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La publicación en la era posdigital
Ya han pasado varias décadas desde que, por primera vez, se anunciara la inminente muerte de la impresión, que sería suplantada por las nuevas tecnologías. Y, sin embargo, desde la década de 1980 hasta hoy, el número de páginas impresas ha crecido de manera exponencial, precisamente por las nuevas tecnologías como los ordenadores, la autoedición y las impresoras digitales, que han simplificado y acelerado el proceso.
La época actual se puede definir como posdigital: la tecnología digital ya no es algo revolucionario, sino más bien lo normal. El medio analógico y el digital conviven hoy en el mundo editorial, superponiéndose, intercambiándose y, a menudo, beneficiándose mutuamente. Uno de los puntos de encuentro más singulares entre la impresión y el medio digital se puede encontrar en la impresión a la carta.
La impresión a la carta significa que el cliente produce un archivo PDF de una publicación, elige la cantidad, la calidad, el tipo de encuadernación y de acabado del manuscrito y paga el servicio de impresión digital según estas variables. La impresión a la carta no requiere la inversión de un capital inicial; de hecho, el número mínimo de copias solicitado es siempre muy bajo. Ni siquiera hacen falta conocimientos especiales: basta con saber crear un PDF con los contenidos. De esta forma, la impresión a la carta hace posible la publicación de manuscritos que, si no existiese esta modalidad, no se imprimirían, y por un precio económico y en un formato tangible, estable y fácil de leer: calidades no siempre atribuibles a los libros electrónicos (ebooks).
La autopublicación de libros de artistas mediante la impresión a la carta
La publicación de libros de artistas, un tipo de experimentación artística iniciado con las vanguardias históricas del siglo XX, ha sufrido un cambio impredecible en los últimos diez años. Los libros y materiales impresos de artistas han adquirido mayor relevancia, entre otras cosas, gracias al aumento de las ferias de libros autopublicados por artistas. El florecimiento de la autopublicación en el ámbito artístico que se ha producido en los últimos años suele ser fruto de las posibilidades que ofrece la impresión a la carta.
La autopublicación permite escapar de las restricciones de publicación de las editoriales y de los procesos de impresión tradicionales, sobrepasando al mismo tiempo a las instituciones para crear un nuevo público. El resultado es interesante para los artistas, pero también para su público, que puede descubrir obras más allá de los modelos predefinidos determinados por una intención comercial.
Resultan especialmente interesantes los proyectos de artistas que no solo utilizan la impresión a la carta como medio para autopublicar, sino que exploran y llevan al límite las posibilidades que ofrece.
Ejemplos curiosos de autopublicación artística
Dos ejemplos de esto, visualmente antitéticos pero unidos por una brillante investigación del medio, son «Blank On Demand» y «The Black Book». El primero, obra de Silvio Lorusso y Giulia Ciliberto, está formado por dos volúmenes que tienen, respectivamente, las dimensiones y el número de páginas máximos y mínimos impuestos por la plataforma. Ambos libros son blancos, excepto por el código ISBN, es decir, el código unívoco que identifica cada libro. Por su parte, «The Black Book», diseñado por Jean Keller, es un libro de 740 páginas completamente impreso en negro por ambas caras. De hecho, la tinta negra para impresoras digitales es muy cara; pero dado que los servicios de impresión a la carta calculan el presupuesto en función del número de páginas y no de la cantidad de tinta, el diseño final ofrece la mejor relación calidad/precio.
Otro proyecto que trabaja en la posibilidad y las prohibiciones de la impresión a la carta es «Camouflaged Books», una serie de publicaciones de Jasper Otto Eisenecker que desarrollan diferentes estrategias visuales para «camuflar» contenidos previamente bloqueados por la plataforma por considerarlos inapropiados u ofensivos, y así eludir los sistemas automatizados de censura.
A menudo, la impresión a la carta ha resultado ser para los artistas un puente de unión entre el mundo de la Web y el mundo de la impresión. Se han hecho varios libros y proyectos posdigitales accediendo a contenidos y contextos propios de Internet, y utilizando la impresión a la carta como soporte para estos. Uno de los proyectos más emblemáticos, como queda claro ya por el nombre, es «Print Wikipedia», diseño del artista Michael Mandiberg. «Print Wikipedia» consiste en una recopilación de todas las entradas de Wikipedia en inglés el 7 de abril de 2015 en forma de 7 473 volúmenes, de los cuales se imprimieron 106. La carga de los archivos en la plataforma a la carta requirió 24 días, 3 horas y 18 minutos. El objetivo de la obra es demostrar físicamente la inmensidad de Wikipedia.
También Anonymous Press, plataforma editorial online, trabaja con contenidos de la Web. El visitante podía seleccionar una base de datos online de su elección, seleccionar un tema y producir de manera automática una pequeña publicación de imágenes, disponible para imprimir a la carta por el coste de 3 dólares. Aunque este servicio ya no está disponible en el sitio web, conserva el amplio catálogo de publicaciones producidas para imprimir.