Table of Contents
Tendencias en el diseño de etiquetas de vinos
Elegir una botella de vino puede ser complicado. Algunas personas saben muy bien lo que les gusta y prefieren un tipo de uva o una región en concreto. A algunas personas solo les gustan los vinos blancos frescos, mientras que otras prefieren los vinos tintos ricos en taninos. Pero es posible que la mayoría de nosotros no esté tan informada sobre este tema y que, a la hora de escoger una botella de vino para llevar como regalo o para la próxima cena que vamos a ofrecer, nuestra elección se base principalmente en la etiqueta. Te vamos a ofrecer un buen resumen de las tendencias en diseño y producción de etiquetas de vinos, para terminar con trucos y consejos para la creación de tu propia etiqueta de vino.
Etiquetas de vino: ¿un nuevo campo para los diseñadores?
Tal como lo demuestra el estudio realizado por wine.net en 2016, la mayoría de los consumidores escogen el vino por la etiqueta. No es de extrañar, ya que una etiqueta puede sugerir y decir mucho de un vino: puede hacer que parezca muy caro (aunque no lo sea), que parezca fresco o moderno, o sugerir un determinado sabor. El consumo de vino en todo el mundo sigue en aumento. En 2018, el volumen total de vino producido se estimó en unos 292,3 millones de hectolitros en todo el mundo.
Se están popularizando cada vez más especialmente las pequeñas bodegas y los vinos de producción natural y ecológica, por lo que también se está incrementando la selección en las tiendas o supermercados. A un productor de vino le interesa destacarse para llamar la atención del consumidor, pero también presentar su vino con sus mejores galas, contar una historia y, lo que es más importante, lograr que te apetezca probar su vino.
La etiqueta también transmite información que, en función del país de origen, incluso es obligatoria por motivos legales y normativos. Además de la información normativa, también es crucial la redacción de la etiqueta: aquí es donde puedes describir el vino, su región de origen y el productor. Este texto es tan importante como el mensaje que figura en un cartel publicitario: es donde la marca puede apelar a sus consumidores.
Clásico o moderno: ¿qué se lleva ahora?
Los productores de vino cada vez son más atrevidos y experimentales: suelen contratar a diseñadores y agencias para que creen etiquetas llamativas. Y, paralelamente al incremento del número de vinos en el mercado, también se está dando un incremento en cuanto al número de diseños de etiquetas, aunque existen algunas tendencias que vamos a explicar a continuación.
Etiquetas de vino: los clásicos
Muchas bodegas tradicionales siguen queriendo presentarse con un estilo antiguo, con un aspecto vintage que transmita la idea de un vino de alta calidad. Esto se reflejará en el diseño de su etiqueta: una fuente que representa la caligrafía manual sugiere un producto añejo y, por tanto, tradición. En estas etiquetas se suelen encontrar ilustraciones de la propia viña y letras creadas mediante láminas doradas o estampación en caliente, que aportan a la botella un cierto aspecto de caro.
Podemos ver este estilo clásico en este diseño creado como renovación de marca para una bodega tradicional francesa con 500 años de antigüedad. Para el diseño clásico de la etiqueta de este vino, el productor de vinos Chateau Fonplégade decidió conservar la mayoría de los elementos clásicos, como la fuente al estilo de la caligrafía manual, una ilustración dibujada del edificio de la bodega y una paleta de colores en su mayoría apagados. En la imagen comparativa, se puede ver que solo se ha adaptado la perspectiva y que la imagen de conjunto parece más limpia: este diseño te hará pensar inmediatamente en un buen vino tinto francés.
La misma sensación nos transmite este bonito diseño para un Rioja español. El uso de una fuente muy tradicional, apagada y limpia, sin apenas color en la etiqueta y distribuyendo de manera elegante la information nos cuenta la historia de un vino producido por una bodeguero tradicional que conoce su oficio .
Etiquetas de vino: el diseño moderno o el diseño artístico moderno
Diseñar una etiqueta para un vino con elementos gráficos, fuentes contemporáneas, formas abstractas y colores o figuras asimétricas captará la atención de un amante de los vinos. Puede resultar muy inesperado y es una estupenda manera de lograr que los consumidores se interesen por un nuevo vino, o de renovar el interés por una marca de vino ya conocida.
Aunque la mayoría de las bodegas del norte de Italia usan etiquetas muy clásicas, este productor de vinos bastante nuevo está revolucionando el mercado con su diseño moderno. Los motivos geométricos solo se usan en blanco y negro y son distintos para cada producto. La información aparece en sentido horizontal en el lateral de la etiqueta, en lugar de en sentido vertical, y recuerda a las descripciones de los museos.
El diseño de estas etiquetas de unos vinos de España viene incluso acompañado de su propia historia: la historia de los amigos y las redes sociales. Desde lejos, las etiquetas parecen simplemente bonitas y de colores vivos, pero «El diseño de la etiqueta aspiraba a usar el lenguaje de Instagram (donde vemos imágenes de nuestros amigos), pero empleando imágenes borrosas, similares a las que vemos cuando intentamos cargar alguna imagen pero no disponemos de una conexión a Internet bastante buena». Un enfoque realmente moderno para una bebida tradicional.
Etiquetas de vino: el diseño minimalista
Actualmente, el minimalismo ha captado el interés de todos y podría considerarse una de las tendencias más sólidas: partiendo de los campos del diseño de interiores, el diseño de marcas y el estilo de vida, ahora el minimalismo también se aplica a gran cantidad de marcas de vinos. Esto suele querer decir que el mensaje que figura en la botella se reduce a su mínima expresión, mediante el uso de formas y elementos gráficos sencillos, muy poco color y fuentes sencillas y angulares. A veces, es posible que lo único visible sea el nombre del vino o del productor y el logotipo. En este ejemplo de Alemania, el productor del vino solo ha añadido el nombre del vino y el logotipo correspondiente al tipo de vino. Los pequeños detalles, como añadir el logotipo también al tapón de la botella, demuestran cómo, a pesar de su minimalismo, el diseño sigue estando bien pensado.
