En un mundo cada vez más digital, impalpable y virtual, algunas herramientas que parecen antiguas, propias de otra época, siguen siendo eficaces y potentes.
El cartel es una de ellas.
Nacido hace siglos, tras haber pasado por un período en el que fue utilizado por pintores y artistas y por otro período de oro en el que era el rey indiscutible de la publicidad, está reviviendo, en los últimos años, una vuelta a la fama en los corazones de los diseñadores gráficos y sus clientes.Disponible en formatos más pequeños, como los pósteres, o en formatos enormes (6 × 3 y publicidad en vallas), el cartel sigue reinando en nuestras ciudades, especializándose en la comunicación de determinados sectores y abriéndose paso como herramienta meramente publicitaria.
El cartel del nuevo milenio es una herramienta informativa y promocional muy poderosa: pegado en las paredes de la ciudad, habla a todos aquellos transeúntes que se paran a observarlo. Y, por este motivo, se ha convertido en una herramienta informativa usada principalmente para la comunicación de eventos culturales y artísticos, de festivales, administraciones e instituciones y cada vez en menor medida de empresas.
Todavía sirve como herramienta para «cantar» las rebajas o liquidaciones de tiendas a nivel local, pero se usa poco, excepto en formatos especiales y gigantescos propios de las grandes empresas para hacer publicidad.
QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBE TENER UN CARTEL BIEN HECHO
El cartel debe ganarse la atención del público, abriéndose paso a menudo en espacios abarrotados.
Lo importante, para un buen diseño de cartel es, principalmente, lograr captar la atención de los transeúntes.
Una buena imagen está hecha de equilibrio y elementos bien visibles: con colores que contrastan, formas geométricas y títulos grandes y bonitos. El espacio de un cartel, 70 × 100 cm, es suficientemente amplio para permitir movimiento y jerarquías.
UTILIZAR UNA IMAGEN IMPACTANTE
La forma más sencilla para crear un cartel es buscar una imagen bonita, poner encima un texto con la información necesaria y mandarlo a imprimir.
Precisamente porque muchos de los carteles y pósteres que se encuentran por ahí están basados en esta ecuación básica, el que es capaz de salirse de ella resulta más visible y, de este modo, más fácil de recordar.
El proyecto del diseño del cartel debería ser el primer paso cuando se afronta, por ejemplo, la comunicación visual de un evento: el cartel es la guía, la imagen de referencia a partir de la cual crear el resto de los elementos de comunicación.
Debe ser el punto de partida para crear el póster, el folleto, las tarjetas e invitaciones y para guiar la comunicación en las redes sociales.
ORGANIZAR LA INFORMACIÓN
Como en cualquier trabajo de diseño gráfico, la información es una parte fundamental del proyecto: debe ser bien visible el título del evento, las fechas y los lugares en los que se va a desarrollar. Y resulta fundamental añadir un sitio web y la información de contacto. Los caracteres deben ser bien legibles desde una distancia de medio metro. Debemos tener en cuenta el público objetivo del cartel y el público de referencia que, si tiene ya cierta edad, probablemente tenga algún problema de visión y leerá con dificultad texto con una fuente inferior a 24-30 pt a esa distancia.
PONER EL LOGO
Es, por decirlo de alguna manera, lo que menos disfrutan los diseñadores gráficos: y a eso se le suman cuñas, pies y recuadros para organizar el caos de logos y marcas a menudo mal diseñados y enviados en formatos imposibles. La frustración aumenta y se tiene la impresión de que un buen proyecto se ha convertido de repente en algo horrible.
Para evitar este problema, siempre es bueno:
- Informarse de la necesidad real de los logos, ya que a menudo basta con incluir la denominación de las entidades y administraciones.
- Utilizar efectos de transparencia (o, en los programas de Adobe, utilizar «Multiplicar» para superponer el logo al fondo siempre que sea posible). Sobre todo en los casos en los que los logos estén mal diseñados, no es importante el color final del logo, sino su presencia.
- Dejar un espacio franco para insertar posibles logos y denominaciones.
CÓMO CREAR UN PÓSTER, EL HERMANO PEQUEÑO DEL CARTEL
¿Cómo se crea un póster o se transforma el diseño de un póster en formatos más pequeños (35 × 50 cm) o, peor aún, en proporciones diversas (formatos A3 y A4, 32 × 48, etc.)?
Es importante considerar esta posibilidad ya durante la fase de diseño. Para ello, se debe analizar la imagen de forma que se pueda usar en todas las opciones de formato posibles.
Un diseño cuidadoso debe tener en cuenta, sobre todo, la legibilidad de la información.
Las fuentes deben ser legibles y el nombre del evento debe estar bien visible, ya que el póster se colgará en los sitios más inesperados (en la parte inferior de un escaparate, en los estantes de una tienda, entre otros pósteres, etc.).
Veamos en un breve tutorial cuáles pueden ser las fases de creación de un póster y con qué programa conviene trabajar.
1. Imagen guía
- Crear una imagen con Adobe Photoshop, Adobe Illustrator o Inkscape.
- Si es posible, la imagen y el fondo deban estar separados, en dos capas diferentes.
2. Información y texto
- En un programa de maquetación como Adobe Indesign o de imagen vectorial como Illustrator o Inkscape, se añade la imagen guía y se coloca sobre el fondo. El texto y la información pueden aprovechar el contorno y las diversas partes de la imagen, también de manera creativa.
- El texto no debe estar necesariamente solo encima, sino que puede también interactuar con la imagen y su forma.
- La legibilidad de las fuentes es totalmente necesaria: se deben comprobar los contrastes, las tonalidades y la luminosidad del área en la que estará el texto.
- En el caso de fondos oscuros, ¡las letras blancas son siempre la mejor opción!
3. Logos y otros elementos
En esta fase se insertan los demás elementos gráficos, incluidos los logos. Se puede jugar con efectos de transparencia y multiplicación. Siempre es mejor tener estos elementos en capas separadas ya que siempre hay correcciones de última hora.
4. Cierre del archivo y preparación para su impresión
- Tanto Indesign como Illustrator permiten un manejo perfecto de la creación de PDFs. En el caso de Indesign, es importante comprobar los posibles errores señalados por el programa: imágenes que no están en cuatricromía o que están en baja resolución, fuentes con problemas, transparencias, etc.
- En esta fase se pueden convertir las fuentes en trazados.
- Una recomendación: antes de hacerlo, conviene siempre guardar una copia del archivo definitivo con las fuentes modificables y, después, guardar otra copia con las fuentes convertidas en trazados.
- En este punto, aprovechando la configuración predeterminada del PDF (como la de Pixartprinting), se puede crear el archivo y enviarlo para su impresión.
Ya solo queda esperar a que los carteles lleguen y que, al amanecer de la mañana siguiente, el cartelero haga su trabajo y pegue vuestras obras en las paredes para que puedan ser admiradas por los transeúntes.
Es bonito poder colorear las paredes de nuestras ciudades y hacerlo con productos visualmente atractivos: el cartel da a los diseñadores gráficos y a los clientes la posibilidad de hacer esto, de embellecer su ciudad (¡incluso aunque la belleza dure solo el instante en que se pega el cartel!).
¡Manos a la obra!