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Primero fueron los ordenadores con la revolución de la autoedición o desktop publishing (¿recuerdas el lanzamiento del Macintosh de Apple en 1984?). Luego fue internet y ahora son la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático. Ya no pasan décadas, ni siquiera años, antes de que diseñadores, ilustradores y comunicadores visuales se tengan que enfrentar al desafío (y, a veces, al estrés) de las innovaciones tecnológicas.
Por formación y mentalidad, estas profesiones son reacias al riesgo, curiosas, abiertas a lo desconocido y, a menudo, están en constante búsqueda de nuevos horizontes. El objetivo de este artículo es aclarar la naturaleza de la inteligencia artificial y la relación entre esta y los trabajos vinculados a la comunicación visual, proponiéndote algunos casos muy interesantes de productos y/o empresas en el ámbito del diseño gráfico potenciado por la IA. Al final, para concluir, intentaré «cerrar el bucle» y responder a la pregunta del título.
¿De qué forma y cuánto, como expertos de la comunicación visual, debemos analizar la evolución exponencial de las nuevas tecnologías?
Espero que mis palabras resulten ser una guía útil para orientarse mejor en estos temas, para estar listos cuando sea necesario o para comenzar inmediatamente a aprovechar las oportunidades que surgen continuamente.
Diseño potenciado por IA y algoritmos: ¿de qué estamos hablando?
Revistas muy respetables como Wired lo llaman AI-driven design en inglés (diseño potenciado por IA). Otros sitios web, en cambio, lo llaman algorithm-driven design (diseño potenciado por algoritmos). Y, por último, se habla de design intelligence (inteligencia de diseño). Como su propio nombre indica: se trata de inteligencia no humana capaz de producir resultados creativos que, sin embargo, son percibidos por el ojo humano como producidos por el hombre.
De hecho, por inteligencia artificial entendemos lo siguiente:
Un paradigma que estudia la teoría, las metodologías y las técnicas que permiten el diseño de sistemas capaces de proporcionar a un equipo electrónico prestaciones que, para un observador humano común, parecería que pertenecen exclusivamente a la inteligencia humana.
Mientras que los algoritmos son «las recetas», las reglas que están en la base del correcto funcionamiento de la IA. A mí personalmente me gusta más AI-driven design —término que usaré de aquí en adelante en el artículo por ser más completo y exhaustivo—.
IA y algoritmos: algo a simple vista muy alejado de las profesiones del diseño y de la comunicación visual, ¿verdad? ¿Cómo podemos aplicarlos de manera integrada?
Voy a pasar de las palabras a los hechos y te voy a poner un ejemplo concreto: ¿dirías que la imagen de abajo ha sido creada (por Chris Rodley) con herramientas artísticas que operan a través de la IA? Efectivamente, aquí tienes un excelente primer ejemplo de AI-driven design :-).
[/caption]Intenta pensar en la revolución (¡y quebraderos de cabeza!) que tales tecnologías pueden producir en tu trabajo diario, por ejemplo, haciendo realidad para un diseñador web el sueño de construir «websites that just make themselves», es decir, sitios web que se crean solos. Pero no solo son los sitios web, a continuación te muestro 3 soluciones ideales para diferentes situaciones creativas.
3 innovaciones del diseño potenciado por IA que debes tener en cuenta para tu trabajo diario
Wix ADI, The Grid y Adobe Spark. Nombres que recuerdan a menudo a la estética ciberpunk, tal como manda la tradición ligada a la inteligencia artificial. Nombres que etiquetan otras tantas soluciones que aprovechan la IA para dar rienda suelta a la imaginación de creativos y comunicadores visuales.
Descubrámoslas juntos.
- Wix ADI: ADI viene de las iniciales de Artificial Design Intelligence. Se trata de una solución desarrollada por Wix, una plataforma para el desarrollo web muy importante y popular. Basta con darle los contenidos y la herramienta ADI te guiará paso a paso hasta dar con la mejor solución digital en términos de colores, diseño visual, imágenes, etc. Si sientes curiosidad por esta herramienta, échale un vistazo al siguiente vídeo explicativo.