Es parecido este diseño para una empresa vinícola española, que se sirve de pictogramas y de una sencilla disposición de las fuentes. También es muy minimalista este método de impresión: si lo observamos con atención, veremos que el diseño está recortado en lugar de impreso, por lo que la botella brilla a través de él y aporta al diseño su «color».
Etiquetas de vino: imágenes e ilustración
Esta tendencia es puede ser similar a la del arte moderno, pero sin necesidad de ser abstracta. Algunas marcas y productores de vinos siguen esta tendencia para destacar una determinada especialidad vinícola (como una mezcla de uvas especial o una edición limitada) o para introducir una nueva variedad de su producción. Y algunos productores de vino (y sus agencias de diseño) simplemente se lo pasan en grande. Este proyecto en sí se describe como «distintas ilustraciones que interpretan las figuras (sota, caballero y rey) y los palos (oros, copas, espadas y bastos) características de la baraja española.»
En lugar de múltiples imágenes e ilustraciones, un productor de vinos alemán emplea una ilustración de gran tamaño en su etiqueta y envasado. El diseño omite el logotipo y la información detallada y se limita —con gran acierto— a captar la atención del consumidor.
Etiquetas de vino: etiquetas tipográficas
A lo mejor te parece que esta tendencia es parecida a la del diseño minimalista, pero nada más lejos de la verdad. El uso de la tipografía en el diseño de etiquetas de vinos puede resultar atractivo e ingenioso. Algunas marcas combinan varios tipos para crear imágenes gráficas sin dejar de incluir información. Otros productores de vino usan la tipografía para crear una gama de vinos que mantengan una coherencia entre sí, pero también para que las propias botellas destaquen perfectamente.
Un ejemplo es esta gama de vinos italianos. El diseño de estos vinos, de una bodega familiar, emplea letras grandes en negrita y de color negro sobre fondo blanco, o de color blanco sobre fondo negro, para un aspecto sencillo pero muy compenetrado. Resulta atractivo usar una fuente clásica de una manera tan astuta.
Pero no hay por qué usar siempre fuentes de marca con un diseño de etiquetas de vinos con texto contundente. Una fuente personalizada o incluso un logotipo con efecto escrito a mano darán a los productos, como en este ejemplo, un carácter único muy llamativo.
Etiquetas de vino: pero ¿y qué pasa con la producción?
Naturalmente, el diseño, aspecto, sensación y capacidad de llamar la atención de la etiqueta del vino son cruciales para que una marca o bodega destaque sobre las demás, pero la manera de producción de la etiqueta puede ser igual de importante. Puedes aportar tanto valor añadido mediante algunas técnicas que la producción llega incluso a ser parte del aspecto de la etiqueta.
Dentro de la tendencia del diseño clásico, cuando las marcas quieren que su producto tenga una estética especial y que parezca caro y de alta calidad, la estampación en caliente sobre lámina dorada o plateada y en relieve hará que la botella parezca aún más especial. Ambas técnicas pueden usarse para enmarcar la etiqueta, pero también pueden llegar a convertirse en parte del diseño: a lo mejor hay que destacar el nombre de la uva imprimiéndolo en relieve, o las imágenes presentan elementos que pueden resaltarse mediante una buena estampación en caliente dorada.
Y, por supuesto, ambos métodos ofrecen al consumidor una muy buena experiencia táctil al tocar la botella: ¡podrían darle buenos motivos para al menos coger la botella del estante!
Para crear un producto único, no debes detenerte en la etiqueta, sino diseñar además el embalaje. Una bodega italiana usa la impresión en relieve sobre lámina dorada en sus botellas y en sus embalajes.
Si bien las impresiones en relieve o sobre láminas doradas o plateadas añaden un toque refinado a la etiqueta de tu vino, para algunos productores de vinos que producen botellas en ediciones limitadas, el diseño puede llegar a ser muy muy especial. Este acabado va un nivel más allá: hoja dorada, un color personalizado y papel negro grueso: una etiqueta de botella de vino creada para una edición limitada de un vino especial.
¿Cómo puedes diseñar una etiqueta de botella de vino fabulosa?
Dado que la producción y el consumo de vino no tienen visos de desaparecer en un futuro cercano, muchas agencias, diseñadores e impresores podrían beneficiarse de introducirse en el diseño de etiquetas de vinos. El sector está lleno de trabajos gratificantes y amenos, pero ¿a qué podemos aspirar si nos sumergimos en este campo?
La investigación es el paso más importante. Dependiendo del origen del producto, existen determinados requisitos legales en cuanto a la información que deberá aparecer obligatoriamente en las etiquetas de las bebidas destinadas al consumo. Asegúrate de averiguar de qué requisitos se trata.
De la explotación vinícola a la mesa del consumidor: una botella de vino y, por tanto, su etiqueta, pasa por muchas manos y situaciones. Las etiquetas pueden mojarse, exponerse al frío, al calor, y tocarse un montón. Piensa en esto a la hora de escoger el material y el método de impresión, de manera que la etiqueta siga pareciendo recién impresa y nueva. Conoce bien el producto y el productor en sí. ¿Cuál es la historia de la viña? ¿Tiene el productor una historia que contar? ¡A lo mejor hasta puedes probar el vino! Este sector tiene una larga historia y tradición, y muchos aprovechan estos factores para crear una etiqueta que haga que el comprador coja la botella del estante enseguida.