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Tanto si eres un autónomo en busca de un proyecto nuevo como si quieres solicitar el puesto de trabajo con el que siempre has soñado, tu primera carta de presentación es, casi siempre, un único documento: el curriculum vitae.
Más allá del contenido —experiencia laboral, formación y conocimientos detalladamente expuestos—, el currículum representa, con toda probabilidad, el primer producto tuyo que el empleador va a examinar.
Sobre todo si estás solicitando un puesto de trabajo creativo, el cuidado con el que maquetes el currículum y las ideas gráficas que apliques dirán mucho de tu personalidad y, a veces, esos aspectos valdrán, en gran medida, más que las palabras para convencer a la empresa de que eres la persona que buscan.
Por ello, hemos decidido compartir contigo algunos consejos para que maquetes de la mejor forma posible tu currículum: desde el uso de modelos en los que inspirarte hasta algunas ideas que ayudarán a mejorar la legibilidad del contenido.
1. No partas de cero: copia (bien) alguna plantilla
En cuanto a la maquetación del currículum, una de las primeras preguntas que te vendrán a la mente es: ¿conviene partir de un modelo? La respuesta es, como ocurre a menudo, una sola: depende. Por ejemplo, para algunos puestos de trabajo es necesario utilizar el Europass, es decir, el currículum en formato europeo. Un CV maquetado con este modelo dirá muy poco de tu personalidad y difícilmente destacará entre una pila de cientos de solicitudes. A menos que no haya más remedio porque sea uno de los requisitos para el puesto que solicitas, no te aconsejamos usar el formato europeo… sobre todo si tu trabajo requiere cierta dosis de creatividad.
Dicho esto, partir de un modelo para modificarlo y adaptarlo cuidadosamente no es en sí una mala idea: se pueden «robar» muy buenas ideas de las plantillas que hay en internet. En Behance encontrarás muchos modelos gráficos interesantes (y algunos de ellos se pueden usar gratis).
Programas de maquetación online gratis como Canva ofrecen, por su parte, plantillas desde las que partir. Echa también un vistazo a nuestra guía de 5 programas sencillos de maquetación, gratis (o casi).
2. Elige un diseño que facilite la legibilidad del contenido
Muy probablemente, quien vaya a leer tu currículum dedicará poquísimos segundos a la primera lectura. Por lo tanto, debes organizar gráficamente el contenido en un diseño bien estructurado para que sea fácilmente legible: en un vistazo, el lector deberá saber dónde mirar para ver tus habilidades, tu experiencia laboral y las referencias. En este sentido, las plantillas te pueden servir de ayuda, sin duda.
La información más importante deberá estar recogida en el tercio superior de la página. El contenido se puede resaltar utilizando un poco de color o un marco sencillo.
3. Piensa bien qué fuente vas a usar
Para la legibilidad de tu currículum es fundamental también la elección de la fuente. Te aconsejamos dedicar algo de tiempo a buscar un carácter que se adapte a las exigencias de legibilidad y que, a la vez, refleje tu personalidad. Para un ojo atento, este detalle no pasará desapercibido.
Aquí tienes una interesante lista de 20 fuentes excelentes para usar en tu currículum; en DaFont.com, tienes miles de fuentes para descargar gratis o a un precio muy bajo. Por otro lado, una herramienta de reconocimiento óptico de caracteres como What The Font te puede ayudar a «copiar» una fuente que te haya gustado especialmente.
4. Utiliza iconos e infografías
Tu currículum es la suma de tu experiencia laboral y tus aspiraciones en muy pocas páginas. Por ello, la información debe ser clara y concisa: así que, ¿por qué no probar a sintetizar algunos conceptos clave con iconos e infografías?
Un buen ejemplo es este modelo de currículum.
Las infografías sencillas pueden sintetizar tu nivel de conocimientos de un idioma o tus competencias técnicas. Los iconos pueden usarse para representar una sección o para mostrar tus intereses.
Puedes encontrar iconos gratis o a un precio muy bajo en el portal The Noun Project.
5. El currículum representa tu personalidad
El estilo con el que maquetes tu currículum dirá mucho de tu personalidad y, jugando con ese matiz, puedes incluso dar un toque de ironía a tu producto para captar la atención del que deberá seleccionar el currículum. Por ejemplo, podrías elegir una imagen en pixel art para destacar un cierto espíritu «nerd», añadir algún elemento «pirata» para resaltar tu deseo de aventura o utilizar recursos tipográficos para sugerir tu pasión.
Obviamente, para evitar meteduras de pata, debes tener siempre presente el tipo de empresa que ofrece el puesto de trabajo que quieres conseguir.
¡Ya solo nos queda desearte suerte para tu próxima candidatura!