- The Grid: «welcome doers & creators, this medium adapts to your message». Buen íncipit el de la página de inicio de The Grid, ¿verdad? La promesa de esta plataforma es simplificar al máximo el proceso de creación de un sitio web: basta con añadir el contenido que uno quiera y el sitio web se crea mediante la aplicación de elementos de diseño adaptativo.
- Adobe Spark: «Create impactful graphics, web pages and video stories in minutes with Spark’s free graphic design app». El mensaje de la página de inicio de esta solución habla por sí solo. Se trata de una herramienta que permite en pocos pasos producir contenidos para las redes sociales, páginas web, vídeos y otros canales/formatos, gracias al trabajo de Adobe Sensei, la «varita mágica» que hay en cualquier producto Adobe relacionado con los paradigmas de la IA y del aprendizaje automático. ¡El mundo de la comunicación visual ya no tendrá secretos!
Conclusiones: nuevos retos (creativos) por conquistar
Chatbot, visualización inteligente, paletas de colores elegidas automáticamente y un largo etcétera. Como he mencionado antes, las tecnologías AI-driven design traerán auténticas revoluciones y, quizás para algunos, algún que otro quebradero de cabeza. Al tratarse de soluciones realmente eficaces y muy eficientes, la pregunta es inevitable: ¿serán capaces de sustituir completamente, en un futuro próximo o remoto, la contribución humana?
La respuesta más verosímil es no. Hasta la fecha, ningún creativo, aparte del de carne y hueso, ha sido capaz de unir creatividad y gestión de datos, es decir, hemisferio derecho y hemisferio izquierdo del cerebro.
Por cierto, me ha parecido esclarecedora la reflexión de Richard y Daniel Susskind en su obra The Future of the Professions:
«Podemos imaginar un día en el que las máquinas […] escriban maravillosos poemas, compongan fantásticas sinfonías, pinten impresionantes paisajes, canten divinamente y bailen con una gracia innata. […]. Hoy nos maravillamos de los mejores corredores, aunque nuestros propios automóviles sean más rápidos. En el futuro, podremos hacer competir a nuestros robots […], pero poco obtendremos de la combinación entre atletas humanos y androides. Sin embargo, quedaremos siempre extasiados ante la habilidad física de la gente con alto rendimiento físico, sin la ayuda de máquinas. De la misma forma, en la literatura y en las artes, en la música y en las disciplinas creativas, seguiremos teniendo gran respeto y admiración por la creación humana original, sin soporte digital. Miraremos, evaluaremos y […] daremos valor [a estas destrezas] precisamente por ser producto […] de los seres humanos».
No olvides que los sistemas artificiales carecen normalmente de la experiencia del mundo. Así que aborda todo lo que he escrito como un gran desafío profesional que, si eres capaz de vencer, te cambiará la forma de vivir la profesión.
Sin duda, «manejar» una cuestión como la de la IA no es algo sencillo, ya que presenta una curva de adopción nada banal. Y, especialmente, si el objetivo es aprovechar la propia IA para fines artísticos. El desafío en el desafío, por tanto, es que se trata de argumentos fluidos y en constante evolución. Estas son las palabras al respecto de Erik Natzke, principal artista residente en Adobe Research:
«Creo firmemente que en 5 años las herramientas [de IA] que estamos usando cambiarán completamente. Todavía no sé exactamente cómo, pero pronto llegará una evolución. En el futuro, nos sorprenderemos de la forma en la que utilizábamos los ordenadores tal y como los utilizamos hoy día».
Una cosa es cierta: con la llegada y la difusión de la inteligencia artificial también en el ámbito creativo, la integración entre ciencia, negocios y arte es (será) cada vez más marcada. Y repito: de ti depende cómo orientarla para potenciar al máximo tu profesionalidad y, así, conseguir sorprender.