, y si los traductores tuvieron algún contacto con el autor.

La portada de la primera edición estadounidense con el icónico castillo, publicada por Doubleday & McClure (Nueva York) en 1899

Mientras buscamos la solución a este enigma, igualmente podemos confirmar que la primera edición oficial fuera de Europa fue la estadounidense de 1899, publicada en Nueva York por Doubleday & McClure. Encuadernada en una elegante cubierta de tela azul y marrón claro, esta edición presenta el castillo de Drácula que se alza siniestramente sobre un bosque.

Para ver la imagen del conde Drácula en la portada tendremos que esperar unos cuantos años… al menos en las versiones oficiales. Si tienes curiosidad, puedes consultar en internet de forma gratuita la primera edición estadounidense completamente digitalizada por el Instituto Smithsonian.

La imagen de Drácula en la portada

Hoy en día, la silueta de Drácula —a pesar de sus cientos de variaciones— está muy presente en nuestra imaginación: manos largas y posiblemente con garras, tez pálida, caninos pronunciados y una larga capa negra. Pero ¿qué debieron imaginar los lectores cuando el libro acababa de publicarse a finales del siglo XIX?

Bram Stoker se basó en una imaginería vampírica bien establecida, pero la primera ilustración del conde Drácula apareció en la portada de lo que se cree que es la primera edición húngara, publicada en 1898.

La ilustración de la primera portada húngara muestra en primer plano el rostro, inusualmente barbudo, del vampiro. En segundo plano, a la izquierda, se vislumbra la capa, con un aspecto muy parecido al ala de un murciélago. La capa, que fue cogiendo cada vez más fuerza con el tiempo en el imaginario de Drácula, se puede ver con mayor claridad en algunas portadas posteriores.

De izquierda a derecha: la portada de la que se cree que es la primera edición húngara, de 1898; la portada de la primera edición de bolsillo de 1901; la portada de la edición de 1919 diseñada por Alfred Holloway. Imágenes: lasecondacosa.blogspot.com; jwkbooks.com; commons.wikimedia.org

En la portada de la primera edición de bolsillo, por ejemplo, publicada en 1901 en Inglaterra por Archibald Constable and Company, aparece una imagen en blanco y negro que representa al conde en su pose animal antinatural mientras recorre el muro del castillo gótico. La misma imagen aparece en la portada de la decimotercera edición londinense publicada por Rider en 1919. La portada fue diseñada por Edgar Alfred Holloway, un popular ilustrador de libros infantiles en esa época.

A la izquierda: la portada de la edición de 1932, publicada por Modern Library: un Drácula con sombrero de copa. A la derecha: la portada ilustrada por el artista de Marvel Jae Lee.

Cada época tiene su Drácula: por ejemplo, es interesante la imagen del conde que aparece en la edición publicada en 1932 por Modern Library, en la que el vampiro tiene más el aspecto de un hombre de la alta sociedad. Incluso hoy en día, Drácula sabe adaptarse muy bien a los tiempos: así lo demuestra la edición de 2006 en la que la versión original de la novela está ilustrada por el artista de Marvel Jae Lee.

Las portadas con la escena del dormitorio

¡El cine contribuyó en gran medida a la popularidad de la novela! Las primeras adaptaciones cinematográficas son auténticas obras de culto: la película expresionista alemana de Murnau de 1922 y la primera versión de Hollywood con Bela Lugosi de 1931. Con el cine, la imagen de Drácula se fue convirtiendo cada vez más en parte de la cultura popular. Entre las escenas más icónicas de la gran pantalla, se encuentra aquella en la que Drácula se cuela en el dormitorio de una chica.

A la izquierda: la edición de bolsillo estadounidense de 1957, Permabooks. A la derecha: la portada de la primera edición teatral de 1927. Imágenes: www.abebooks.it; comics.ha.com

La escena se repite en algunas de las portadas más interesantes de Drácula: en este caso, Drácula da miedo precisamente porque no se le ve pero se anuncia con algunos detalles. En la portada de la edición teatral de 1927-1928, publicada por Doubleday tras la exitosa transposición del libro a los escenarios de Broadway, vemos que, debajo de la tipografía temblorosa, están los enormes ojos rojos de vampiro mirando a la chica dormida… ¡Un efecto aterrador!

Otro clásico es la portada vintage que acompaña a la edición de 1947 publicada por la editorial neoyorquina Pocket Books: aquí se muestra a un Nosferatu fluorescente que se acerca a lo que parece una chica pin-up de los años cincuenta en una habitación con el mobiliario de la época.

La portada y contraportada de la edición de 1947 de «Drácula» publicada por la editorial neoyorquina Pocket Books. Imagen: salmongutter.blogspot.com

Drácula en el mundo: portadas en Alemania del Este, Rusia y Holanda

Drácula es, y sigue siendo, un fenómeno mundial. Entre las innumerables ediciones internacionales, encontramos todo tipo de portadas extrañas, como esta portada francamente inquietante de la edición ucraniana de 1993.

La portada ucraniana de una edición de 1993. Imagen: vaultofevil.proboards.com

La de abajo es la portada de una edición de La República Democrática Alemana de 1989 (poco antes de la caída del muro), publicada por la editorial Das Neue Berlin. En la portada aparece una ilustración de Volker Pfüller, artista y gran experto en técnicas de impresión, conocido por sus carteles distribuidos en Alemania del Este.

La portada de una edición de Alemania del Este (1989). Imagen: vaultofevil.proboards.com

Una portada más «infantil» llega desde Holanda en los años setenta.

La portada de la edición holandesa de 1973 publicada por AW Bruna. Imagen: vaultofevil.proboards.com

De hecho, el vampiro creado por Bram Stoker ha conseguido emocionar (y estremecer) tanto a adultos como a niños. En este sentido, cerramos con la portada de una edición de lujo: la creada por Edward Gorey, un escritor e ilustrador infantil estadounidense célebre por su humor siniestro y misterioso.

Esta edición de coleccionista, lanzada en 2006, recoge los dibujos que el ilustrador realizó para la escenografía de una de las adaptaciones teatrales de la novela en Broadway.

Imágenes del libro de 2006 ‘Drácula’ ilustrado por Edward Gorey’.

¿Y tú? ¿Tienes tu portada favorita de «Drácula»?