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A pesar de ser el libro más impreso, difundido y traducido del mundo, la Biblia no ha sufrido muchos cambios de formato y de maquetación desde 1800 hasta hoy. Las innovaciones tecnológicas y digitales que han revolucionado por completo el mundo editorial han hecho posible que se puedan imprimir ejemplares de la Biblia más económicos (y de menor calidad), pero no han hecho que se introduzcan muchos cambios significativos desde el punto de vista del formato y de la usabilidad.
En nuestra mente, la Biblia, como libro, tiene un aspecto muy concreto desde hace siglos: tapa dura de cuero, el título con letras de pan de oro, páginas delgadas con mucho texto, un marcapáginas y ribetes rojos. Justo una con este formato es la que tuvo entre las manos Brian Chung, fundador de Alabaster junto a Bryan Ye-Chung, cuando tuvo su primer acercamiento a la Biblia en la universidad:
«Recuerdo mi primera Biblia. Era una Biblia negra y de cuero. El texto era muy denso en todas las páginas y, a su vez, estas eran extremadamente delgadas. La experiencia de leer la Biblia era bastante intimidante, la verdad».
Bible Beautiful de Alabaster: una biblia con una estética innovadora y moderna
En este contexto, aparece el proyecto Bible Beautiful de Alabaster, que le da una vuelta de tuerca al diseño de la Biblia, proponiendo una versión más adecuada para los mileniales. Bible Beautiful funciona de forma efectiva en una cultura basada cada vez más en las imágenes y que utiliza una estética atractiva como vara de medir. Afirma Brian Chung:
«Vivimos en una cultura que es cada vez más visual. Todo el mundo tiene un móvil con cámara, consumimos muchísimos contenidos visuales y evaluamos las páginas web según lo bien que estén diseñadas. Pero en vez de rehuir esta realidad, nos preguntamos cómo aplicarla en el contexto de la fe»,
Los dos fundadores se graduaron en la Universidad del Sur de California. Brian en Emprendimiento (en inglés: Business Entrepreneurship) y Marketing, con especialización en Diseño de la comunicación, y Bryan en Animación y Artes digitales. Con las ideas bien claras sobre el emprendimiento y sobre el potencial del diseño, y unidos por la fe, fundan Alabaster con el objetivo de explorar los puntos de unión entre la creatividad y la fe. «La Biblia y la palabra de Dios ya son bonitas, pero ¿cómo podríamos crear una experiencia de lectura que también sea bonita?» se preguntaron, y desde entonces, empezaron a diseñar un modo de leer y entender la Biblia completamente nuevo.
En septiembre de 2016, tras una cuidadosa y minuciosa investigación de la plataforma, crean los prototipos de los primeros libros, con solo algunas páginas dobles relevantes, y lanzan una campaña en Kickstarter. Los fundadores mantienen el proyecto en secreto hasta el lanzamiento, pero se lo muestran a sus amigos más cercanos y escuchan sus comentarios. Una vez que se lanza la campaña, estas mismas personas la empiezan a compartir. Un alumno de Brian Chung escribe un artículo al respecto en el periódico del instituto y, algunos días después, un antiguo alumno de la universidad les contacta para escribir un artículo en el Huffington Post. La campaña es un éxito y en 30 días recolectan 62 000 dólares, casi doblando su objetivo inicial.
El nuevo diseño gráfico de la Biblia se inspira en las revistas independientes
Inspirados por la cultura de las revistas independientes, como Kinfolk, Cereal y Drift, rediseñan la Biblia para hacer que la lectura sea más sencilla, más agradable y más sustancial. Deja de ser un libro denso para convertirse en una serie de volúmenes presentados como revistas, uno para cada libro de la Biblia. A día de hoy, se pueden comprar los cuatro Evangelios, los Salmos, los Proverbios y las Cartas a los romanos.
Los textos van acompañados de fotografías que no suelen ser una representación muy didáctica de los mismos, sino que son interpretaciones, invitando al lector a hacerse preguntas y a encontrar las respuestas.
«En uno de los evangelios, encontramos unos globos. Es en el Evangelio de Lucas, en la historia del hijo perdido. Se trata de un hijo menor que se va y luego vuelve a casa. Al volver, el padre le prepara una fiesta para su hijo. La tensión en la historia es que el hijo mayor no quiere unirse a la fiesta y se queda fuera, molesto. Queríamos ilustrar esa tensión. Las dos imágenes muestran a los dos hijos y sus perspectivas, emociones y sentimientos respecto a la fiesta».
Las imágenes suelen ayudar además a llamar la atención sobre algunos aspectos del texto que podrían pasar desapercibidos para un lector que esté acostumbrado al lenguaje actual.
Otro elemento fundamental y distintivo que se incluyó en el diseño es la abundancia de espacio negativo, prácticamente inexistente en la Biblia tradicional. Al dar un poco de respiro a los párrafos de texto y a las imágenes, la lectura se vuelve más fluida y reflexiva. Además, se facilita la lectura con un sistema de colores: cada libro utiliza los colores que mejor reflejan el espíritu que contienen.
Para decidir el material visual que se iba a usar en cada libro, se realizó un estudio muy detallado:
«Para cada una de las imágenes, comenzamos con un estudio en profundidad del libro, buscamos temas, tensiones e ideas que podamos resaltar y representar».
En los primeros libros que publicamos, los cuatro Evangelios, el 90 % de las fotos las hizo Bryan Ye-Chung. Posteriormente, aunque una gran parte del material visual lo seguíamos produciendo internamente, empezamos a colaborar con un equipo de fotógrafos. Algunos eran de renombre, ya habían trabajado anteriormente con marcas como Adidas, y otros estaban empezando.
Nueva estética y nuevos materiales: las opciones de impresión
El cuidado por lo estético se evidencia en la atención puesta a los materiales empleados en las publicaciones, con un cartón de 380 g con un barnizado acuoso suave para la portada (traducción en inglés: soft-touch aqueous coating), y un papel sin estucar de 70-80 g para el interior. Se utilizó la impresión offset para obtener el resultado más detallado posible.
El diseño moderno, las fotografías a medida y la selección de materiales y técnicas de impresión de calidad supuso un cambio para los clientes y lectores, no solo en la experiencia de lectura, sino que también en su modo de disfrute y en el lugar que pasa a ocupar en casa:
«Tradicionalmente, las Biblias de las que has hablado se colocaban en la estantería. Para nosotros ha sido muy interesante ver cómo un sencillo cambio de diseño puede hacer que cambie la función y el lugar que ocupa un libro en casa. Este ya no se queda ahí escondido en la estantería, sino que se encuentra en el centro del hogar, en medio de donde se produce la conversación».
Detrás de Alabaster, existe la voluntad de crear nuevas formas de acercarse a la Biblia y, de forma más general, a la fe cristiana, por medio del arte y del diseño, de manera que esta esté más acorde con la percepción visual y estética de hoy en día. El nombre Alabaster viene de una de las pocas veces en las que Jesús utiliza la palabra «bonito», en el Evangelio de Marcos. Después de que una mujer le rompiese un frasco de alabastro con un valioso perfume a Jesús en la cabeza, este dice que es un «bonito gesto». Además de la Biblia, uno de los intereses de Alabaster está en crear contenidos y un estilo de vida que permita prosperar a los artistas y creativos en el campo de la fe. En su blog y en su libro, All That is Made, continúan con su interesante conversación.