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El minimalismo, una tendencia cada vez más popular
Es la gran tendencia desde hace varios años. El «flat design» o diseño plano y el estilo minimalista se están propagando un poco por todas partes y en todos los sectores. Para las marcas con varias décadas de antigüedad, suele ser una forma de volver a sus orígenes, a cosas más sencillas, sin florituras. Actualizar el logotipo también es una forma de renovar su imagen y de apelar a un público más joven, a una nueva generación de consumidores, una generación conectada.
Porque estos nuevos códigos suelen estar asociados al mundo digital, ya que el movimiento fue iniciado por marcas como Facebook, Airbnb, Yahoo, Google o GoDaddy hace ya 5, 6 ó incluso 7 años. Y, dentro del sector de la automoción, BMW no es el primer fabricante en lanzarse a la tarea. De hecho, Citroën ya había modificado su logotipo aplanando sus cuñas desde 2016. MINI, perteneciente al mismo grupo que BMW, ya había sucumbido a la tendencia del diseño plano en 2017 con una versión muy depurada, minimalista y en blanco y negro, de su logotipo histórico. Más recientemente, Volkswagen y Lotus aplicaron modificaciones similares a sus logotipos, transformándolos en diseños 2D. Y el último ejemplo hasta la fecha es el de Nissan, que presentó su nueva identidad más minimalista y más digital en julio pasado.
BMW entra en una nueva era
Pero volvamos a lo que nos interesa. El fabricante, que en 2016 celebró su centenario, hasta entonces solo había cambiado 5 veces de identidad visual: poco si se compara con Renault o Volkswagen, que han lanzado 10 y 12 versiones de sus respectivos logotipos. Esta nueva identidad fue desvelada con ocasión de la presentación del nuevo Concept Car i4. Y este nuevo logotipo supone un cambio enorme en la historia de BMW. Por primera vez desde la creación de la marca, BMW elimina el anillo exterior negro para sustituirlo por un fondo transparente. Por supuesto, el logotipo conserva el damero azul y blanco, que evoca los colores de la bandera de Baviera (y no, el logotipo no representa la hélice de un helicóptero como mucha gente piensa).
Un logotipo moderno con grandes ambiciones
Para Jens Thiemer, vicepresidente senior de Clientes y Marca, el nuevo logotipo «es la expresión de una identidad de marca renovada, que sitúa al cliente en el centro de todas las actividades. Este diseño más ligero y en dos dimensiones transmite apertura y claridad. Esta versión transparente del logotipo supone una invitación más abierta que nunca a los clientes para que se adentren en el universo de BMW. El cambio refleja la transición de BMW, el deseo de la marca de no seguir centrada únicamente en el mundo del automóvil, sino de dar un paso hacia la tecnología y las conexiones. De hecho, la última versión de la marca BMW está centrada en los desafíos y oportunidades del mundo digital. El logotipo rediseñado expresa apertura y la fortaleza de carácter para garantizar una presencia contemporánea y duradera tanto en línea como fuera de línea».
Por tanto, la estética más discreta y la flexibilidad gráfica que aporta la transparencia permiten a la marca modificar su imagen y adaptarse más fácilmente a la amplia variedad de soportes existentes para llegar a sus diferentes objetivos. Sin embargo, a pesar de la osadía de este cambio gráfico, cabe preguntarse si no tiene sus límites. Y es que, ciertamente, adoptar un logotipo transparente supone una estrategia arriesgada. Podemos ver que, sobre un fondo de color oscuro o sobre la parrilla del nuevo Concept Car i4, este nuevo logotipo funciona bien. Pero, ¿qué pasa con un fondo claro?
¿A lo mejor no es una estrategia tan buena?
BMW aún no ha especificado en qué momento se aplicará este nuevo logotipo a los coches de serie, pero ya podemos imaginar que, si la marca no adapta el círculo blanco y la tipografía blanca cuando el logotipo esté sobre un fondo claro (como podría ser el caso de un coche con carrocería blanca, un anuncio sobre la imagen de un cielo despejado o de papel con membrete, por ejemplo), la marca corre el riesgo de quedar reducida a únicamente el distintivo, es decir, a la parrilla azul y blanca. Por tanto, el problema de los logotipos minimalistas es que intentar simplificar demasiado puede perjudicar a la marca. Y, en este caso, la transparencia corre el riesgo de afectar la legibilidad y, por lo tanto, a la forma de reconocimiento de la marca.